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| La paliza ante Artemisa parece un espejismo para la fanaticada Azul |
Por Gabriel García Galano
La última victoria azul este martes podría resultar pírrica a los devastadores efectos de la segunda fase. Si bien cada éxito aislado prepara a los aficionados para un repunte, estos suelen quedarse con las ganas.
La raya de ayer en el casillero de ganados, que los ayuda a mantenerse cuartos con cómoda ventaja sobre su más cercano perseguidor, Artemisa, supuso nuevamente el ver a un conjunto lo más apegado posible a lo que todos deseamos.
El KO 13-3 de la última comparecencia azul, vio destaparse una ofensiva dormida de la mano de Malleta, Tartabull y Oscar Valdés, mientras que Wilber Pérez amarró corto a los Cazadores, justo como se espera de un refuerzo como él.
No obstante, los guarismos, aunque ligeramente elevados, siguen sin ayudar a conseguir una racha victoriosa que los acerque a mejores posiciones.
Si bien el bateo subió ligeramente hasta llegar por encima de 260 (específicamente 263), y se ha visto una mejora del performance al bate, el pitcheo sigue haciendo aguas y con 5.96 de promedio de carreras limpias, lo cual hace imposible hilvanar una cadena de victorias que de al traste con los apuros que se viven en la tabla.
En defensa los Leones se mantienen igual, segundos con .981, un tremendo desempeño si bien este eslabón fue de los más complicados en campañas anteriores.
Granma, de gran actuar en esta segunda fase será el próximo rival de los Azules a partir de este jueves y trae buenas credenciales, pues le propinó un escobazo a la tropa de Víctor Mesa en su primer duelo en el Mártires de Bárbados, para tomar desquite por la barrida de la primera fase.
Ya veremos cómo logran saldar el encuentro los capitalinos.
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