Lionard Kindelán, de 21 años e hijo del “Tambor mayor”, líder histórico de jonrones en la pelota cubana (487), confiesa que desea labrar su propio camino en la pelota Foto tomada del sitio de origen |
Por Harold Iglesias Manresa y Giusette León
Tiene un paso cadencioso, similar al de su padre Orestes Kindelán cuando enrumbaba hacia el cajón de bateo. Es casi imposible que los comparen a ambos, aunque Lionard Kindelán, hijo del “Tambor mayor”, líder histórico de jonrones en la pelota cubana (487), confiesa que desea labrar su propio camino en la pelota, amén que desde que nació el 21 de agosto de 1996, las bolas, los strikes y los batazos de vuelta completa, le arrullan, así como el zumbido ensordecedor de ese estadio caldera con nombre Guillermón Moncada.
Por si esto no bastara, se desempeña igualmente en el primer cojín…
Tener una colega apasionada del béisbol tiene sus ventajas. Giusette se viste de reportera en cada nueva visita de una novena al Victoria de Girón matancero y no dejó escapar la llegada de Santiago de Cuba. Por cierto, tanto cocodrilos (20-13) como avispas (16-15), al momento de redactar estas líneas, están inmersos en la porfía por el avance a la segunda ronda del campeonato, ya sea entre los cuatro agraciados directos o en la porfía por uno de los dos comodines.
De vuelta a Lionard (cuatro cuadrangulares), si bien no se halla entre los punteros en vuelacercas conectados, ̶ el líder es el granmense Lázaro Cedeño con nueve ̶ , su poder madero al ristre es incuestionable. De hecho, llegó a la 57 Serie precedido de su liderazgo en el torneo Sub-23, en el cual despachó 11 pelotas, récord para dicha competición.
Sus números en el instante de esta entrevista no eran muy halagüeños (Ave-228; cinco extravases y 18 jits en 79 turnos; idénticos OBP y slugging de 392; y relación ponches boletos de 28-21).
Pese a estos rubros se dispuso a intentar conectar los envíos de Cubasí:
Herencia de tu papá
El poder, la fuerza al bate, el pensamiento técnico táctico y el deseo de jugar bien al béisbol…
¿Sobre qué elementos enfocas tu preparación? ¿Es ventajoso poder entrenar el bateo con tu padre?
En las prácticas de bateo empecé trabajando para el right, para dejar que los lanzamientos corran un poquito más y pegarle ya arriba del home al lanzamiento. Lo primero es la selección de los mismos, y ahí es donde radica el mayor aspecto negativo que he tenido. Me estoy dando muchos ponches y la mayoría están derivados de una selección de lanzamientos en zona mala, acompañada de la ansiedad en el cajón de bateo.
Estoy trabajando fuertemente para corregir eso, ya que una de las cosas que tiene que tener el bateador es paciencia, estar tranquilo en el home y seleccionar bien los lanzamientos, es decir, tener disciplina en el plato para poder conectar bien la bola.
Entrenar con un bateador como mi padre es un privilegio. Le debo mucho a él en mi crecimiento, al igual que al resto de los preparadores que he tenido en Santiago de Cuba, tanto en el sub-23, como ahora en la Serie.
Cabe destacar que Orestes Kindelán no solo fue un bateador de poder, sino que igualmente sobresalió en cuanto a tacto propiamente se refiere, pues en 21 campañas, con un pitcheo superior en calidad al que exhibimos en nuestros días, eso sí, con bate de aluminio, promedió 313 ofensivamente.
¿Qué lanzamientos conectas con mayor soltura?
