El director de deportes de Ciego de Ávila se negó a informar a la prensa beisbolera local de la noticia Foto: Carolina Vilches |
Por Mario Martín Martín.
Roger Machado Morales, el mismo que ha llevado a Ciego de Ávila a tres títulos en la presente década, volverá a estar al frente de Los Tigres en la LVIII Serie Nacional de Béisbol en Cuba. ¡Y ya existe un hálito de optimismo en el mundillo beisbolero de la provincia!
Desde hace varias semanas existían dudas acerca de su permanencia en el puesto de mando de los avileños. Téngase en cuenta que, desde 1993, cuando debutó como receptor, el Cañón de La Rosa se ha mantenido ininterrumpidamente en estas lides, pues tras anunciar su retiro, en 2007, tomó de inmediato las riendas del equipo que tantas alegrías le ha dado a la afición del terruño.
Para no pocos especialistas la tarea más difícil de este mentor será, precisamente, la que tendrá que enfrentar en la venidera campaña. Ya la escuadra no posee la fuerza de sus años de glorias y tendrá que dosificar con acierto los elementos débiles y fuertes para volver a incluirse entre los finalistas de la pelota cubana.
Ya una vez, en la serie LIII, ocasión en que, al igual que este año, Ciego de Ávila no pudo avanzar a la siguiente fase, Machado supo levantar la moral del colectivo y llevarlo a obtener dos coronas consecutivas. Ahora, a no dudarlo, la encomienda será mucho más escabrosa.
Pero por favor, amigos lectores, no tilden de “poco noticiosos” o inoperantes a los profesionales de la provincia encargados de escribir y hablar de deportes. Ya sabemos que ustedes se enteraron por medios nacionales de la noticia… y nosotros, por igual vía. ¡Qué lástima!
Y les diré que tanto quien escribe, como Randolph Medina, periodista de la televisión avileña, una y otra vez le insistieron a Leonardo Rodríguez, director de Deportes en el territorio, para que nos informara de la decisión final, no para ser “agraciados” de saber, sino porque los avileños, con insistencia, nos reclamaban la información.
Una vez más, queda en entredicho la importancia que algunas entidades le ofrecen a la prensa de la provincia y, una vez más, mis colegas y yo no bajaremos la guardia ante un simple “jab al mentón” del orgullo profesional. No dejaremos de acompañar al movimiento deportivo local. A él nos debemos.
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