Granma reaccionó en su estadio y sometió a Las Tunas, se cierra la Finalísima

Los Alazanes de Granma no van a vender barata su corona en esta Final de la pelota cubana
Los Alazanes de Granma no van a vender barata su corona en esta Final de la pelota cubana
Foto: Ricardo López
Por Aliet Arzola / aliet@granma.cu

Los Alazanes de Granma no van a vender barata su corona. Hace un año ellos llegaron hasta el trono y han tomado el gusto a la posición de privilegio, por la que siguen luchando a brazo partido en la 57 Serie Nacional de Béisbol.


Tras perder par de encuentros en el Julio Antonio Mella, una plaza hostil en la que los Leñadores de Las Tunas han ganado cuatro pleitos en línea, los pupilos de Carlos Martí retomaron la senda triunfal y colocaron 1-2 el match por la corona nacional.

A continuación, los detalles más relevantes del tercer partido de la final y el primero en el Mártires de Barbados.

Lo mejor: El colega Osviel Castro nos comentaba que en el primer partido de la final, de 18 corredores granmenses que se embasaron, solo tres lograron anotar, y de las cinco carreras producidas, cuatro fueron por los jonrones de Guillermo Avilés. En una simple ecuación podremos percatarnos de que, entre los otros 16 hombres que llegaron a las almohadillas, solo uno pudo pisar la goma.

Revertir esa situación era la palabra de orden para los Alazanes, quienes, al menos en el primer tercio, prendieron las turbinas y marcaron nueve carreras, sin dudas una noticia halagüeña para los parciales de los campeones defensores.


El regreso de Lázaro Cedeño a la alineación, la producción de Raúl González y el paso firme que mantienen con el madero Roel Santos, Yordan Manduley y Guillermo Avilés son las notas más destacadas del conjunto granmense, que necesita seguir bateando para dar mayor libertad y margen de error a un pitcheo que se ha tambaleado todo el tiempo.

Lo peor: Las Tunas hizo aguas en el tercer partido de la final, y no solo por el frágil rendimiento de su abridor Vladimir Baños. También la defensa naufragó en Bayamo, donde subieron cuatro marfiladas a la pizarra, que bien pudieron ser más.

Por ejemplo, no se cuenta como error el fallo de Yunieski Larduet en el octavo, cuando atacó una línea de Raúl González que picó y se fue a lo profundo, abriendo las puertas a la décima y lapidaria anotación de los granmenses. Ese fue el último de los episodios negativos del patrullero central de los Leñadores, quien cometió otro par de pifias.

Además, Yordanis Alarcón se sumó al festín con un tiro salvaje que costó dos carreras, mientras Rafael Viñales dio muestras de su fragilidad con el mascotín en la inicial. Si bien se ha recuperado madero en ristre, en primera base es una bomba de tiempo que en cualquier momento de peso puede estallarle a los tuneros en las manos.



Lo inesperado: Cuando Pablo Civil escogió a Vladimir Baños en la última selección de los refuerzos, muchos coincidimos en que se trataba de una de las mejores apuestas por la calidad del pinareño en partidos de tensión durante los últimos años.

Sin embargo, el serpentinero no ha concretado una salida eficiente para los Leñadores, que todavía esperan por la primera victoria del vueltabajero. En cada una de sus tres salidas, le han pegado un jonrón de tres carreras y ha mostrado poco dominio, cuestión inesperada tomando en cuenta el prestigio del diestro.


Lo más preocupante: Granma se mantiene en carrera por la corona, pero se vislumbra que deberá hacer malabares con su pitcheo en la recta final del play off, en caso de que se extienda a seis o siete desafíos.

Tras superar el centenar de envíos en su salida de este martes, Alain Sánchez no podrá lanzar más hasta un hipotético séptimo desafío, mientras Lázaro Blanco, en caso de caminar como acostumbra este miércoles, tampoco estaría habilitado hasta el pleito final de la serie.

De cara al crucial quinto juego, en el que se decidirá si Granma sigue con vida o se va con ventaja a Las Tunas, dependerán del zurdo Ulfrido García, quien, si avanza en el choque, será su última salida del campeonato.

Eso deja desierto el puesto en la rotación para el sábado, cuando está pactado el sexto rollo de la película final. Para el mismo, Carlos Martí tendría que apostar por Yanier González, Leandro Martínez o César García, opciones no muy confiables dado el poder tunero, aunque César salió bien librado en su presentación más reciente. Lo otro sería mandar a la lomita a Yosver Zulueta o Raidel Martínez, teniendo en cuenta que ambos han sido abridores en sus cortas carreras.


Lo imperceptible: Habitualmente, en series de postemporada, se dice que quien gana el quinto, gana la serie, pero en este caso destacamos la importancia del tercer encuentro, que a la postre puede ser decisivo en los destinos de esta final.

Si Las Tunas vencía, dejaba en punto de mate el cotejo, con muchas probabilidades de sentenciarlo en Bayamo, pero un fracaso complica sus aspiraciones, en primer orden porque los Alazanes le cortaron de tajo la inspiración, y en segundo porque de cara al cuarto encuentro se medirán a Lázaro Blanco, quien muy pocas veces tiene dos salidas malas en fila.

Aunque parezca temprano en el compromiso, este tercer encuentro puede marcar un punto de inflexión en el mismo, con los Alazanes crecidos ante su público y encomendados a su mejor serpentinero.


La previsión: ¿Recuerdan que hace una semana hablamos de las estadísticas de Las Tunas solo los miércoles en la 57 Serie Nacional? Pues esos números (13 victorias sin derrotas con siete nocaos) se mantienen inamovibles y, aunque se trata meramente de un dato curioso, muchos se agarrarán de ellos para apostar por un posible triunfo de los Leñadores que deje la final casi cerrada.

Hay motivos para pensar que los tuneros pueden repetir su guion del miércoles pasado, porque el plantel ha seguido bateando, han conectado más jonrones y se medirán a un pitcher al que le produjeron con libertad hace solo cuatro días.

No obstante, para cualquier previsión debemos tener en cuenta que Lázaro Blanco ha sido el mejor pitcher de Cuba en el 2017 y ya en la presente postemporada, tras salir mal contra Matanzas en el Victoria de Girón, se desquitó con una joya en Bayamo. En lo que a mí respecta, considero que Blanco y los Alazanes van a nivelar la final.

Con el duelo 1-2, los Alazanes se encomendarán al brazo de Lázaro Blanco para igualar la serie y romper el hechizo de los Leñadores en los miércoles de la presente serie (13 victorias sin derrotas).


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