SERIE NACIONAL Sub-23: Emociones y decepciones (+Estadísticas)

El derecho villaclareño Yosbel Zulueta es uno de los prospectos con más futuro en el béisbol cubano. Foto: Carolina Vilches
El derecho villaclareño Yosbel Zulueta es uno de los prospectos
con más futuro en el béisbol cubano.
Foto: Carolina Vilches
Por Yirsandy Rodríguez.

En la IV Serie Nacional Categoría Menores de 23 años, una jornada, cuatro juegos por equipo y un total de 32 partidos se han ido a la historia… ¿Qué nos queda para recordar? En esta sección semanal que estrenamos, aquí les dejo con mis eventos más emocionantes y curiosos del momento:


1. En 36 innings, 35 ceros, eso es fascinante. Apreciable: Camagüey tiene el grueso del pitcheo que intentará sorprender de nuevo en la 57 Serie Nacional, así que, no nos alarma la supremacía que han mostrado al iniciar esta edición. Sus patrones y dominio lo dicen todo: En 36 innings, han lanzado para cifra combinada de 35 ceros, con 31 ponches, dos carreras sucias y solo 18 hits, igual a una tasa de 4.5 por cada nueve episodios. 

Dariel Góngora, líder histórico en ponches (112) junto a Geonel Gutiérrez (Artemisa), y Yariel Rodríguez, lanzaron sendas lechadas de nueve entradas, mientras Arbelio Quiroz retiró ocho capítulos en blanco en el tercer día de competencias. Josimar Cousín, se encargó de cinco ceros más, y los relevistas Erislery Basulto (1 IP), Ángel Ramírez (1 IP) y Rolando Torres (2.1 IP) subieron al pizarrón el resto de los outs. 

Parece que Camagüey quiere explotar el chance de tener a sus lanzadores de Serie Nacional en el roster Sub-23. El poder sobre la media de la liga lo tienen, aunque habría que esperar a ver cuánto tiempo logran mantenerlo. Estos eran sus numeritos antes del torneo, donde se ubicaban con un sub título en 2014, y buena inyección de control lanzando ante la oposición: 

-2do. Mejor BAbip en contra .281
-3er. Mejor OBP en contra .330
-5to. Mejor SLG en contra .312
-4to. Mejor FIP con .355

2. Se cometieron 100 errores en 36 juegos, ¿tantos serán justificables? Indeseable: A este nivel, pienso que jamás podríamos llegar a justificar nada. Pero, realmente, la situación de esta liga y sus jugadores lo merecen, por la juventud y poca experiencia de juego en la gran mayoría de los participantes. Lo que sucede es que, 100 errores, a 3.2 por juego, son demasiados a contar, aun teniendo en cuenta que hace un año la cifra era de 109. 

El promedio de errores en la serie de apertura desde 2014 es de 99.67, aunque en 2015 hubo una total excepción con solo 79. Las palmas para Camagüey (solo un error), Matanzas (2) y Pinar del Río (3), que defendieron con garras y a niveles mucho más coherentes. También para Guantánamo, que fildeó para .972 con cuatro pifias, después de que inició esta temporada con el peor promedio histórico, un insólito .954.

3. Rayas de pitcheo fulminantes. Apreciable: Para ser un récord de la liga, en apenas cuatro juegos Villa Clara y Camagüey han lanzado su candidatura por la zona Oriental si de pitcheo se trata. 

Los Toros, dirigidos por Luis Ulacia, blanquearon tres veces consecutivas a los Tigres de Ramón Gayón, 1-0, 3-0, 5-0. Únicamente en la sexta entrada del cuarto juego, un doblete de Yudiel González produjo dos anotaciones para la cuenta de los avileños en 36 innings, aunque ambas anotaciones fueron sucias por un error del torpedero Yasser Quesada. El récord, sin precedentes, puede extenderse aún más, teniendo en cuenta que Camagüey enfrentará este viernes a Sancti Spíritus, rival al cual ha pintado de blanco en tres ocasiones desde 2014. 


