Explosión en mayo: Yonder Alonso vive la mejor temporada de su carrera

Ahora mismo, incluyendo la más reciente jornada, la proyección
del antillano es de 47 estacazos de vuelta completa
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Por Juan Páez / @jmanupz

Todo indica que, en marzo, cuando dijimos que a Yonder Alonso le esperaba un repunte en su carrera como bateador, no nos equivocamos. El primera base de los Atléticos de Oakland atraviesa un gran comienzo de temporada que se acentúa con una tórrida ofensiva en el segundo mes de la ronda regular, donde da muestras recurrentes de su “nuevo” poder en la caja de bateadores.

En abril dejó promedio de .279, con cuatro dobles, igual número de jonrones y 14 empujadas. Si eso es bueno o bastante aceptable para un hombre que ligó para .253 en todo 2016, mayo se puso mejor. En la quinta treintena del año, su average está en .409. A eso se le suman cinco vuelacercas, 10 remolques y cinco anotadas.

Lo mejor es que, sumando abril y mayo, ya igualó su tope personal en cuadrangulares. En 2012, sacó nueve pelotas de parque en 155 compromisos con los Padres de San Diego. Esta vez le bastaron 29 encuentros para registrar esa misma cantidad.

Ahora mismo, incluyendo la más reciente jornada, la proyección del antillano es de 47 estacazos de vuelta completa. Ese número significaría ocho más de los que alcanzó en su carrera antes de 2017 (39). Tal cantidad también le permitiría empatar el récord que impuso Rafael Palmeiro en 1999 y 2001, de más bambinazos en una zafra para un nacido en Cuba.

Tan buena es la campaña de Alonso que su mánager, Bob Melvin, comenzó 2017 alineándolo en los últimos puestos del orden, pero en nueve de los últimos 10 enfrentamientos lo utilizó del quinto lugar hacia arriba.

Hombre nuevo

Tal vez la línea (average/promedio de embasado/slugging/OPS) .311/.386/.667/1.053 no les recuerde mucho a Yonder. Es lógico si tomamos en cuenta que antes de esta zafra sus marcas vitalicias en las Mayores eran bastante discretas: .269/.334/.387/.721.

Pero esto forma parte de lo renovado que está el inicialista en su octavo año en la Gran Carpa. En lo siguiente, trataremos de explicar lo que pasó luego de gastarse toda la temporada muerta trabajando en su mecánica y en el swing. Primero, a echarles un ojo a sus números:

Año	Equipo	Liga	J	PA	AB	R	H	2B	3B	HR	RBI	BB	SO	AVG	OBP	SLG	OPS
2017	OAK	Americana	29	101	90	14	28	5	0	9	24	11	22	.311	.386	.667	1.053

Alonso, mientras no hubo béisbol de Grandes Ligas, se planteó “castigar más la bola” y “enviarla al aire más recurrentemente”. Hasta ahora ha cumplido esas dos metas al pie de la letra.

Si de “castigar” se trata, las conexiones del cubano pasaron de tener una velocidad de salida de 87.7 millas por hora en 2015, a 88.2 MPH en 2016 y, nada más y nada menos, a 91.3 MPH en lo que va de año. El promedio de la liga en 2017 es de 87.7 MPH.

Su porcentaje de batazos “fuertes” también sufrió cambios impresionantes para bien. En 2015, solo el 28.5 por ciento de sus impactos fueron considerados fuertes. El año pasado ese número ascendió a 32.3 %. Pero en la presente temporada va por 40.0 por ciento. Nada mal, ¿verdad?

Ahora hablemos de su deseo de batear más elevados. Esto puede ser un arma de doble filo, debido a que si las conexiones no viajan con suficiente fuerza, se traducirán en outs en los guantes de los jardineros, algo que entiende Alonso y hasta ahora no ha tenido problemas con ello.

El ángulo de lanzamiento que promedió el de La Habana en 2015 estuvo en un pobre 7.6 grados. Eso quiere decir que casi no alzaba la pelota. Ese año 49.2 % de sus impactos fueron roletazos. En la campaña siguiente subió a 10.3 º. Se dice que el punto “dulce” para conectar extrabases es entre 10 º y 30 º, es ahí cuando entra por la puerta grande el renovado Alonso: en 2017 promedia ¡21.0 GRADOS! Las bolas que salen de su bate, por si fuera poco, recorren 225 pies.

Alonso proyecta 146 imparables, 26 dobles, 47 cuadrangulares, 115 remolques y 68 anotadas. ¿Se convertirán esos números en realidad? Mantener el ritmo y la salud será la clave para un toletero que, de poder sostener esta notable mejoría, entra en el mejor momento de su carrera en las Grandes Ligas.