Por Boris Luis Cabrera.
Yadel Martí dejó tatuado su nombre en la historia del beisbol cubano, sin grandes recursos físicos, se alzó desde la subestimación y la duda, dominando a su antojo los rivales que tuvo delante en el primer clásico mundial de beisbol. Todos los cubanos, a ritmo de la conga santiaguera, sufrimos y lo acompañamos en cada lanzamiento, su promedio inmaculado de carreras limpias permitidas y su inclusión en el todos estrellas de la competencia de más alto nivel que haya tenido que enfrentar jamás un equipo cubano de beisbol, lo hacen inmortal en la memoria de todos.
Su cubanía es un líquido invisible a los ojos que le sale a borbotones por los poros, respondiendo algunas preguntas para nuestra revista Play-Off, no disimuló su amor por la tierra que lo vio nacer, ni sus ansias de encuentros y reconciliaciones, como tampoco enfundó el machete que blande sobre la cabeza de ciertos dirigentes deportivos, que tantas zancadillas le ponen a diario a nuestro deporte nacional.
¿Dónde está y que está haciendo ahora mismo Yadel Martí?
«Actualmente estoy viviendo en Phoenix, Arizona, soy gerente de operaciones de una agencia de representación: Phoenix Sports Agency»
¿Cómo se defiende un cubano como tú, cuando los directivos del beisbol en la isla, llaman ¨traidores¨ a los peloteros que por distintas razones emigran a otros países?
«Jamás podemos ser catalogados como traidores, a la postre quienes se van de Cuba como yo, por injusticias y decisiones tomadas por los directivos al mando de la nave del beisbol, como Higinio Vélez, por ejemplo, no podemos ser llamados así. Traidor es quien, por creerse dueño, margina a los peloteros, quienes son los que en realidad se merecen los triunfos, traidor es el que nos obliga a tomar decisiones en contra de nuestra voluntad para poder ganarnos el respeto adquirido en nuestra trayectoria.
Al final tengo que agradecerle, pero con 28 años, yo no tenía nada que buscar en otro lugar, si Higinio Vélez no me hubiera precisado a tomar esa decisión de salir del país, me hubiera quedado dándolo todo por mi municipio, por mi provincia y por mi país, yo tenía en Cuba todo lo que un jugador necesitaba para eso, los traidores no somos nosotros. Cuando yo perdí el oro en china 2007, me dijo ¨a todos nos llega el momento, creo que con tu actuación es un hecho qué hay que darle paso a las figuras jóvenes¨, solo tenía 28 años y me dio baja del cerro pelado, nunca fui de su agrado, no mostró ningún respeto hacia mí.»
¿Te arrepientes de haber dado ese salto en tu vida?
«Nunca he sido hombre de arrepentimientos, no me arrepiento. Aquí he podido construir una familia, la cual amo mucho y digo que las cosas pasan por algo, pero a la vez, dejé en mi Cuba toda mi vida y la familia con la que nací, sin saber si en algún momento la iba a poder volver a ver con vida, pero aun así corrí el riesgo.
Esperé nueve largos años para regresar y estoy muy feliz con el recibimiento que me dieron, no tuve ningún contratiempo, pasé unos días muy lindos allí en mi isla, estoy feliz por eso».
¿En algún momento te consideraste el mejor lanzador de la escuadra cubana, teniendo en cuenta tu tremenda labor en el primer clásico mundial de beisbol?
«Yo nunca fui el lanzador número uno de la escuadra cubana, imposible serlo donde habían nombres como Pedro Luis Lazo, Norge Luis Vera, Adiel Palma, Ormani Romero o Viyoandri Odelin, simplemente fui el que mejor actuación tuvo en el primer clásico mundial de beisbol, que para mi entender, fue la prueba más difícil que ha tenido que enfrentar nuestro beisbol, pero el lanzador número uno, jamás».
Has jugado en varias ligas desde que te fuiste de Cuba, ¿dónde has visto más calidad? ¿Dónde te ha resultado más difícil dominar a los contrarios?
«Es muy difícil comparar, México tiene una muy buena liga de verano y excelente de invierno: Yucatán, Minatitlán, Veracruz y Mazatlán. Estuve en la liga de Venezuela con los Caribe de Anzoátegui, fue excepcional. En Puerto rico jugué con los Leones de Ponce y vi muy buen nivel también y en República Dominicana con los Tigres del Licey, una liga muy fuerte y más aún en las finales, no por gusto esta liga tiene, después de los Estados Unidos, la mayor cantidad de jugadores, así que es bien difícil decirte cual es la mejor, la más fuerte».
¿Qué metas tiene ahora Yadel Martí?
«Tengo una meta, tratar de transmitir mis conocimientos, y aunque no pude llegar a jugar en la gran carpa, ayudar a quien necesite de mis consejos, trucos o mañas para convertirse en un mejor lanzador».
¿Estarías dispuesto a regresar a Cuba, a ayudar en el desarrollo del beisbol acá, con tu experiencia de todos estos años o de alguna otra manera si te lo pidieran?
«La verdad eso sería algo que jamás va a suceder mientras no comprendan que el beisbol no es una cosa política, no llegará esa bendición, y te digo bendición, porque sería la ocasión perfecta para demostrarle a esos que nos llaman traidores, el orgullo y el placer que sentimos cuando con nuestro aporte pudiéramos ayudar a defender y rescatar algo que se ha perdido en nuestro país, y escúchame bien, nadie, pero nadie, va a luchar más que nosotros por lo nuestro, por nuestro deporte nacional. Siempre estuvimos orgullosos de nuestro beisbol, hoy nos da coraje no poder estar en los podios en competencias internacionales, yo estaré siempre dispuesto, el día que no estén esas personas que quieren dañar nuestro pasatiempo nacional y que ligan el deporte con la política, podrán contar conmigo siempre. No somos militares, nada sabemos de cosas de estado ni nada parecido, pero por la parte deportiva, defenderemos siempre nuestro país y lo pondremos en alto, cuando se hable de Cuba, allí estaremos, pero siempre en nuestra esfera: El deporte, en este caso el beisbol».
¿Qué debe cambiar en tu país para que no se muera la pasión por el beisbol?
«En realidad llevo mucho tiempo fuera y no me corresponde decir que debe y que no debe cambiar, eso es tarea de la comisión nacional, deben evaluar que está faltando, para eso está el comisionado, para limar detalles y tomar medidas, no para estar llamando traidores a los que están aquí, aquí todos están dispuestos a representar las cuatro letras de Cuba, a representar a su país, como todos los peloteros del mundo. Deberíamos unirnos todos, apoyarnos los de allá y los de aquí, todos tenemos sangre cubana y todos darían cualquier cosa por representar a Cuba. Solo queremos seguir sintiéndonos orgullosos de nuestro beisbol».
¿Aun sigues a los Industriales desde la distancia?
«Industriales es mi vida, yo diera mucho más de lo que pudiera dar por ver mi equipo azul volver a florecer y pienso que no solo está en la dirección, pienso que está en la manera como se lleva el equipo. Te aseguro que dirigir industriales no es nada fácil y confirmo que Rey Vicente Anglada hay uno solo. Estoy seguro que este año vuelve a rugir el León».
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