Mientras el país se desangra, la Serie Nacional mantiene sus 16 equipos

¿Por qué en Cuba se mantienen 16 equipos de beisbol en la Serie Nacional?
¿Por qué en Cuba se mantienen 16 equipos de beisbol en la Serie Nacional?
Por Boris Cabrera.

¿Por qué en Cuba se mantienen 16 equipos de beisbol en la Serie Nacional? La pregunta cae como un martillo en la cabeza de los amantes del buen espectáculo y de los que batallan para que no muera nuestro deporte nacional. Por años, nadie sabe a ciencia cierta porque razones, se detuvo la emigración de peloteros cubanos hacia otros lares, tal vez embriagados por discursos de tierras prometidas o quizás asustados por historias dantescas y cuentos de camino.


Lo cierto, es que en Cuba quedaron todos, un conglomerado de peloteros virtuosos y prospectos increíbles que salían de todas partes, y se amontonaban unos sobre otros, amparados por el gobierno y sustentados por el dinero fácil que llegaba por tuberías socialistas desde la vieja Europa. La cantidad de equipos por un momento pareció exigua, muchos peloteros de valía quedaban a la sombra de campeonatos de segunda categoría y ligas azucareras, los estadios se abarrotaban, los niños querían ser como esos ídolos y el futbol solo era un deporte exótico que apenas asomaba su cabeza por la televisión nacional.

Hoy en día las cosas son bien diferentes, ya nadie se embriaga con discursos de tierras prometidas, nadie cree en historias dantescas ni en cuentos de camino. 

Los peloteros cubanos descubrieron un túnel por debajo del mar y escaparon, el sistema social de la isla se sostiene con muletas plagadas de comejenes, escasea el efectivo, y nuestro deporte nacional es ahora el futbol internacional. El beisbol es un anciano que arrastra los pies y respira con crónicas y chismes de peleas y directores insolentes. 


Se rompieron las cadenas y las pirámides deportivas y los 16 equipos de beisbol de nuestra serie nacional lucen como un campo inmenso donde está sembrado, si acaso, una docena de plantas que corren el riesgo de marchitarse bajo el sol abrasador de nuestro trópico. Un equipo por más de medio millón de habitantes es más que un absurdo bajo estas condiciones, se inflan las estadísticas y los errores al campo, llueven las bases por bolas, se queman etapas y el viento huracanado que nace en los estadios se lleva nuestra paciencia y nuestros sueños de victorias internacionales.

Es necesaria una reestructuración, un parche urgente que disminuya el aire que se escapa, que detenga el desinfle de este globo al que aun llamamos pelota y el primer paso es concentrar calidades, unir talentos, monopolizar estirpes y limpiar colores. No es posible esa representación quijotesca de las provincias mientras el país se desangra y la economía sigue cuesta abajo, 16 equipos solo están multiplicando las alcantarillas por donde se escapa, sin remedio y con nostalgia, nuestro pasatiempo nacional. 

Saludos amigos.


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