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| El hijo del otrora slugger camagüeyano ya tiene un premio MVP colgado en su casa |
Por Fidel Alejandro Manzanares
La Confederación Mundial de Béisbol lo tiene bien claro: Loidel Chapellí Zulueta es uno de los prospectos más importantes de este deporte, y así lo refirió con la distinción en su gala cuatrienal, efectuada recientemente en Gaborone, Botswana.
A su padre la noticia le llenó de orgullo, pero le exige a diario al chico de apenas 16 años, quien ya tiene colgado en la pared de casa un premio de MVP ganado en el Mundial para la categoría sub-15, celebrado en Japón hace apenas un año, y donde Cuba logró conquistar el cetro.
Algunos estiman que al Chapellí Jr. le falta estatura, pero su swing es temerario como la fuerza de sus antebrazos. No muestra desesperación a la hora de valorar su desarrollo deportivo; sus sueños pasan primero por la Serie Nacional de Béisbol, por tal motivo todas las tardes alista su jornada vespertina con el equipo juvenil en la Escuela de Iniciación Deportiva Cerro Pelado, de Camagüey.
Es precisamente su progenitor quien comanda los entrenamientos de la nómina para menores de 18 años. Sabe el preparador que llegar lejos depende de disímiles factores; incluso para un notable bateador como lo fue él, mundialista en la versión de 1998, y a quien el tope contra los Orioles de Baltimore un año después en La Habana, le deparó su última incursión con el equipo Cuba.
«Mi padre llegó a la selección nacional con mucha dedicación. Su ejemplo me inspira y para nada me presiona, todo lo contrario. Trato de limar a diario algunos problemas especialmente a la hora de defender la primera base. Igual juego los jardines, pero me quedo con la primera».
Ha sido un año muy cargado, incluida la experiencia en Liga Elite Junior de Quebec, además de Mundial juvenil en Canadá. ¿Cómo resumes este 2017?
«La preparación fue siempre enfocada en el Mundial. Ya este evento para la categoría es de muy alto nivel, nada que ver con lo que me había topado en el Mundial de Japón en el 15-16. Lanzadores con un repertorio de hasta seis lanzamientos y una velocidad tremenda. Y aunque me sentía bien, no es lo mismo. Además ellos ya juegan con una agresividad impresionante, atacan las bases.
«Para Cuba fue muy difícil, pero teníamos calidad suficiente para imponernos, pero las cosas no nos salieron bien y quedamos en sexto puesto. Pero tenemos peloteros que también impresionan como Marlon Andy Pérez, un lanzador de La Habana, y un jugador de Cienfuegos, César Prieto. En sentido general fue un buen año para crecer».
¿Tuvieron preparación previa en la Liga CaNam para menores de 18 años?
«Sí, gran oportunidad. En Canadá fuimos a ver otra pelota. Ganamos la mayoría de los juegos. Es increíble como los chicos allá viven el juego de otra forma. Son ya profesionales a la hora de comportarse y no solo dentro del terreno de juego, y eso nos llamó la atención.
«El trato con el equipo nuestro fue extraordinario, con sumo respeto. Nos llevaban a las alcaldías de cada localidad que jugábamos, y ahí éramos recibidos con mucha cordialidad».
Me hablas de tus impresiones por una competición muy cercana a lo que sería la vida de un profesional. ¿Te ves en el día de mañana en el béisbol de la MLB o en algún sistema similar?
«Nadie sabe lo que nos depara el futuro. Primero pienso en el paso a la Serie Nacional. Dentro de dos años creo que estaré listo. Pero claro, jugar al máximo nivel es el sueño de todos. Por ahora nada me apura. Estoy muy tranquilo y confiado en el mañana».
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