Por Victor Manuel Blanco González.
La eliminación de Matanzas en los playoffs de la 56 Serie Nacional de Béisbol provocó la dimisión del hasta ese momento director del plantel rojo Víctor Mesa, parte de los miembros de su equipo de dirección y algunos jugadores.
Entre ellos, se encuentra Rogelio García, quien luego de desempeñarse por varias temporadas como entrenador de picheo, regresa a casa con la disposición de ayudar en todo lo posible a la causa verde.
El exestelar lanzador de los equipos vueltabajeros y Cuba, se incorporó inmediatamente a los entrenamientos del plantel Sub-15 que comanda su hijo Rogelito y desde esta semana colabora con la preselección de mayores que entrena con miras a la Serie Nacional 57.
Sobre la experiencia vivida en la Atenas de Cuba y los próximos derroteros a enfrentar en su carrera, el “ciclón de Las Ovas” habló con Guerrillero.
En el 2012 regresa de un contrato en Panamá y se va a trabajar junto a Víctor Mesa en Matanzas. ¿Por qué?
“Ya no tenía trabajo como entrenador de picheo aquí, pues estaba Raciel Sánchez. Víctor me llamó y yo extendí su bondad firmando contrato por tres años, culminé porque a pesar de que implantamos récord no pudimos lograr el campeonato que era lo que la afición quería”.
¿Tras la renuncia de Víctor le pidieron que continuase como entrenador o decidió que esta etapa había concluido en su carrera?
“El Gobierno y el Partido en Matanzas me pidieron que continuara por lo menos un año más, pero yo decidí no estar más, no es porque no me sienta bien, yo estoy bien de salud gracias a Dios, sino que no siento el estímulo de volver a trabajar con Matanzas”.
¿Cómo con un carácter tan pausado usted logró compaginar con alguien tan explosivo como VM32?
“Mis relaciones con Víctor Mesa son las mejores, hubo respeto siempre por parte de ambos, la amistad con él es ya de años, en el equipo Cuba nosotros éramos compañeros de cuarto y nos llevábamos como familia.
“En Matanzas el trabajo fue espectacular lo único que faltó fue el campeonato, no sé qué pasaba en esa recta final que no podíamos avanzar y ganar, pero entre Víctor y yo no hay ningún tipo de problema. En esos arranques de él, es más lo que articula que lo que él dice”.
En ocasiones la afición suele irrespetar a árbitros, entrenadores o glorias del deporte que se desempeñan al servicio de otros territorios. ¿En su caso cómo asimiló esto?
“Creo que la afición fue un poco injusta, yo solo estaba haciendo mi labor y quisiera haber estado con Pinar del Río, pero me tocó la situación de jugar con Matanzas. Hubo sus casos, naturalmente, y siempre les pedía a esos aficionados tranquilidad, que yo estaba cumpliendo con un trabajo más, sin dejar de amar el terruño.
“Fueron tres años en que cada vez que me enfrentaba a Pinar me preguntaba ¿y ahora qué hago? y más el primero, pero es así, yo vivo para el béisbol, es lo único que sé hacer”.
De regreso a casa, ¿qué espera Rogelio García de esta nueva etapa?
“Quisiera que ‘El Jíbaro’, como cariñosamente le decimos a Pedro Luis Lazo, gane el campeonato y que vuelva a llevar a Pinar del Río a sus planos estelares.
“Estoy mirando que debido a los lanzadores que se van por contratos al exterior se va a aflojar un poquito el picheo, pero yo creo que con la afinidad que le tienen los peloteros a Lazo y él hacia ellos, debe ser este un buen torneo para la provincia”.
En su caso personal tuvo que trasladarse a otra provincia para desempeñarse como entrenador. ¿Habla eso de que se están desaprovechando a las glorias deportivas en Pinar del Río?
“Hay glorias deportivas que no están haciendo nada, ahora está el caso satisfactorio de Lazo que llamó al señor pelotero Casanova al equipo, pero a veces caemos en un bache y hay tantas glorias deportivas, con opiniones diferentes que enseñan y ayudan al béisbol.
Aquí tenemos lanzadores zurdos como Ajete, Faustino, Félix Pino que pueden aportarle a una preselección, no todos quizás en el equipo grande pero podrán repartirse en el Sub-15, Sub-18 o Sub-23”.
¿Qué cree que le falta por hacer?
“Yo siempre he anhelado trabajar en mi provincia y de ahí dar el salto al equipo Cuba, ya en varias ocasiones lo he logrado, pero lo que más he soñado siempre es estar y ayudar a mi terruño y que esta pueda estar nuevamente en la elite del béisbol cubano”.
¿Quiere decir que no descartaría la posibilidad de verse un día al frente del “Vegueros”?
“Bueno, de querer quiero y salud tengo, pero no llegar directamente al equipo de mayores sino ir por la pendiente, puede ser un juvenil o un Sub-23. Luego quizás en unos años llegar al equipo grande, siempre he anhelado eso, pero prefiero ir paso por paso, si la provincia así lo deseara, claro”.
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