Por Jorge Ebro
Algo más grande. Tan grande como un título mundial, eso es lo que quieren Yuriorkis Gamboa y su entrenador Pedro Roque para la siguiente pelea, luego del controversial triunfo el sábado pasado en el Madison Square Garden.
Roque, quien se unió con apenas un par de semanas al equipo de trabajo de Gamboa, considera que con un campamento de preparación de al menos ocho semanas y todas las condiciones científicas pudiera mejorar mucho más al ex campeón del mundo.
"Son otros los que deben negociar ese choque y ellos sabrán cómo hacerlo'', comentó Roque. "Mi parte es entrenar a Yuriorkis y llevarlo a un punto óptimo. Creo que con el tiempo suficiente se pueden lograr cosas importantes. Lo que vieron el sábado fue apenas un punto de partida para algo realmente superior''.
Gamboa fue decretado ganador por decisión mayoritaria ante Jason Sosa en la velada del 25 de noviembre en el Madison Square Garden en un combate extremadamente cerrado que provocó una fuerte polémica sobre la justeza del veredicto.
A pesar de que Gamboa recibió un conteo de protección y fue penalizado por un punto por agarrar, se le vio con una mejoría respecto a los combates previos, especialmente el de su derrota por nocaut técnico contra Robinson Castellanos.
Sosa, que igualmente venía de una derrota por nocaut frente a Vasyl Lomachenko, era el mejor oponente que encontraba Gamboa en su camino desde que se midiera en julio del 2014 al hasta ahora invencible Terence Crawford.
En el poco tiempo que estuvieron juntos, Roque intentó acondicionar lo mejor posible a Gamboa, intentando rescatar la explosividad que alguna vez le convirtiera en uno de los púgiles más solicitados por la prensa y los fanáticos.
"Gamboa puso mucha atención a mis palabras y siguió al pie de la letra lo marcado en los entrenamientos'', reveló Roque. "Solo una vez se apartó del plan de pelea y ahí vino el conteo. Por lo demás estoy muy contento con él''.
Desde que saliera de la isla en el 2009, Roque ha desempeñado varios puestos de importancia, primero como jefe del equipo nacional amateur de Estados Unidos y luego del de Azerbaiyán, país con el cual asistió a los Juegos de Río de Janeiro 2016.
Tras esa experiencia, Roque decidió instalarse en Miami y abrir su propio gimnasio, donde entrena a varios púgiles como Yampier Hernández, Jorge Romero y Yuniesky González, entre otros.
Pero su carrera como entrenador profesional recibió un espaldarazo tremendo al ser llamado a la esquina de Gamboa para ayudar al campeón olímpico de Atenas 2004 en esta victoria en el Madison Square Garden.
"Este es mi momento más importante y siento que es el inicio de cosas muy buenas que están por venir'', recalcó. "Gamboa no está acabado para nada. Lo que vieron de él el sábado es apenas la superficie de lo que vamos a lograr juntos. Con cualquier rival que nos pongan, si nos dan el tiempo suficiente, vamos a ir por la victoria''.
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