Duarte es de esos jugadores que un director siempre quiere tener en su equipo. Sobre el diamante pocos peloteros logran contagiar con tanta adrenalina Foto: Juan Moreno |
Por Eduardo Grenier Rodríguez.
Termina el primer partido de la temporada en el Capitán San Luis y la gente no se quiere ir. Fueron meses sin béisbol de primer nivel en el coloso vueltabajero, tras la nefasta actuación de los Vegueros durante la pasada campaña, y eso hace que los aficionados se muestren renuentes a abandonar las gradas. Entre aplausos y gorras viradas hacia atrás, parece como si esperaran un segundo partido. «La afición apoyó a Lazo hoy», me comenta acertadamente un amigo.
Lo cierto es que, luego de semanas de especulaciones sobre el debut del Rascacielos desde el puesto de mando, los pinareños arrancaron con el pie derecho. El desafío lo decidió con un cuadrangular —¿quién si no?— el capitán del conjunto, Donal Duarte, un jugador que por más de diez años ha defendido la franela verde amarilla y que, por lo visto, continuará con su rol protagónico dentro de la ofensiva de los Vegueros.
Duarte es de esos jugadores que un director siempre quiere tener en su equipo. Sobre el diamante pocos peloteros logran contagiar con tanta adrenalina a sus compañeros y representa, además, un seguro tanto a la defensa como madero en ristre. Me atrevo a decir que ha sido un pelotero infravalorado, pues su estabilidad campaña tras campaña algunas veces ha pasado inadvertida.
Pocos minutos después de concluir el choque, pegado al banquillo del home club, el antesalista pinareño agarra unas pesas y realiza algunas repeticiones para fortalecer los bíceps. Luego me comentaría que el bateo de larga distancia es una de sus prioridades este año. Tras finalizar su rutina, acepta conversar con JR.
«Este año vamos a luchar por la clasificación, empezamos bien y no vamos a parar hasta conseguirla. Yo como capitán siempre estaré ahí, al pie del cañón, intentando aportar en todo lo que pueda», comenta, antes de asegurar que «todos los partidos de Pinar yo los voy a jugar desde la tercera base porque en defensa también quiero aportar al equipo y a Lazo».
Precisamente su amistad con el Rascacielos es uno de los factores que lo hacen encarar la contienda con una motivación adicional. «La gente dice que Lazo es mi amigo, y no es así. Él, más que un amigo, lo considero un padre. Lo admiré siempre por ser un gran lanzador, personalmente lo quiero mucho y ahora tengo el privilegio de jugar bajo su mando. Puedo decirte que Lazo va a ser el director del equipo Pinar del Río por mucho tiempo, porque sus resultados van a ser excelentes. Algo te aseguro, y es que mientras él esté dirigiendo yo voy a estar jugando», aseveró el antesalista oriundo de San Luis.
Sobre la designación del pítcher más ganador en Series Nacionales para dirigir a los Vegueros, Donal añadió que «a Lazo, Cuba entera lo siguió cuando era atleta, pero ahora es el director del equipo y yo estoy convencido de que también será un gran mánager, porque tiene muchísimos conocimientos y una gran experiencia como pelotero».
Al referirse a su estado de forma para enfrentar la incipiente temporada, «El Lobo» dijo encontrarse muy bien físicamente: «Me preparé bastante este año, hemos estado cuatro meses entrenando para la Serie Nacional. Además, con vistas a empezar a tope bajé un poco de peso, que quizás la gente no lo note, pero sí te aseguro que perdí algunas libras. Durante este tiempo también hemos priorizado el trabajo con las pesas y eso me ha permitido empezar el campeonato sintiéndome fuerte».
Por último, el capitán de los Vegueros aclaró el rumor que circula sobre su decisión de no participar en la Liga Can-Am: «Al inicio de la preparación para la Serie decidí no ir a Canadá porque quería jugar bajo la dirección de Lazo y apoyarlo en todo lo posible. Además, el equipo donde jugué el año anterior en la Can-Am no pidió este año jugadores extranjeros y eso me facilitó permanecer aquí en Pinar del Río, que era lo que yo quería», concluyó Duarte.
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