Faltaron algunas figuras, pero los que asistieron se entregaron por completo a la gente |
Por Jorge Ebro
El Duque miró de reojo a su hermano e hizo una pregunta disfrazada de broma: "¿qué hace Liván con el equipo de Occidentales si él nació en Villa Clara?''. Y el menor de los Hernández no demoró su respuesta con otra interrogante burlona: "¿Y tú no eras de por ahí?''.
Nacidos en la capital de Las Villas, ambos son exponentes de lo mejor que hado la pelota de la isla en todos los tiempos, aunque ayer estuvieron del lado de Occidentales en el Séptimo Choque de las Estrellas Cubanas que tuvo lugar en el Tamiami Park.
Aunque sin los recursos de otros tiempos, el encuentro convocó a figuras de importancia y recibió el respaldo de un público querendón que recibió de vuelta, agradecido, las muestras de cariño de los peloteros.
"Hoy vamos a firmar todas las pelotas posibles, nos vamos a tomar todas las fotos que podamos'', agregó El Duque, multicampeón de la Serie Mundial. Hoy es un día más para ustedes, los fanáticos, que para nosotros''.
Y así fue. El juego fue un añadido. Los Orientales se impusieron 5-3 a los de Occidente con un sólido trabajo en el montículo de Yosbel Cancino y un doble impulsor de dos carreras de Alay Soler. Cargó con la derrota Osvaldo Fernández, pero el resultado fue lo de menos.
Faltaron algunas figuras, pero los que asistieron se entregaron por completo a la gente, desde un Euclides Rojas que es un profesor respetado, un Yadel Martí inolvidable, hasta un Enrique Díaz incombustible, como si todavía pegara hits con los Industriales.
El Juego de las Estrellas cubanas ha pasado por varias fases, algunas mejores y otras no tanto. Ahora se encuentra en un momento de continuidad que no es de los más felices, pero es un proyecto que no debe morir bajo ningún concepto.
Aplausos para Rafael Milanés que hizo de tripas corazón y lo que pudo con lo que tuvo para llevar adelante esta edición del 2018. Aplausos para El Duque que llevó la batuta del cariño entre los jugadores, sabedor de su estatus admirado. Mientras El Duque apoye, esta iniciativa podrá respirar.
"Estamos comprometidos a mantener con vida estos encuentros de amistad y recuerdo'', afirmó Milanés. "A veces no tenemos todos los recursos, pero el deseo es el mismo. Hoy todos los que vinieron, me dieron palabras de aliento para continuar''.
Al final, todos se unieron en un abrazo sincero. Algunos ex peloteros se ven bastante, otros lo hacen una vez al año, cuando todo el partido. La amistad, que yacía durmiente, reverdece de enero en enero.
Miami, todos los que puedan ayudar, deben echar hombro al esfuerzo de insuflar oxígeno al Juego de las Estrellas Cubanas. Todas las tradiciones atraviesan luces y oscuridades, pero perduran en el tiempo.
"Esto es algo muy lindo que no debe morir'', afirmó Liván Hernández. "Para mí es un día especial y sé que para los aficionados también. Todos vivimos un poco más rodeados del recuerdo y el cariño''.
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