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| Es uno de esos batazos que lamentablemente han sido olvidados quizá porque no decidieron campeonatos o no fueron en desafíos cruciales contra Estados Unidos o Japón. Foto tomada del sitio de origen |
Por Osvaldo Rojas / osvaldo@vanguardia.cu
Cuando de jonrones espectaculares en torneos internacionales se habla en nuestro béisbol casi siempre los primeros que se mencionan son el de Agustín Marquetti contra Estados Unidos en el Mundial de Nicaragua, en 1972, el de Lourdes Gourriel frente a los propios norteamericanos en la decisión de la justa del orbe de 1988 o el de Antonio Muñoz ante Japón, en la cita planetaria de 1980, por mencionar algunos.
Sin embargo, hay otros que lamentablemente han sido olvidados quizá porque no decidieron campeonatos o no fueron en desafíos cruciales contra Estados Unidos o Japón. Uno de estos casos es el bambinazo que disparó Armando Capiró frente a Venezuela en los Juegos Panamericanos de San Juan, Puerto Rico, el 10 de julio de 1979, hizo ayer 38 años.
Con un racimo de cinco carreras los venezolanos tomaron amplia ventaja de 6 a 1 en el sexto capítulo y agregaron otra en el séptimo, aunque los criollos pisaron la goma dos veces en el sexto e hicieron una en el llamado inning de la suerte.
Así, los representantes de la hermana nación bolivariana llegaron al noveno con marcador favorable de 7 a 4 que ponía en peligro la cadena de 21 triunfos consecutivos que tenían los cubanos desde los Panamericanos de Cali, Colombia, en 1971.
En esa entrada el abridor Evelio Ovalles que tan buena actuación había rendido golpeó a Pedro Medina y soportó cañonazo de Rodolfo Puente. En esa situación el manager Pompeyo Davalillo llamó al zurdo Jóvito Escobar para que le trabajara a Wilfredo Sánchez.
El mentor cubano Servio Borges respondió enviando de emergente al recio toletero Armando Capiró, quien respondió a la confianza depositada en él y disparó kilométrico batazo que sirvió para igualar las acciones.
En el décimo Venezuela amenazó y Braudilio Vinent fue llamado a relevar al pinareño Jesús Guerra. En el cierre de ese episodio Rodolfo Puente con doblete de oro empujó a Pedro Medina con la carrera de la victoria, 8 a 7.
Pero el gran héroe del juego fue Armando Capiró con su jonronazo en el noveno inning con dos hombres a bordo que propició el empate y evitó que a Cuba le quebraran la cadena victorias consecutivas en las citas continentales que con aquella sonrisa se elevó a 22.
Por el elenco de la Mayor de las Antillas antes que Vinent y Guerra pasaron por el box Rogelio García, Juan Carlos Oliva y Lázaro Santana.
Excelente recuento de la actuacion de Capiro y otras glorias del beisbol cubano que formaron parte de aquellos elencos con jugadores de alto nivel en los anos 70, 80 y principios de los 90, los que en su mayoria hubieran jugado y no pocos brillado en las Grandes Ligas.
ResponderBorrarPara que se tenga una idea del deterioro que ha experimentado la pelota cubana desde aquellos anos dorados (en los que tambien tenian exito otros compatriotas en el Big Show) y al margen de las justificaciones que salen de Granma y del INDER, se puede afirmar que ninguno de los pitchers que actualmente forman el equipo nacional de la isla (por solo referirnos a este departamento) hubieran podido formar parte del staff de lanzadores de ningun equipo de las Series Selectivas, ni pensar siquiera que estos muchachos de ahora hubieran llegado al equipo B nacional.
¿Donde hubieran lanzado los Yera, Torres, Banos, Sanchez, Moinelo o Entenza, en aquellos anos de Aleman, Carrero, Guerra, Oliva, Rogelio Garcia, Tati Valdez, Arocha, El Duque, Darcourt, Changa, Vinent, etc, etc, etc?