Gamboa era el boxeador cubano llamado a romper todos los moldes en el profesionalismo, pero lamentablemente o no estuvo bien asesorado o no hizo caso a los buenos consejos Web Screen Shot |
Por Pedro J. González / pgonzalez@elnuevoherald.com
Sorprendió, y mucho, la derrota por nocaut técnico del boxeador cubano Yuriorkis Gamboa a manos del púgil mexicano Robinson Castellanos (22-12) este viernes 5 de mayo en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.
No porque haya perdido contra un peleador prácticamente desconocido, sino por la forma, al no salir a pelear en el octavo asalto luego de caer a la lona en el tercero y el cuarto.
“Me sentí muy mareado y sentí que no podía continuar", dijo Gamboa. “Hemos entrenado duro”.
Lo que no queda claro si estaba mareado por los golpes, por la mala preparación, o por los problemas para dar el peso de 133 libras.
Cualquiera sea la causa el hecho es que Gamboa no se presentó como corresponde a un boxeador de su categoría y lo pagó muy caro, tan caro que pudiera hasta ser el final de su carrera y es una pena.
El Ciclón de Guantánamo tiene ya 35 años y pocos combates en los últimos años, por lo que tendrá que tomar una de las decisiones más importantes de su vida, sabiendo que ese no es precisamente su fuerte.
Gamboa tiene que decidir si sigue peleando o si prefiere dedicarse a la enseñanza de este hermoso arte. Si elige seguir tendrá que exigirse al máximo en su preparación para tener una digna despedida en los uno o dos años que le quedan de boxeo.
Personalmente, me duele muchísimo. Gamboa era para mí el boxeador cubano llamado a romper todos los moldes en el profesionalismo, pero lamentablemente o no estuvo bien asesorado o no hizo caso a los buenos consejos, dejando a Bob Arum por Floyd Mayweather y 50 Cents.
Lo vi debutar en Estados Unidos un 30 de octubre de 2007 en el Seminole Hard Rock en Hollywood dando un recital de golpes y pidiendo pelear contra los mejores. No había duda que había llegado un campeón.
Pero el ex medallista olímpico y bicampeón mundial tras un gran comienzo no pudo tener continuidad y su carrera fue descarrilando.
Después de sufrir su primera derrota ante Terence Crawford en el 2014 y de llevar 15 meses sin pelear ganó el pasado 11 de marzo por decisión al nica René Alvarado. Un mes y medio después Gamboa no se vio en forma ante Castellanos y lo pagó con su segunda derrota.
Gamboa sigue teniendo el boxeo dentro y, según sus propias palabras, se entrenó duro, pero eso no le alcanzó. Ante Castellanos no tenía ni fuerzas, ni agresividad, ni pegada, ni nada.
Lo importante ahora es que no se engañe, que sepa que trabajar duro no es suficiente, que si decide seguir es porque está dispuesto a someterse a una verdadera transformación.
Solo así volverá a ser ese púgil de clase mundial que un día fue y que todos esperan ver.
"Entrenado duro" dice, lo que hay que oir. si hasta panza tenia. tremendo ridiculo que hizo. este deberia primero pasar un curso de como usar la cabeza y despues volver a entrenar si le queda algo. bueno fue, pero lo perdio por bruto.
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