Por Daniel Fumero
Después de caer estrepitosamente en el séptimo juego de la semifinal, la selección de Industriales nunca pensó encontrarse una muestra de respeto tan inmensa como la que protagonizó el equipo de trabajo del Hotel “Las Tunas”.
Minutos después de su derrota por nocaut en siete capítulos, resultado que los dejó sin vida en la 57 Serie Nacional, los Azules viajaron hacia la sede de alojamiento durante su estancia en la oriental provincia.
Nadie imaginó, sin embargo, que esos tuneros no los esperaban para gritarle “ruge leona”, o “Industriales pal latón”, o “Víctor, Carlos III”, o “Víctor, Camilo VI”. NO. Nadie sacó un ataúd. Ningún cartel fue expuesto.
A la llegada de la guagua Yutong, los trabajadores de la sede se colocaron en la puerta del lobby, hicieron el llamado pasillo de los campeones –que esta vez no lo fue- y comenzaron a aplaudir sin cesar hasta que pasó el último de los peloteros de la nave capitalina.
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