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| Durante esta recién finalizada campaña, compartida entre Padres y Rays, el torpedero cubano participó en 145 compromisos y tuvo los peores registros de su trayectoria Foto: Stacy Revere, tomada de Zimbio |
Por Juan Páez / @jmanupz
Para nadie es un secreto que Alexei Ramírez no es el mismo que aquel que en 2008, su primer año en las Grandes Ligas, por poco gana el Novato del Año con sus 21 jonrones y 77 empujadas para los Medias Blancas de Chicago, además de promedio al bate de .290 en 136 juegos. Quedó segundo en la votación, pues Evan Longoria fue ligeramente superior en poder y remolques.
Tampoco es aquel que en 2010 ganó el Bate de Plata como defensor del campocorto. Ese año sacó 18 pelotas del parque y produjo 70 carreras también para los patiblancos, con un average de .282. Pero, claro, es lógico: en su temporada de estreno tenía 26 años. Hoy tiene 37 y naturalmente ningún pelotero o mortal se salva de los estragos del tiempo.
Durante su última campaña (2016), compartida entre los Padres de San Diego y los Rays de Tampa Bay, participó en 145 compromisos y tuvo los peores registros de su trayectoria en promedio con el madero, de embasado, slugging y OPS. Veamos el contraste:
Año
|
J
|
AVG
|
OBP
|
SLG
|
OPS
|
2008
|
136
|
.290
|
.317
|
.475
|
.792
|
2009
|
148
|
.277
|
.333
|
.389
|
.723
|
2010
|
156
|
.282
|
.313
|
.431
|
.744
|
2011
|
158
|
.269
|
.328
|
.399
|
.727
|
2012
|
158
|
.265
|
.287
|
.364
|
.651
|
2013
|
158
|
.284
|
.313
|
.380
|
.693
|
2014 ★
|
158
|
.273
|
.305
|
.408
|
.713
|
2015
|
154
|
.249
|
.285
|
.357
|
.642
|
2016
|
145
|
.241
|
.277
|
.333
|
.610
|
Año
|
Edad
|
Equipos
|
Liga
|
J
|
PA
|
AB
|
R
|
H
|
2B
|
3B
|
HR
|
RBI
|
SB
|
CS
|
BB
|
SO
|
AVG
|
2016
|
34
|
SD/TB
|
MLB
|
145
|
506
|
478
|
38
|
115
|
22
|
2
|
6
|
48
|
8
|
9
|
21
|
63
|
.241
|
No conforme con eso, fue literalmente el peor hombre (con juegos suficientes para calificar) entre los que cubrieron las paradas cortas. Aunque cometió la segunda menor cantidad de errores desde que es shortstop a tiempo completo (14), las estadísticas avanzadas para medir el fildeo no lo respaldaron.
En Defense, una métrica que brinda el portal web FanGraphs.com, tuvo el peor registro entre todos los campocortos de las Grandes Ligas en 2016: -14.2. En UZR, una que mide el terreno que cubre un jugador, también fue el peor, con -22.9. En carreras salvadas, no cambió mucho la cuestión: tuvo -20. Para que tengan una idea de qué malo es ese número, miren estos estándares:
Habilidad defensiva
|
DRS
|
Nivel de Guante de Oro
|
+15
|
Excelente
|
+10
|
Por encima del promedio
|
+5
|
Regular
|
0
|
Por debajo del promedio
|
-5
|
Pobre
|
-10
|
Horrible
|
-15
|
Pese a todos esos números para demostrar que Ramírez no es el mismo y que probablemente, aunque algunas estadísticas dejan ver un posible repunte muy ligero y no tan drástico en su ofensiva, no vuelva a estar en la élite, el nativo de Pinar del Río podría, incluso con facilidad, conseguir un pacto de ligas menores que le permita eventualmente regresar a la Gran Carpa si es que así lo desea.
Es seguro que siempre más de un equipo anda en busca de un campocorto experimentado al menos para que sirva como una pieza que le dé profundidad al roster o para guiar a los más jóvenes, las promesas de cualquier conjunto en el infield. Y el torpedero cubano pudiera ser el hombre. De hecho, reconocía su labor en sus días finales con San Diego, cuando no jugaba a diario, tal como lo dijo al San Diego Union Tribune.
“Todo va acerca de mantener una actitud positiva y de apoyar a los muchachos a tu alrededor”, declaró. “Debo aprender de este año. Lo único que puedo hacer es trabajar más fuerte, mucho más de lo que lo hice el año pasado en la temporada muerta, doblar mis esfuerzos y estar listo para el año próximo.
Ramírez no tiene las puertas cerradas en el big show, pero el tiempo sigue caminando y cada día estamos más cerca del spring training.
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