Por Marly Rivera.
Adeiny Hechavarría era un pelotero relativamente reconocido en Cuba durante su adolescencia. Se le comparaba con Germán 'El Imán' Mesa por sus dotes excepcionales y fluidez para cubrir las paradas cortas. Así fue antes de marcharse en lancha en 2009 rumbo a México con otras 11 personas.
Tras firmar un contrato inicial de cuatro años con los Azulejos de Toronto en abril de 2010, el jugador nacido en Santiago de Cuba, en la región oriental de la Isla, tuvo que esperar hasta 2012 para debutar en las mayores con Toronto. Una temporada más tarde fue intercambiado a los Marlins de Miami en un acuerdo de 12 jugadores, ganándose su primera titularidad para los peces en 2013. Allí jugó la posición todos los días durante más de cuatro temporadas antes de ser cambiado a los Rays de Tampa Bay a principios de esta campaña.
Marly Rivera, de ESPN, dialogó con Hechavarría para hablar sobre su opinión acerca del creciente número de cubanos en las Grandes Ligas, la dificultad de jugar mientras hay turbulencia política en su país de origen y sobre si los Marlins pueden empezar a atraer más aficionados en Miami.
¿Por qué se pusieron las camisetas con la bandera de Venezuela durante la práctica de bateo?
Llegué al clubhouse y vi que en cada locker estaba esta camisa. Yo sé todo lo que está pasando en Venezuela y todo. Y sí, me la puse por apoyar a mis amigos venezolanos tanto aquí como en los demás equipos. Nosotros comprendemos por lo que ellos están pasando. Lo comprendo yo más que nadie, los cubanos, que sabemos lo que es eso. Pienso que es para que ellos vean también que nosotros los estamos apoyando.
¿Es difícil concentrarse en la pelota cuando pasan ese tipo de cosas en tu patria? ¿Qué recomendación les puedes dar a tus compañeros venezolanos?
En verdad es muy difícil, es muy difícil, y ellos oyen esto y van a decir que tengo razón. Es muy difícil cuando tú estás pasando por algo muy personal, lo que sucedió con mi padre como me pasó a mí en Cuba. No era ningún juego. Lo cogieron preso muchas veces por salir de Cuba, no, y es una cosa muy estresante. Yo tenía 20 años cuando aquello. Mi mente no era tan fuerte como está ahora. En verdad que es algo, lo único que puedo decir es que hay que estar fuerte de mente y tener mucha paciencia. En verdad eso es, yo pienso lo que pueden hacer. Lo que puedo decirles a ellos es que tengan mucha paciencia y que en realidad es fuerte porque pasé por eso, es muy fuerte, difícil de explicar. Por el dolor que están pasando yo lo entiendo perfectamente porque yo pasé por eso.
Béisbol Experience es la iniciativa de ESPN que explora, durante toda la temporada, el enlace entre el juego y la cultura latina.
¿Qué significa para Cuba ver este aumento de peloteros cubanos en Grandes Ligas, como hemos visto en los Medias Blancas y en los Marineros?
Hay un canal en Cuba que a veces pasan, no televisan lo que es la pelota, no, pero pasan algunas cosas rápidas y salen algunos cubanos. Cuando yo llamo a Cuba siempre me hablan de eso. Me pone feliz porque pienso que ya en Cuba están viendo lo que están haciendo los cubanos aquí. Eso es algo muy positivo. En verdad cada día, cada año viene entrando otro cubano a las Grandes Ligas. Eso es algo bueno.
Con Yonder Alonso, Seattle tiene a 4 peloteros cubanos en el plantel de 25, ¿te parece increíble que todos ustedes, muchos que se conocen desde niños, estén aquí ahora?
