Por Jorge Ebro / jebro@elnuevoherald.com
Julio Pablo Martínez no podía irse sin pasar por el Versailles. Poco antes de tomar el avión que le llevó de vuelta a República Dominicana, el prospecto desayunó en el legendario restaurante para llevarse un recuerdo visual de Miami.
Pero eso no fue lo único que se llevó. En su maleta de vida iban también los elogios de los ejecutivos de los Marlins y los Yankees, quienes pudieron apreciar en privado las habilidades que convierten a Martínez en una de las principales promesas en el golpeado mercado de agentes libres cubanos.
"Quedaron muy complacidos conmigo y creo haberlos impresionado gratamente'', expresó Martínez, quien está a días de convertirse en agente libre. "Trabajé muy duro para llegar en las mejores condiciones y no puedo quejarme. Vamos a esperar cuando vengan las ofertas''.
Las ofertas llegaran muy pronto para el antillano, que se mostró en Miami delante del presidente de operaciones de béisbol de los Marlins, Mike Hill, y el nuevo vicepresidente de búsqueda y desarrollo de talento, Gary Denbo.
En Tampa la historia resultó similar. Otro showcase -bajo un frío cortante y húmedo- ante altos ejecutivos de los mulos que por el momento parecen los más agresivos por hacerse los servicios de Martínez, quien la próxima semana será visto por Texas.
"Ambas franquicias me trataron muy bien y siento que las dos tienen algo muy importante'', explicó Martínez, quien resaltó en las demostraciones por su combinación de velocidad con poder. "Los Marlins por su comunidad cubana, la cultura y la vida tan parecida en muchos aspectos a las de mi tierra. Los Yankees por su historial ganador, por lo que siempre han sido, son y serán''.
UN NUEVO HORIZONTE
Mientras vestía en noviembre del 2016 el uniforme de las Águilas de Trois-Rivieres, de la Liga Independiente Can-Am, Martínez decidió que era la hora de romper con la pelota cubana y buscar un nuevo horizonte para su talento.
En la Can-Am promedió para .298 con siete cuadrangulares y 21 remolcadas, cosechando elogios de todas partes, afianzando la confianza de contar con las herramientas para triunfar en el mejor béisbol del planeta.
Pero nada de esto hubiera sucedido si en Cuba no sufriera el dolor de verse fuera de la selección nacional que acudió al IV Clásico Mundial, a pesar del clamor de los aficionados y algún sector de la prensa.
"Eso fue como una espina que me afectó mucho, porque creía haber hecho lo suficiente para ser parte de ese equipo'', reveló Martínez, quien despertó el interés de los scouts desde sus días de estrella juvenil. "Uno trabaja fuerte para ganar algo en su carrera. Sentí que se había cometido una injusticia conmigo''.
Durante su última Serie Nacional, el jardinero de Guantánamo finalizó con una línea ofensiva de .333/.469/.498, con seis cuadrangulares y 24 bases robadas, además de recibir 52 bases por bolas. En cinco temporadas bateó para .293 con 23 vuelacercas y 105 remolcadas, junto con un OPS de .823.
CONFIADO EN SUS HERRAMIENTAS
Por sus 21 años de edad y sus cinco Series Nacionales, Martínez sería un agente libre sujeto a las restricciones del nuevo convenio salarial, que impone una cantidad fija a gastar para cada club en el mercado internacional.
A diferencia de épocas anteriores, cuando los equipos estaban dispuestos a pagar una penalidad -un ejemplo el caso de Yoan Moncada y sus $31.2 millones- por excederse del límite, ahora no deben sobrepasar una cifra fijada en algo más de $5 millones.
En cualquier caso y por el monto que sea su bono, Martínez estaría en condiciones de iniciar su recorrido por el circuito superior de la pelota profesional a una temprana edad para buscar un contrato jugoso más adelante.
"Me siento complacido al ver el interés que estoy despertando en las organizaciones'', agregó Martínez. "Sólo quiero que me den la oportunidad y el resto va por mi cuenta. Posee todo lo necesario para llegar y establecerme. Esa es la confianza que me inspira''.
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