Los anaranjados, ahora dirigidos por el debutante Ariel Pestano, se ajustaron para lanzarle dos lechadas a Mayabeque, que apenas trabajó ofensivamente para .183/.283/.192. Lo interesante de esa cadena, fue que ellos hilaron 39 ceros en fila, contando sus últimos dos enfrentamientos de la pasada campaña. Estas fueron las pizarras finales en la racha: 1-0, 4-0, 10-0 y 5-0.

Las siete lechadas de la primera jornada de 36 duelos, también constituye récord para la competencia, superiores a las cinco de 2014.

4. Holguín fildea .900 y Guantánamo lanza para 6.97. Indeseable: Este es el peor contraste del torneo, que a usted no le quepa duda: Holguín, era el líder en fildeo históricamente en 92 partidos y 3708 lances con promedio de .973, y comenzó defendiendo para .900 contra Santiago de Cuba, con tasa de cuatro pifias por juego. 

Otra noticia de las peores es que, esos pecados, le han costado un total de 21 carreras, tres más que las 18 anotaciones limpias permitidas. Si los Cachorros hubiesen defendido para .973, las matemáticas le habrían evitado –por lo mínimo— 10 carreras, lo que indica la posibilidad de al menos un triunfo ante el campeón actual, Santiago de Cuba. Pero eso jamás sucedió, el saldo fue 0-4, y un total de 39 carreras en contra, el 58.33% inmerecidas.

Por otro lado, imagino los dolores de cabeza del manager guantanamero Robelquis Videaux, quien cuenta con un pitcheo que se encamina a mostrar su peor cara en cuatro ediciones. Guantánamo inició la campaña 2017 con una “in-efectividad” de 4.56, con el peor promedio de carreras admitidas por juego (6.18), y la peor línea ofensiva en contra: .287/.384/.386. También, han permitido 10.1 hit por cada nueve innings y 226 extra bases en 829.2 entradas… ¡Nada peor que eso! 


5. Santiago de Cuba reafirma, Pinar del Río sorprende y La Habana decepciona. Apreciable: En los tres primeros duelos, los campeones nacionales reafirmaron su poderío, aunque, a decir verdad, la oposición fue totalmente impotente. Holguín no mostró mucho, regaló 21 carreras y su poder fue ínfimo: .248/.377/.333 y 32 ponches en 35 episodios a la ofensiva. 

Pinar del Río sorprendió a Isla de la Juventud en la serie 3-1, con una buena dosis de poder en el pitcheo (35 ponches en 36 capítulos) y adecuada defensiva de .981. Curiosamente, dentro de sus filas debutó el antesalista José Carlos Linares, nieto de Fidel Linares, otrora pionero de nuestras Series Nacionales, e hijo de Juan Carlos Linares, hermano de Omar Linares, para muchos —ahí me incluyo— el mejor pelotero cubano desde 1960 a nuestros días. El equipo pinareño tiene amplios deseos de escalar a la élite, aunque su mayor propósito estaría en desarrollar jugadores para el equipo grande, que será dirigido por el astro del box Pedro Luis Lazo.

Indeseable: Otra vez La Habana pasó muchísimos aprietos para ganarle a Artemisa, batearon solo .221, que le sirvió para anotar unas pocas siete carreras, aunque su pitcheo fue lo más brillante (2.86). Ahora la temporada es más exigente, porque no existirán campeones de grupos, sino de zonas, con la clasificación de los mejores dos lugares. 

Desde este palco, aquí estaremos con algunas de las historias más intensas del Nacional Sub-23 beisbolero, sean buenas o malas. Al final, somos amantes del béisbol y nos sentimos identificados con el nuestro, a pesar de tener que reconocer que no estamos viviendo sus mejores momentos de esplendor. 

¡Hasta el martes próximo!


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