Sí es algo increíble y a la vez emocionante. Yo fui a un Panamericano Juvenil con (José) Iglesias, con (Dayán) Viciedo, y ellos están (o estuvieron) aquí también en Grandes Ligas. Eso es emocionante verlo y que tú puedas compartir y decir 'te acuerdas allá en Cuba cuando estábamos así, así, y ahora mira estamos aquí'. Sabes son cosas que a veces hablamos. Es muy bonito. De verdad que me siento muy contento que Seattle haya hecho eso. Hay muchos cubanos allá jugando y pienso que es muy bueno.
Con lo que pasaron tú y tu familia, cuando uno mira atrás, ¿crees que todo valió la pena?
Sí, claro que valió la pena. A mi papá lo cogieron 13, 14 veces saliendo de Cuba. Era muy estresante. Menos mal que yo estaba jugando en Doble-A cuando aquello. Pero no podía jugar bien. Era algo increíble. De verdad algo muy estresante. Ahora ya sí puedo decir que sí valió la pena. Ya mi papá está aquí conmigo. Estamos felices. Ya él entró a Cuba. Vino. Pienso que sí, sí valió la pena.
¿Has visto las restricciones para regresar a Cuba un poco más relajadas?
Bueno, sí pero yo pienso que ellos se están relajando un poco porque antes nadie podía entrar. Ahora allá después de ocho años uno puede entrar. Pienso que las cosas están mejorando.
¿Te parece extraño ahora cuando vas a un aeropuerto en Estados Unidos y ves vuelos viajando rumbo a La Habana?
Para ser sincero sí, es un poco extraño porque antes no se veía. En verdad es un poco positivo para uno. Me pone contento porque uno ve eso y piensa como ¡wow!, antes no se podía. Mira ahora, es verdad que las cosas están cambiando. Es algo positivo.
¿Ya te sientes completamente adaptado a vivir y jugar pelota en Estados Unidos?
En verdad se puede decir que sí. Ya el inglés lo entiendo bastante. Hablo bastante. Me da pena hablar por cámara, ahí si me pongo nervioso, pero sí me he adaptado mucho, mucho. No es algo que todavía me está como sonando en la cabeza, como todavía no me adapto a esto. Pero ya se puede decir que estoy bastante adaptado y principalmente feliz de estar aquí logrando mi sueño.
Adeiny, ya fuiste canjeado a Tampa, pero con la pobre temporada que han tenido los Marlins, ¿crees que la falta de José Fernández fue un factor?
Sí, claro que afectó. En verdad que ese dolor fue grande para nosotros, que José Fernández era un muchacho (que estaba) siempre sonriendo, siempre haciendo juegos con uno, con otro, y éramos muy apegados también. Sí, el equipo sí sufrió mucho con eso. Después que pasó lo que pasó, por lo menos lo que quedó de temporada, no fue lo mismo y era una cosa muy fuerte estar concentrándose así en el juego. De verdad que es una cosa muy difícil.
Fui cambiado de Miami para acá y estoy contento porque todavía estoy en la Florida. No pienso que fue algo así, ¡wow! me mandaron lejos. Pero también hay muchos cubanos aquí en Tampa y contento con el cambio. No pienso que es algo que me haga sentir mal porque esto todo el mundo sabe que es así, hay cambio hoy, un cambio mañana. A lo mejor mañana estoy jugando por otro equipo. Pero principalmente estoy feliz con Tampa que me dio la oportunidad de jugar todos los días y le agradezco a los Marlins también que me dio la oportunidad de jugar todos los días allá.
¿Qué pasa con la falta de apoyo a los Marlins de los fans y a veces pasa en Tampa, cómo se logra que sean más apoyados por los fans?
De verdad no sé. Es una cosa difícil. Pienso que a lo mejor, como hay muchos cubanos, debe haber más cubanos en el equipo. Puede ser una causa. Pero en verdad no sé cómo explicar tanto eso. Yo pienso que sea en parte porque no hay más cubanos ahí. Yo pienso si hubieran más cubanos en un equipo, en una ciudad donde hay muchos cubanos, vayan más fanáticos. Creo que ese puede ser un factor.
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