'Felo' Ramírez no quiere saber de retiro

"Los homenajes te recuerdan que eres viejo, pero que el camino ha valido la pena'' sentenció 'Felo' en el homenaje que le hicieron
"Los homenajes te recuerdan que eres viejo, pero que el camino ha valido la pena'' sentenció 'Felo' en el homenaje que le hicieron en el Terreno 3 del Tropical Park
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Por Jorge Ebro / jebro@elnuevoherald.com

Cuando el 2 de octubre Vin Scully cerró con una plegaria su ilustre carrera de 67 años detrás de un micrófono, Felo Ramírez no pudo evitar un pensamiento alrededor de la palabra que jamás ha querido pronunciar: retiro.



Pero apenas duró un segundo y lo que fue un síntoma de debilidad momentánea se convirtió en convicción de lo que vendrá por encima de todo y de todos, incluso del mismo tiempo.

"Yo no me retiro, esa palabra no entra en mi vocabulario'', comentó Ramírez, quien recibió un homenaje este miércoles, al recibir su nombre uno de los terrenos de béisbol en el Tropical Park.

"Cuando comience la nueva temporada estaré en mi puesto en la transmisión, narrando los triunfos y los fracasos de los Marlins. De mí no espero otra cosa''.

La ausencia de Scully deja a Ramírez y a Jaime Jarrín -los tres miembros del Salón de la Fama del Béisbol- como los últimos grandes patriarcas entre los comentaristas radiales, aunque el cubano adquiere ribetes de leyenda por sus 93 años de edad, una cifra que sobrecoge.



Sin embargo, nada más llegar a la cabina, Felo se transforma, rejuvenece. La transmisión parece, entonces, un salón de cirugía plástica virtual, donde el nonagenario vuelve a ser aquel joven que brillaba en la Cabalgata Deportiva, el que transmitió el hit 3,000 de Roberto Clemente, "El Orgullo de Bayamo''.

Pero ya nada será como antes y para el 2017 Ramírez ha accedido a limitar sus viajes con el equipo solamente hacia aquellos destinos cercanos y donde el frío no le haga tanto daño a su gastado cuerpo.

"Nada me molesta tanto como el frío, pero por lo demás sigo hablándole al micrófono con la misma ilusión del primer momento en que me enamoré de esta profesión en mi Bayamo de siempre'', agregó Ramírez. "Iré a Atlanta, Filadelfia, Cincinnati, Nueva York. Más allá de eso ya es algo duro para mí''.

También será duro iniciar la primavera en Jupiter sin la presencia de José Fernández, y Ramírez echará de menos los chistes compartidos, aquellos abrazos que parecían tragarlo en un mar de músculos y la sonrisa perenne de la estrella del montículo.



Hasta el día de hoy no se recupera de la tragedia y solo espera que la acumulación de juegos y narraciones le hagan amainar en parte el dolor de no ver a ese amigo joven con quien solía tener una relación casi familiar.

"Quisiera que el invierno se fuera volando, pero días como estos, donde se acuerdan de uno ayudan a llenar el vacío'', apuntó Ramírez, cuyo nombre estará para siempre vinculado al Terreno 3 del Tropical Park por orden del Condado Miami-Dade. "Los homenajes te recuerdan que eres viejo, pero que el camino ha valido la pena''.


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