Miembro del Salón de la Fama trabaja con Yulieski Gurriel para refinarlo

El toletero cubano confesó que aún no está “100 por ciento cómodo” en su nueva almohadilla, pero anda cerca.

Por Juan Páez / @jmanupz

Desde que debutó con los Gallos de Sancti Spiritus, en 2005, Yulieski Gurriel siempre ha sido un tercera base. Tiene apariciones en el jardín central, el izquierdo, la segunda almohadilla y en el campocorto a lo largo de su carrera. Solo suma cinco juegos en el primer cojín (todos en la temporada pasada de Grandes Ligas), número que aumentará en 2017, cuando se adueñe completamente de la inicial de los Astros de Houston.



Hasta ahora, el experimento no va mal, pero los siderales quieren encargarse y asegurarse de que el “Yuli” no sea solo un defensor promedio, sino un buen guante que se equilibre con sus capacidades ofensivas. Por eso, durante esta semana, lo pusieron a trabajar en primera con Jeff Bagwell, leyenda de los Astros, uno de los mejores bateadores en la historia del equipo y, aparte, un hombre que recientemente se convirtió en un miembro más del Salón de la Fama de las Mayores.


“Es un honor poder trabajar con él”, dijo Gurriel a ESPN sobre el inmortal, quien ya le ha dado sugerencias sobre el posicionamiento, tips para el movimiento de los pies y recomendaciones sobre la parte mental. “Es un jugador al que siempre vi mientras crecía, incluso cuando era un pequeño niño en Cuba”.



Bagwell entiende al cubano mejor que nadie, porque —curiosamente— también fue antesalista. Cubrió esa posición en su tiempo con los Medias Rojas de Boston, cuando era un jovencito de 21-22 años y militaba en las menores de esa organización. Desde que pasó a Houston, cambió de posición.

El mánager del conjunto liderado por el venezolano José Altuve, AJ Hinch, admite que nota una mejoría en el rendimiento defensivo del nativo de Sancti Spiritus:

“Él lo está haciendo muy bien. Está aprendiendo y se está adaptando poco a poco. Nosotros no hablamos mucho del timing defensivo, pero su timing y reacciones en primera han estado un poco mejor. Yulieski luce algo más cómodo, él es quien va a empezar la campaña en primera base. Va a ser un muchacho que contribuirá y se convertirá en un excelente jugador de todos los días”.



El toletero derecho confesó que aún no está “100 por ciento cómodo” en su nueva almohadilla, pero anda cerca. “Ese día (en el que esté al 100 por ciento) va a llegar pronto. Estoy listo para jugar”, indicó. “Al principio, cuando me dijeron, me sorprendió. Nunca he jugado ahí antes, pero mi gran meta es ganar, jugar y estar en el terreno para poder contribuir. Por eso, lo tomé de buena manera”.

También quiere ayuda con el bateo

Gurriel no va a desaprovechar la oportunidad y el tiempo con Bagwell, uno de los mejores inicialistas ofensivos de los últimos 40 o 50 años. Al contrario, planea pedirle unos cuantos consejos para mejorar su bateo y poder tener actuaciones similares a las que tuvo la retirada estrella.



En dos mil 150 juegos, el miembro del Salón de la Fama dio dos mil 314 imparables, 488 dobletes, 32 triples y 449 jonrones. Empujó mil 529 carreras y anotó otras mil 517. Tomó mil 401 boletos y terminó su trayectoria con average vitalicio de .297 y promedio de embasado de .408, una cifra élite.

“No hemos conversado sobre ofensiva todavía, pero le voy a hacer algunas preguntas sobre esto y aquello”, dijo sonriente Yulieski. “Es una liga completamente nueva para mí y todavía me estoy acostumbrando a ella y a sus lanzadores. Mientras me adapto y hago los ajustes necesarios, espero que con el transcurrir de los días, pueda empezar a batear la bola con más poder”.

Gurriel se refiere a que en el 2016, su slugging terminó en .385, muy por debajo del que tuvo en su paso por Cuba, Japón y las menores de los Astros: .573. Esta zafra será, con todo el peso de la frase, la temporada del “Yuli”. Está en sus manos probarlo.


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