¿Hacia que precipicio se encamina la pelota cubana en su crisis?

Décadas y décadas llevan las selecciones nacionales compitiendo a nivel internacional y jamás, ni siquiera luego de la inclusión de los profesionales en torneos de todo tipo, se registró un balance tan adverso como el de este año.
Décadas y décadas llevan las selecciones nacionales compitiendo a nivel internacional y jamás, ni siquiera luego de la inclusión de los profesionales en torneos de todo tipo, se registró un balance tan adverso como el de este año.
Por José A. Rodríguez.

La palabrita provoca comezón en directivos y entrenadores, pero cada vez hay menos maneras de esquivarla: es crisis y no otra cosa lo que vive la pelota cubana. La prueba la acaban de dar los equipos envueltos en torneos internacionales por estos días.


Un equipo, supuestamente A, participó en la Liga Canadiense Americana, de categoría triple A (llevándola bien), y se marchó con balance de cinco triunfos y 16 reveses, y luego perdió también el tope ante los universitarios de Estados Unidos. Mientras el otro, el B, después de arrancar muy bien en el tradicional torneo de Rótterdam, Holanda, terminó en el último puesto.

La primera nómina mezclaba a varios de los mejores peloteros que quedan en Cuba y no fueron contratados vía Instituto Nacional de Deportes y Recreación (Índer) con figuras jóvenes, mientras que el otro reunió lo que sobraba después de todo lo anterior.

Se supone que el primer plantel, entrenado por Roger Machado y con Víctor Mesa como entrenador de bateo, se hizo para ganar en ambos torneos adonde fue, y así lo expresó Machado antes de partir, pero ni lo uno ni lo otro. En la Liga Can-Am se puso como listón solamente ganar más de lo que perdía (12-11), lo cual ya no era demasiado, y en el tope imponerse, pero cayó 2-3.

A primera vista, dio la impresión de que los técnicos cubanos subestimaron el nivel de la Liga Can-Am, porque si bien no cuenta con peloteros de Grandes Ligas, sí tiene a muchos con experiencia en este tipo de evento, y los jóvenes tienen talento.


Sin embargo, este criterio choca luego con las declaraciones de ellos mismos (luego de perder la mayoría de los juegos), en los que hablaron de lanzadores de primer nivel, y hasta mencionaron las Ligas Mayores. Esto último no se lo cree ni el mismo Víctor Mesa, autor de las célebres palabras, en un afán por justificar la peor actuación de un equipo con el traje del Cuba en la historia.

Décadas y décadas llevan las selecciones nacionales compitiendo a nivel internacional y jamás, ni siquiera luego de la inclusión de los profesionales en torneos de todo tipo, se registró un balance tan adverso como el de este año. Ahí se incluyen temporadas en las cuales se perdieron topes con Estados Unidos, Japón o profesionales mexicanos de los años 80 del pasado siglo.

Muy mal está el pitcheo cubano, principal causa de los fracasos más recientes, pero el bateo tampoco está mucho mejor, pues basta con mezclar un poco los lanzamientos y ya se domina a la batería antillana. El propio Roger Machado reconoció que sus pupilos no están acostumbrados a serpentineros con tres o cuatro tipos de lanzamiento, y mucho menos a ver la mayor parte del tiempo pelotas a más de 90 millas por hora.

Pero no se está descubriendo el agua tibia, son males ya viejos de la pelota cubana, siempre achacables a lo mal que se trabaja en casa.


Por estos días fueron noticia unas declaraciones del exlanzador capitalino Lázaro de la Torre, quien se mostraba bien molesto con aquellos que para todo echan la culpa “al mal trabajo de la base”. ¿Qué base?, se preguntaba el llamado Brazo de Hierro de la capital, si a los entrenadores de abajo no les dan nada, así nadie se estimula para trabajar bien.

En igual sentido se manifestó el exjardinero matancero Lázaro Junco, quien se confesó harto de seguir esperando por el apoyo del organismo deportivo. Según sus palabras, ni uniforme para jugar le han dado en casi dos décadas de trabajo tras su retiro, y ni hablar de sus muchachos, porque es gracias a los padres que pueden seguir practicando béisbol.

