¿Aparecieron los puntos débiles de Aledmys Díaz en la caja de bateo?

Uno puede alarmarse por este análisis sobre la caída de rendimiento del villaclareño Aledmys Díaz.
Uno puede alarmarse por este análisis sobre la caída de rendimiento del villaclareño Aledmys Díaz.
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Por Luis Álvaro Fernández.

Uno puede alarmarse por este análisis sobre la caída de rendimiento de Aledmys Díaz. A fin de cuentas, el torpedero de los Cardenales de San Luis tiene, por ejemplo, un porcentaje de embasado mucho mejor que compatriotas como Leonys Martín (Marineros de Seattle) .172, Adonis García (Bravos de Atlanta) .217, y Adeiny Hechavarría (Marlins de Miami) .237. No obstante, ninguno de ellos bateaba .385/.429/.744 el 21 de abril de 2016.


Es por eso que ahora, cuando a la fecha de este reporte el villaclareño había jugado sus primeros 15 partidos de la temporada, se impone revisar cuál ha sido su punto débil en el cajón de bateo.

Pocas bases por bolas

Aledmys, aun bateando para esta pobre línea ofensiva de .242/.242/.452 en 15 desafíos, marca la diferencia por ser un bateador con un tacto extremadamente fino. Durante los 13 partidos jugados entre el 5 y el 21 de abril de 2016, Díaz se había ponchado solo en tres desafíos. Luego, paseó por los siguientes 30 turnos sin irse por la vía de los strikes.

En 2017 eso no ha cambiado, pues ha sido retirado por ponches en solo siete de sus 15 juegos —nunca dos veces en un duelo—, con 32 turnos sin fallar sentenciado en dos strikes. ¿Cuál es el problema entonces? Pues la disciplina en el home. Esta campaña, en sus primeros 62 turnos, Díaz no ha obtenido ni una base por bolas. Peor aún, solo ha alcanzado el conteo de tres bolas en cuatro ocasiones, en las que siempre fue puesto out.

Según la acuciosa herramienta de fangraphs.com, el torpedero recibe muchos más lanzamientos en la zona de strike en lo que va de temporada (74.4% por 66.7% en 2016), razón por la cual también ha ascendido su promedio de swing (de 45.2% en 2016 a 59.2% este año), mientras que su golpeo a pitcheos fuera de la zona de strike ha disminuido (61.9% por 65.0%) a la par del contacto a lances buenos (86.6% por 91.6%).


¿Han cambiado los lanzadores su estrategia vs. Díaz?

Desde el día 2 hasta la noche del 21 de abril, Díaz sacudía de esta manera cada pitcheo en la Gran Carpa (average/sluggings/poder aislado/jonrones):

Recta de cuatro costuras: .333/.579/.275, 10 HRs —en 2016, nueve de sus 17 HRs fueron contra rectas—.

Sliders: .317/.537/.220, 4 HRs.

Curvas: .368/.684/.316, 2 HRs.

Sinkers: .263/.390/.126, 3 HRs.

Cambios: .237/.395/.158, 1 HR.

Cutter: .179/.214/.036, sin HRs.

Teniendo en cuenta el mismo lapso de tiempo, del 2 de abril al 21, en 2016, Díaz compiló sus mejores contactos contra sinkers (.500), sliders (.429) y rectas (.294). Eso ha cambiado en 2017, donde sus oponentes han comenzado a lanzarle curvas (.143) y sliders (.200) en lugares distantes de la zona de strike.


Su swing también se ha visto desbalanceado contra los sinkers (.091), con apenas 1-de-11 veces al bate.

Entonces, ¿dónde radica el cambio de colocación en los pitcheos de los rivales?

Ciertamente, los lanzamientos contra Díaz están teniendo una regla marcada en la zona alta.

Este es el promedio en cada tercio de la zona de strike durante 2016 y lo que va de 2017:

Zona alta: .273/.153

Zona media: .454/.235

Zona Baja: .412/.321


Evidentemente, Díaz sigue poseyendo un virtuoso alcance con el bate sobre los pitcheos bajos, pero en los altos pierde capacidad. Para volver a sus estándares de contactos sólidos y darle pólvora a su average y porcentaje de embasado, tendrá que resistirse a los pitcheos elevados y dejar de abanicar con tanta frecuencia, aun cuando a menudo logra hacer contacto.

Batear segundo, un gran reto: Este parece ser el punto que menos se suele ver, pero es uno de los más reveladores. Batear de segundo en el orden significa que se tendrá al menos 98 visitas más al home que quien batee de octavo, como mismo lo hizo Aledmys en 102 de sus apariciones durante 2016.

Para el cubano, el reto es grande. Pero Aledmys Díaz posee cualidades suficientes para superarlo.


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