ORGULLO CUBANO: Grande Rusney Castillo con esta noticia

Rusney Castillo, de los Medias Rojas, comparte con los Sharks de Boston en el Babcock Park el 2 de Noviembre del 2016. Roberto Koltun rkoltun@miamiherald.com
Rusney Castillo, de los Medias Rojas, comparte con los Sharks de Boston en el Babcock Park el 2 de Noviembre del 2016. Foto: Roberto Koltun

Pelotero cubano extiende su mano a equipo de niños y mantiene su fe en el futuro
Por Jorge Ebro / jebro@elnuevoherald.com

Las palabras de Rusney Castillo llevan convicción, la seguridad del que ha vivido lo bueno y lo malo, y busca por todos los medios que su mensaje llegue de la manera más clara a quien lo escucha.

Delante de él, en semicírculo, unos 10 niños contemplan al jugador de los Medias Rojas que va desgranando sus frases de manera meticulosa, cuidada. Castillo habla de disciplina, de esfuerzo, entrega…y es como si también conversara con sí mismo.


"Me gusta hablar con los niños, que son lo más grande de este mundo'', comentó el pelotero cubano. "Quiero que sean entregados al deporte, pero también que sean hombres de bien. Siempre quise hacer algo por ellos y ahora tengo la oportunidad''.

Ya lo está haciendo. Sin descuidar sus entrenamientos, el chico de Ciego de Avila ha apadrinado a un equipo de menores, los Sharks de Boston, con sede en el Babcock Park de Hialeah, que le están llenado sus días de una alegría nueva.

Castillo estaba buscando la forma de tender una mano con sus recursos, y mediante unos amigos se relacionó con los coaches de este equipo, que ha recibido ayuda de todo tipo para jugar y asistir a torneos.

"Estamos muy agradecidos con Rusney, porque hemos podido conocer su gran condición humana'', expresó Ernesto Mesa, uno de los entrenadores del club. "No se trata solo de colaborar con uniformes y bates, sino de estar presente, de hablar con ellos y transmitirles enseñanzas del juego y de la vida''.


Cada vez que Castillo pisa el terreno infantil se remonta a su tierra natal y los trabajos que pasó para abrirse paso en la pelota cubana, y también, claro está, en los molinos que debe derribar ahora con el objetivo de establecerse en Grandes Ligas.

Aunque todavía no ha podido desplegar su potencial, el jardinero sigue trabajando con la misma ilusión del primer día, convencido de que se acerca el momento de apoderarse de un puesto dentro del equipo grande de Boston.

"Mi meta no ha cambiado: quiero estar con el club para la próxima temporada'', recalcó el jugador de 29 años, que pasó la mayor parte del 2016 en Triple A. "Nunca pierdo la fe. He preparado mi mente para dejar atrás lo negativo y concentrarme en el futuro''.

¿Por dónde pasa ese futuro? Primero con una parada en la Liga Invernal de Puerto Rico a partir de diciembre y luego en un entrenamiento primaveral que habrá de decidir en gran medida el mapa de su carrera en el 2017.


Mucho se espera de Castillo desde que firmara un pacto de $72.5 millones en el 2014, pero él no se desespera y confía en que lo mejor está por venir, mientras entrena y sirve de apoyo incondicional a los Sharks, su nuevo equipo, su otra ilusión.

"Este trabajo con los niños me llena de felicidad y siento que puede ser el comienzo de muchas cosas más que me gustaría hacer en la comunidad, en las escuelas, con los ancianos'', reveló Castillo. "La pelota es pasión y trabajo, pero hay un mundo más allá, que no podemos desconocer ni ignorar''.

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