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| ¿A qué se debió este arranque lento a la ofensiva del cubano? He aquí cinco puntos que lo indican Web Screen Shot |
Por Luis Álvaro Fernández.
La línea estadística de los primeros 20 juegos de José Abreu anduvo por los suelos: sin jonrones en 81 apariciones al plato, y métrica de .253/.309/.320, con apenas ocho remolcadas.
¿A qué se debió este arranque lento a la ofensiva? He aquí cinco puntos que lo indican, comparando los numeritos actuales con los de los primeros 20 juegos de Abreu desde 2014:
Problemas con las curvas: Abreu tiene un swing compacto, no es un bateador que suela desbalancearse en el rectángulo. Al mantener sus spikes clavados en una postura firme, suele batear con solidez bolas que quiebran antes de llegar al home plate, aunque un buen pitcheo de contraste en velocidad y variación podría ser el idóneo para restarle fuerza. Es por eso que, ante 134 pitcheos en curva, Abreu consiguió en los inicios del año un solo jonrón, y apenas golpeó de 24-3, con el 52.38% de los fallos por ponches.
La inconsistencia del cienfueguero contra curvas aumentó en 2017, con apenas un doblete ante 34 disparos. Obviamente, este no es el verano, ni el momento en que mejor estuvo al bate Abreu en su carrera, que suele calentarse a partir de mayo.
¿Le ha pesado batear rectas? Este fue el rendimiento del toletero cubano cuando puso en juego lanzamientos rápidos, durante 121 turnos y 551 pitcheos:
El resumen contiene estos datos: AVE/SLG/ISO/HR/BABIP
2014: .350/.750/.400/4/.333
2015: .345/.621/.276/2/.421
2016: .269/.269/.000/0/.421
2017: .200/.200/.000/0/.250
Fue evidente la caída de poder y contacto de Abreu, al menos de 2016 a 2017, donde su BABIP (average de bolas puestas en juego) se fracturó ante las bolas rápidas, de .421 a .250. Como promedio, la caída también fue brusca si se compara con su debut, cuando pegó para .350. Este año cerró sus primeros 20 juegos en .250.
Los pitcheos en cambio de velocidad lo congelaron: Poncharse en 12 ocasiones de 36 turnos al bate es una cifra demasiado alta para cualquier pelotero. Pero Abreu ha logrado recuperarse de sus malos inicios y ha logrado campañas interesantes. No obstante, aprovechando el arranque lento, los lanzadores le duplicaron la dosis de cambios de velocidad de 7.7% en 2016 a 14.2% en 2017.
La razón se debe a que, anteriormente, el cubano en su primer mes pegaba para un pobre .120, solo 3-de-25. ¿Cómo podría limitar este desliz que se está agudizando? Lo primero es comenzar a golpear con más contundencias las rectas, pues todos los otros lanzamientos son secundarios. Esperemos ciertos ajustes para mayo.
La discriminación de los pitcheos, una tarea pendiente: Si algo tiene como virtud "Pito" Abreu es que siendo un bateador de poder, combina cierta paciencia en el home plate con un buen tacto para un slugger, destacándose por ser muy conocedor de la zona de strike. Al ver el desbalance actual de su tasa de boletos (4.9%, su peor jamás vista), no es difícil detectar la falta de paciencia. Un 24.1% de batazos sonados con fuerza delató en los inicios que, comparado con el 32.1% anterior, la capacidad de pegarle a la pelota con fuerza también descendió en las conexiones del cubano.
¿Será que Abreu pasa por algo más que una crisis? El inicialista de los Medias Blancas de Chicago presentó sus peor numeritos y métricas de por vida en este inicio de 2017:
-Conexiones hacia el centro del terreno: 32.8%
-Veces que conecta halando pelotas: 39.7%
-Porcentaje de batazos de línea: 15.8%
- Porcentaje de batazos elevados: 38.6%
Indudablemente, la avería de Abreu lo ha llevado a alejarse —por momentos— del bateador brillante que todos conocemos, con 100 o más empujadas por temporada. Este año, en sus primeros 20 partidos apenas bateó de línea, y produjo poco para el territorio opuesto —uno de sus platos fuertes—, razón por la cual es de pensar que pasó por uno de sus peores baches ofensivos. El ISO (Poder Aislado) también exhibe un decadente .067, ya que el batazo de vuelta entera no llegó en sus primeras 81 apariciones en el cajón.
Por su excepcional calidad, es de esperar que Abreu mejore sus métricas, pues cuenta con todo el talento y la experiencia posible.
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