El de la Copa Mundial Parma’88 fue un enorme equipo de pelota. |
Por Michel Contreras
Vamos a ver. Allí estaba el (a mi juicio) mejor catcher defensivo de las Series Nacionales, Juan Castro, acompañado por los dos mejores toleteros que ha dado dicha posición, Orestes Kindelán y Pedro Luis Rodríguez.
En el cuadro, Antonio Pacheco y Omar Linares armaban una yunta extraordinaria que escoltaban el poder de Alejo O’Reilly, la brillantez de Juan Padilla, la oportunidad de Lázaro Vargas y la pimienta de Luis Ulacia, cuyas limitadas facultades con el guante en las paradas cortas representaban uno de los dos únicos lunares de la escuadra (el otro residía en la escasez de zurdos en el roster atacante, donde O’Reilly era un caso excepcional). Pero claro, selecciones perfectas no existen.
En cuanto a los jardines, Víctor Mesa y Luis Giraldo Casanova bastaban para dejar en claro que la amenaza iba muy en serio. La cuarteta la completaban Lourdes Gourriel y Ermidelio Urrutia, ambos en plena madurez competitiva.
Por último, el pitcheo contaba con cuatro excelentes derechos de Industriales (Lázaro Valle, Orlando Hernández, René Arocha y el taponero Euclides Rojas), otro diestro siempre cumplidor (José Luis Alemán), y un par de estrellas de la llamada “mano equivocada”, Jorge Luis Valdés y Omar Ajete.
Este recuento no sería justo si pasara por alto la extraordinaria oposición del equipo norteamericano, que logró reunir a la mejor camada de peloteros universitarios que recuerdo y, en honor a la verdad, debió salir airoso en el encuentro decisivo. No obstante, un error arbitral en primera cambió el curso del choque –acaso por aquello de que la suerte siempre acompaña a los campeones-, y la escena quedó lista para los posteriores batazos de Gourriel y Vargas.
(La tropa norteña estuvo compuesta por una constelación de futuros ligamayoristas como el MVP del torneo, Tino Martínez, Robin Ventura, Dave Silvestri, Scott Servais, Jim Abbot, Charles Nagy, Joe Slusarski y Andy Benes).
No sin razón, mucha gente considera brillantísima a la escuadra que asistió a los Juegos Olímpicos de Barcelona, cuatro años más tarde. Sin embargo, la de Parma se me antoja superior: tenía a doce peloteros que después estarían en la cita estival –además del manager-, y los restantes ocho aportaban de conjunto más integralidad que sus reemplazos en el 92.
Receptores: Orestes Kindelán*, Pedro Luis Rodríguez y Juan Castro. Jugadores de cuadro: Alejo O’Reilly, Antonio Pacheco*, Juan Padilla*, Omar Linares*, Lázaro Vargas* y Luis Ulacia*. Jardineros: Luis Giraldo Casanova, Lourdes Gourriel*, Ermidelio Urrutia* y Víctor Mesa*. Lanzadores: José Luis Alemán, Omar Ajete*, Jorge Luis Valdés*, Orlando Hernández*, Lázaro Valle, René Arocha y Euclides Rojas. Director: Jorge Fuentes*.
Nota: Con asterisco, los peloteros que repitieron presencia en Barcelona’92. Los sustitutos de quienes se ausentaron entonces (Pedro Luis, Castro, O’Reilly, Casanova, Arocha, Euclides, Valle y Alemán) fueron Alberto Hernández, José Raúl Delgado, Germán Mesa, José Estrada, Osvaldo Fernández, Rolando Arrojo, Giorge Díaz y Juan Carlos Pérez.
Aquí la selección anterior del colega Michel Contreras:
Eso fue el globo inflado de los cubanos,,siempre jugaron contra universitarios,,algunos furos jugadores de GL,,mango bajito decian nen mi barrio
ResponderBorrarSiempre fue un globo inflado, pila de peloterazos enfrentandose a niños y muertos de otros paises.
ResponderBorrarEran buenos pero no vieron un rival de calidad nunca
Soy el Beni de Pinar del Rio, y ten presente que estos equipos jugaban contra peloteros que au'n empezaban, contra jugadores de segunda categoria, y que generalmente eran ancianos, Mercado de Puerto Rico,etc, entonces donde esta' la gloria?
ResponderBorrarSoy el Beni de Pinar del Rio, y ten presente que estos equipos jugaban contra peloteros que au'n empezaban, contra jugadores de segunda categoria, y que generalmente eran ancianos, Mercado de Puerto Rico,etc, entonces donde esta' la gloria?
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