Así las cosas, es muy difícil lograr resultados, y mucho menos mantener en Cuba al talento que de manera natural nace en la Isla. Ese es el único argumento que pueden esgrimir los enemigos de la palabra “crisis”, que siguen saliendo peloteros, pero eso ha ocurrido, ocurre y ocurrirá siempre en Cuba, a pesar de lo mal que trabaja la vilipendiada Comisión Nacional.


Párrafo aparte merece el escándalo que protagonizaron los miembros del cuerpo de dirección en el último encuentro de la Liga Can-Am. En el último inning, con hombre en primera base, se conecta un roletazo al campo corto, y se decreta quieto en inicio, porque el camarero deja escapar la pelota. Luego se reúnen los árbitros y se declara out el corredor por interferencia, y ahí vino el diluvio.

Primero fue el coach de primera, Mayito Vega, quien lanzó improperios al por mayor al árbitro principal, encargado de revocar la decisión inicial. Luego fue Machado, que protestó también airadamente, echando tierra a los pies del imparcial, y finalmente (no podía faltar), fue Víctor Mesa, quien a barrigazo limpio mandó al hombre de negro a las duchas, hasta que se decretó el forfeit.

Es cierto que se trataba de una jugada de apreciación, que no admite revocación por lo general, y que se trataba de un momento importante, porque el empate estaba en base, pero vamos, se trata de una Liga a la cual Cuba asiste como invitada (no valen sus triunfos y derrotas para tener una ubicación), no es para tanto.


Lo único que pueden ganar con eso es que no inviten más al equipo nacional a incursionar en ese certamen, lo cual será una variante de fogueo menos, y un estímulo menos para los peloteros cubanos. Como quiera que se vea, es una pérdida, todo por un partido que no representaba nada, ni iba a cambiar la pésima imagen dada por el conjunto a lo largo de la lid.

Ya no queda nada más a nivel internacional para Cuba este año, y los amantes del deporte de las bolas y los strikes deberán esperar al 5 de agosto, para el reinicio de la Serie Nacional. Cuando digo amantes, debiera escribir fanáticos, porque el torneo doméstico está tan depauperado que no vale la pena perder tiempo (bastante) y dinero (bastante) en ir a ver un partido que da tan poco espectáculo, con permiso de Víctor Mesa.


Comentarios

  1. El analisis de Jose A. Rodriguez deja claro la situacion deplorable del beisbol cubano y la falta de interes de los dirigentes por salir de esta crisis, que parece irreversible. Personalmente nunca pense que tambien el beisbol, como antes paso con la cana de azucar, el guarapo, la carne de res o el tabaco, podria llegar a un punto de no retorno.

    Al margen de que estos sistemas de economia centralizada y control autoritario arrasan con todo, incluyendo economia, valores, deporte y herencia social, en el caso del beisbol con solo algunos cambios (que los bandoleros al frente del gobierno no van a hacer) se podria comenzar a revertir lo que parece inevitable: la extinction de nuestro deporte nacioanl frente al futbol y la indiferencia.

    1- La Serie Nacional debe ser reducida a no mas de 6 equipos, lo que ahorraria cuantiosos recursos y concentraria la mermada calidad de los atletas. Cuba tiene mas equipo en su pelota de 1er nivel que Japon y Venezuela, paises que nos superan ampliamente en poblacion.

    2- Permitir que los peloteros cubanos que juegan en las GL o en cualquier liga del mundo puedan invertir sin trabas en terrenos, implementos, etc. Cespedes y Puig, por ejemplo, han expresado ese deseo en mas de una occasion.

    3- Eliminar la Comision Nacional de Beisbol y sustiturila por un ente colegiado y sin condicionamientos ideologicos de expeloteros cubanos de GL y de las Series Nacionales.

    4- Mostrar en la television y la prensa escrita de la isla todos los exitos de los peloteros cubanos en GL, poiendo enfasis en los juegos en que ellos participen.

    5- Contratar (con el $ que merecen) a los mejores entrenadores cubanos, muchos de ellos expeloteros, para trsabajar en los distintos niveles de la pelota

    6- Abrir la puerta a sucrusales de los equipos de Grandes Ligas y todos los patrocinadores que esten dispuestos a invertir.

    En conclusion, sustitutir el actual sistema comunista...y como eso parece menos probable que Cuba gane la Copa Mundial de Futbol, entonces a recorder solo las glorias de lo que in dia fuimos en el beisbol
    Carlos Aleman

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