Yulieski Gurriel: Lo que enseñó y lo que debe mejorar tras 1er año en la MLB

Las estadisticas demuestran que el cubano Yulieski Gurriel bateó mucho más después de la sexta entrada
Las estadisticas demuestran que el cubano Yulieski Gurriel bateó mucho más después de la sexta entrada
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Por Juan Páez / @jmanupz

Finalmente, Yulieski Gurriel llegó a las Grandes Ligas en 2016 al firmar un contrato por cinco años y 47.5 millones de dólares. Tuvo una primera cosecha aceptable según las estadísticas tradicionales, pero que, viendo las avanzadas, pudo ser mucho mejor sin decir que tiene algunos aspectos por mejorar o por terminar de explotar en el mejor béisbol del mundo.


Estos fueron los números del toletero derecho en su primer año:

Año
Edad
Equipo
G
PA
AB
R
H
2B
3B
HR
RBI
SB
CS
BB
SO
AVG
OBP
SLG
2016
32
36
137
130
13
34
7
0
3
15
1
1
5
12
.262
.292
.385



Tomando en cuenta que el “novato” de 32 años de edad estuvo en su primera campaña en las Mayores, se puede decir que tuvo un desempeño regular si solo se ven los guarismos tradicionales como average, jonrones, empujadas, hits y pare usted de contar.

Pero aunque tiene ciertas cosas que mejorar, su zafra no fue mala. Ya iremos hacia allá. Primero hay que mencionar que tuvo mala suerte, pues sus conexiones fuertes se encontraron frecuentemente con la defensiva rival.


Su porcentaje de bateo en bolas puestas en juego (BABIP, por sus siglas en inglés) estuvo bastante por debajo de la media de la liga (.267 contra .300) y el promedio de velocidad de salida de sus batazos estuvo en 90.06 millas por hora, no del todo malo. De hecho, fue ligeramente superior al de la liga (89.57 mph).

Otro aspecto que perjudicó a Gurriel fue la tendencia a conectar tantos elevados porque simplemente no le pegó tanta fuerza y la elevó demasiado. Casi 40 por ciento de sus batazos fueron flies (37.8 %). Cuando bateó por el aire, apenas dio dos hits en 19 turnos, con un ángulo de lanzamiento de 42 grados. Para ponerlos en contexto, el punto dulce para pegar extrabases es entre 10-30 grados. Algo menor a 10 º será un rolling, algo mayor a 30 º sin mucha potencia será un manso fly.

La misión del nativo de Sancti Spiritus es soltar líneas con mayor frecuencia. Cuando de su madero salió este tipo de batazos, ligó para .500, por 18 incogibles en 36 viajes legales al plato. Su problema fue que su launch angle global, de toda la temporada, estuvo en apenas 8.9 grados.


Con apuros

Es menester para Yulieski que se muestre más paciente en el plato, algo a lo que le podría sacar mucho más provecho. En 2016 esperó solo 3.20 pitcheos por aparición, le hizo swing el 41.6 por ciento de las veces al primer lanzamiento y le tiró al 55.5 por ciento de los envíos que vio.

Todas esas cifras fueron negativas con respecto a los promedios de la Gran Carpa, los cuales te presentamos aquí:

Año P/A %Swings Swings1P
2016 3.87 55.5 % 41.6 %
Glosario: P/A: Pitcheos por aparición, %Swings: Porcentaje de swings, Swings1P: Swings al primer pitcheo.

Gurriel también debe trabajar en ser menos vulnerable con pitcheos abajo, donde sus contrarios solían atacarlo con más regularidad durante la ronda regular. Miren el mapa de calor de los lanzamientos que vio en todo 2016, desde la perspectiva del receptor:




Cuando solo le lanzaron abajo, bateó para .238 (63-15) con 29 rodados y seis ponches.

Una última particularidad negativa o extraña de la temporada del talentoso cubano fueron los percances que tuvo en los primeros innings del juego. Del primero al quinto episodio, apenas ligó para .176 (68-12), con cuatro extrabases y cuatro remolcadas. Pero del sexto al noveno su average fue de .356 (59-21), con seis batazos de dos o más bases y 11 carreras producidas.

Sin duda, Gurriel tiene trabajo que hacer para asumir su primera campaña completa en 2017 y demostrar el talento que siempre hemos visto y del que tanto se ha hablado, a fin de llevar a los Astros de Houston de nuevo a la postemporada.

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