El villaclareño Aledmys Díaz lucha contra la maldición del segundo año

Nada pareció funcionarle al cubano en abril al punto de conectar para un anémico .217 con un OPS -embasado más slugging- de .625, pero el jugador no bajó los brazos, se subió las mangas y comenzó a trabajar más duro.
Nada pareció funcionarle al cubano en abril al punto de conectar para un anémico .217 con un OPS de .625, pero el jugador no bajó los brazos y comenzó a trabajar más duro.
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Por Jorge Ebro / jebro@elnuevoherald.com

El signo de la madurez puede presentarse de muchas formas. En el caso de Aledmys Díaz asomó cuando el torpedero de los Cardenales se vio frente a frente con la adversidad por primera vez y en lugar de amilanarse, le plantó cara, dispuesto al cuerpo a cuerpo.


Nada pareció funcionarle al cubano en abril al punto de conectar para un anémico .217 con un OPS -embasado más slugging- de .625, pero el jugador no bajó los brazos, se subió las mangas y comenzó a trabajar más duro.

Ya en la primera semana de mayo su promedio era de .429 y el OPS casi duplicaba la cifra del mes previo. Aunque Díaz sabe que falta mucho para decretar la muerte del letargo, está convencido de haber encontrado el camino de la estabilidad.

Abril fue un mes difícil, pero mayo se advierte diferente.

"No comencé como deseaba, pero eso es parte del proceso. Sabes que los lanzadores te conocen mejor y harán ajustes. Depende entonces de uno hacer los ajustes necesarios y creo que lo estoy haciendo''.


¿Básicamente, qué hiciste, viste videos, más prácticas de bateo, charlas con tu coach?

"Es un trabajo diario y constante. No haces mucho diferente, pero debes seguir trabajando en lo que antes te deba resultado, insistir en lo bueno, y comenzarás a ver mejor la bola. Me di cuenta que hacía muchos swines fuera de la zona de strike''.

Una vez que descubres el problema y mejoras, ¿se dispara la confianza?

"Pero de una manera sana. Uno tiene que aprender mucho de los veteranos. En el 2016 nunca tuve un momento malo, pero debes estar consciente de que va a venir y debes estar preparado mentalmente para lidiar con él, cuando llegue''.

¿Te frustraba ver como no salían los hits?

"No, trataba de enfocarme entonces en correr bien las bases, en no equivocarme la defensa para no dejar que cualquier falla ofensiva afectara otras áreas del juego. El resto del equipo aprecia eso''.


¿Te hizo más fuerte pasar por ese mal período?

"Te hace mejor pelotero, ahora no solo se trata del bateo, sino que todo ese esfuerzo mejoró la defensa. Una vez que salí del letargo en la caja, pues me sentí más completo, más pleno''.

¿Te apoyaron los Cardenales o te miraban de reojo?

"Apoyo total, desde el manager hasta el último de mis compañeros. Todos se acercaban a mí y me daban consejos, me ofrecían ayuda. Me decían que no me preocupara que era parte del segundo año de cualquier jugador. Estoy en el lugar donde debo estar''.


Como tu mismo dices, ese mal momento puede regresar…

"Hay que confiar en el proceso. No se puede mirar mucho a los números. Es parte de la conversión de novato a veterano, el aprendizaje de la no desesperación. Los malos momentos sirven para apreciar mejor los buenos''.

¿Entonces te ríes de la llamada Maldición del Segundo año?

"No, no me río. Solo la miro con más calma''.


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