El manager de Granma ha resultado un genio desde el banco de los Alazanes |
Por Osviel Castro
En febrero de este 2018 Carlos Martí Santos cumplirá 69 años, de esos ha dedicado casi 50 al béisbol. En ese tiempo el actual director del equipo de Granma ha aprendido de todo, hasta sufrir desde los bancos desde los cuales ha timoneado tantas veces.
Por lo tanto, no es un improvisado, no es un “cualquiera” en el mundo de los diamantes. Al margen de estratégicas aparentemente cuestionables, debemos reconocer que el hombre sabe de pelota.
Dedico estas líneas iniciales al manager porque en los últimos días él ha sido cuestionado a diestra y siniestra por llamados especialistas de la radio, la televisión y la prensa plana, quienes les han echado en cara varias decisiones, como la de dejar en el banco al líder jonronero de la serie, Lázaro Cedeño.
La última andanada de las críticas contra el timonel sobrevino cuando anunció que su lanzador para el tercer partido contra Matanzas sería el refuerzo villaclareño Alain Sánchez. “Polémica”, “controvertida”, “llamativa”, “poco usual”, dijeron los comentaristas sobre esa designación.
Sin aspavientos, con la humildad que los caracteriza, Carlos Martí silenció anoche a todos esos que lo reprobaban. Claro que dependía de la actuación del pitcher Sánchez, pero, al final, haber ganado 7-2 contra los matanceros corroboró que el mentor estaba en la senda correcta.
Anoche tuve la oportunidad de hablar con él después de este juego que coloca a Granma con ventaja de 2-1 en este play off semifinal. “Alain tenía toda la disposición de lanzar, lo dijo desde que salimos de Matanzas y eso siempre un manager lo valora”, nos dijo a un grupo de periodistas.
Ahora que toco el tema, invito a varios colegas a que vayan al terreno antes, durante y después de cada partido, conversen con peloteros, los directivos, las peñas…. sepan las interioridades de cada equipo. No es lo mismo opinar desde la distancia, en un set de televisión, que hacerlo desde la cercanía cuando el cronista se empapa de detalles que ni siquiera imaginaba.
“Hay cuestiones internas que no deben mencionarse, por ética. Las interioridades de una selección llevan a tomar decisiones que a veces la mayoría del público no entiende”, me confesó.
Tal vez si algunos cronistas se volcaran más al terreno comprenderían al viejo director cuando dejó en el banco a Cedeño o, cuando contra cierta lógica, se inclinó por un solo lanzador para volver a soñar con el título de Cuba.
No sé qué pasará en este duelo contra los yumurinos pero al menos todos los que arremetieron contra Carlos Martí deberían darle crédito o, de lo contrario, guardar silencio.
Excelente artículo. Amén a cualquier otra decisión controversial o polémica, para emitir un criterio se tiene que tener todo el fundamento del mundo. Lo que le sucede a casi todos esos que critican es que han sido deportistas en sueños y nunca dentro de un terreno o una cancha.
ResponderBorrarHay muchas inferioridades dentro de una selección que por el limitado y también censurado trabajo periodístico nunca salen a la palestra pública. A Carlos Martí se le puede reprochar una jugada que no mande a ejecutar, una mala selección dentro del partido, pero él más que nadie sabe la dinámica y la plena verdad dentro de los vestidores... y para fatalidad de sus detractores las cosas le están saliendo bien.
Investiguen e informen a la afición es lo que deben hacer nuestros “avezados” comentaristas y periodistas deportivos, en vez de estar hablando de un tópico sin el conocimiento necesario.
Muy bien por Carlos Martí, un director valiente, sabio y muy profesional.
ResponderBorrarEs cierto que la prensa cubana en una gran parte, especialmente la nacional y en particular Oscar Sánchez de Granma, Roberto Pacheco de Radio Rebelde ,Rodolfo García y otros muchos más están parcializados a favor de Víctor Mesa y de paso con Industriales, la razón es poco ética y profesional , quieren congraciarse con VM 32 pues saben quien está en el gobierno detrás de el hace años dando su apoyo incondicional y permitiendole cualquier cosa.
Martí y el resto de los Directores de equipos valen por ellos mismos, por sus conocimientos, disciplina , ejemplo y entrega. Para ellos RESPETO.