En estos momentos, y de la forma en que han salido las conexiones, sobre las rectas he trabajado mejor. Poco a poco le estoy cogiendo el golpe también a los rompimientos, ya que, como se dice en el argot cubano, las curvas son malas hasta para los choferes…
Diferencias del pitcheo entre el sub23 y la Serie Nacional
La diferencia que he notado y considero fundamental es el pensamiento de los lanzadores. Me he dado cuenta de que los lanzadores no piensan igual aquí en la Serie Nacional que en el Sub 23, donde dependen más de su recta ya que son muy jóvenes y el brazo está bastante nuevo, la mayoría tiran de 86 a 90 millas… Aquí en la Serie Nacional es diferente, la mayoría de los pitchers no llegan a las 88 millas y muchos dependen de sus rompimientos, de algunos lanzamientos que son claves en su repertorio, y de pensar mucho. No se regalan fácilmente y siempre están buscando la zona en la que el bateador se le dificulta más golpear la bola.
Pitcher más difícil que hayas enfrentado en tu novel carrera
En estos momentos no podría decirte un solo nombre, ya que la mayoría de los lanzadores a los que me he enfrentado tienen bastante recorrido ya en la Serie Nacional, como Vladimir García, de Ciego de Ávila, pues con la experiencia que tiene supo cambiar el tiempo, mezclar bien los lanzamientos, buscar la zona en que he pasado más trabajo para conectar y tanto fue así que en dos turnos al bate no pude sacar un hit. Me sucedió algo parecido frente a Matanzas con Yoanni Yera y Jonder Martínez, pitchers que tienen también bastante experiencia y siempre tratan de no regalarse…
¿El jonrón se busca o sale?
Muchos peloteros grandes dicen que el jonrón sale y yo me he dado cuenta de que es así. Hay veces que uno dice: “voy a buscar un jonrón” y lo da, pero hay veces que, sin embargo, cuando menos se lo espera el jonrón sale solamente con hacer la técnica del bateo bien y seleccionar un buen lanzamiento para conectarlo. Con la fuerza que uno tiene y una buena mecánica de bateo, el batazo sale solo.
¿Santiago clasifica?
El equipo está en buena forma y la mayoría como somos jóvenes tenemos el ánimo bastante arriba y sabemos que, a pesar de la juventud, tenemos la calidad y los deseos de clasificar como todos los equipos que participan en la 57 Serie Nacional. Como hemos venido haciendo hasta ahora, esperamos dar un buen espectáculo. Con eso, teniendo los deseos y confiando en Dios, las cosas van a salir.
Muchos en Cuba esperan que Santiago, uno de los cuatro grandes históricos, regrese a los primeros lugares del béisbol cubano ¿están conscientes de ese reto?
Sí, nos hemos dado cuenta, ya que en la mayoría de las provincias donde hemos jugado como visitador buena parte de la afición que asiste al estadio es para ver al equipo de Santiago jugar y muchos nos piden y nos exigen que hagamos las cosas al 100% en el terreno para que Santiago vuelva a estar entre los primeros lugares de Cuba. Justamente eso es lo que hacemos, salir a darlo todo en el terreno siempre, sea cual sea el rival…
Lionard Kindelán tiene sueños, como todo pelotero joven. Van desde aspirar a probarse en una pelota de mayor calidad, como la liga japonesa o la MLB, hasta alzar un título de Series Nacionales con esta nueva versión de Santiago de Cuba.
La presión a diario recae sobre sus hombros como un edificio apuntalado. Ser hijo de Orestes Kindelán y tratar de labrar tu historia por esfuerzo propio, se dice fácil, pero puede no serlo. Por ahora, haciendo un swing al éter, su horizonte beisbolero pasa por clasificarse con la armada indómita y contribuir a que vuelva a colarse entre los cuatro grandes de un campeonato, condición que por mucho tiempo en la historia de Series Nacionales, habían ostentado.
Juan Manuel Diego Olite
ResponderBorrarPor el hambre q hay igual los bateadores no dan un hr ni de 350 pies
Menos mal que no llegan a las 88 millas si no ya estuvieses por los 100 ponches, esperaba más de este Santiago
ResponderBorrarDarien Medina Bonilla