Industriales inclinó la balanza e igualó la serie, pero el partido estuvo lleno de subtramas dentro del drama Foto: Yaciel Peña |
Por Aliet Arzola.
Cuando se gana, ganan los peloteros, y cuando se pierde, pierde el manager. Este adagio beisbolero se repite de esquina a esquina mil veces en una temporada, y muy probablemente se escuche por estos días cuando se lleve a debate el segundo duelo semifinal entre Leñadores y Leones.
Industriales inclinó la balanza e igualó la serie gracias a su productivo bateo y la certera labor de los relevistas, mientras los tuneros se desmoronaron en el último tercio, con pobre efectividad de su bullpen y muy poco gasto ofensivo.
Desde este espacio, analizamos las aristas más interesantes de este segundo partido en el Mella.
Lo mejor: Correcto, podemos darle una mención a Elder Nodal, Vladimir García, Yordanis Samón, Alexander Malleta, Juan Carlos Torriente y compañía, pero el premio gordo del apartado positivo se lo otorgo a Víctor Mesa, quien tuvo la visión de mover a sus piezas en el momento exacto, quizás, para muchos, yendo en contra de la lógica.
Por su juventud, no creo que muchos hubieran elegido a Nodal para venir con las bases llenas, perdiendo por una, y contra Alexander Ayala. Pero el 32 se decantó por el chico, quien no lo hizo quedar mal y empezó a disparar strikes hasta retirar a cuatro bateadores en un momento crítico para los azules, porque una conexión productiva de los Leñadores podía sacarlos de juego.
Víctor también se guardó la carta de Yordanis Samón y el granmense lo puso delante en la pizarra en uno de sus pocos turnos como emergente en lides domésticas. Más tarde, el manager azul, con solo dos de ventaja y el bote lleno, no «tumbó» a Edwin Yasser Caballero (ocupaba el turno de designado al correr por Eriel Sánchez), uno de los bateadores más débiles del plantel, quien negoció el boleto y dio paso a Malleta, autor de un grand slam.
Todas estas movidas impulsaron a Industriales y descolocaron un tanto a los tuneros, a quienes se les esfumó la posibilidad de irse a La Habana con dos victorias en su cuenta.
Lo peor: Pablo Civil no perdió el juego, en realidad sus peloteros fueron quienes no lograron completar el trabajo, pero el manager tomó varias decisiones cuestionables que disminuyeron sus opciones de ganar. En primer orden, desde hace días comentamos que Yudiel Rodríguez había recibido un cruento castigo de Industriales en el campeonato, por lo que existían pocas razones para mandarlo a la candela.
Es cierto que en la etapa regular ganó 12 partidos y que, en parte, gracias a sus servicios Las Tunas está donde está, pero en la postemporada el romanticismo te puede pasar factura, y a mí entender eso fue lo que le sucedió a Civil con Yudiel. Si quería colocar un zurdo, se pintaba solo el refuerzo holguinero Luis Ángel Gómez (20,2 entradas con tres limpias frente a los Leones), quien no era una garantía absoluta (tal cosa no existe en el béisbol), pero al menos contaba con historial reciente muy positivo, de hecho, el mejor de todos los lanzadores tuneros contra Industriales.
Más adelante, Civil se apuró en sacar a Yariel Rodríguez tras completar seis entradas, pues el agramontino iba en alza y tenía para una entrada más. De los últimos 21 bateadores que enfrentó, dominó a 15 y forzó a dos de ellos a conectar para doble play. Además, a medida que avanzó el partido ganó en control y aumentó la velocidad, al punto de registrar 92 millas en el sexto, inning que retiró a ritmo de conga.
Para colmo de males, Civil confió en exceso en el sustituto de Yariel el también joven camagüeyano Yosimar Cousín, quien después de otorgar dos boletos y recibir un jit, no tenía sentido dejarlo en la lomita. A la postre, le marcaron tres anotaciones que dieron vuelta a la pizarra y alejaron a los Leñadores del anhelado segundo triunfo.
Lo inesperado: Mencionamos arriba que Víctor Mesa estuvo exacto en sus decisiones y que nadie imaginaba que iba a colocar en el box a Elder Nodal con las bases llenas ante Alexander Ayala, pero tenía elementos para confiar en él.
En primer lugar, Nodal es un novel muy alabado por los técnicos capitalinos, y no los hizo quedar mal en la temporada. Por ejemplo, en las entradas que relevó solo le batearon 182, mientras sus guarismos globales reflejan un promedio oponente de 239 en función de relevista.
Lo más impresionante de su salida es que no tuvo nervios, porque enfrentó a Ayala en conteo de tres bolas, el cual emparejó poco a poco hasta retirarlo en un elevado central. Después, sin hombres en base, trabajó más cómodo y devoró en un santiamén a Yordanis Alarcón, Andrés Quiala y Yunieski Larduet. Su faena enfrió los bates tuneros, que luego se encontraron con la fortaleza de Vladimir García, cuando ya los bates pesaban un poco más.
Hasta cierto punto, en el partido también se dieron otros detalles inesperados, como los pésimos corridos de bases de Yosvani Alarcón y Quiala, quienes en total fueron puestos tres veces outs en las almohadillas, básicamente porque quisieron correr más que la pelota.
Lo más preocupante: Industriales y Las Tunas han jugado par de partidos y ya sus lanzadores suman 23 boletos, prueba de un descontrol que, quizás, aumente todavía más a medida que crezca la tensión en los próximos partidos.
Teniendo en cuenta que los Leñadores son un auténtico peligro con el madero, a los azules no les conviene acumular corredores por bases o pelotazos, ni tampoco a los orientales, quienes se enfrentan a una novena capitalina mucho más ajustada que la que jugó en la segunda ronda del campeonato.
Como detalle adicional en este apartado de cosas preocupantes, los tuneros no logran asimilar el horrendo paso en el rectángulo ofensivo de Yosvani Alarcón y Rafael Viñales, el líder natural del plantel y el puntero en remolques de la temporada.
De conjunto, ellos han ligado tres jits en 15 turnos, no han remolcado ninguna carrera y solo llevan dos anotadas, aporte muy por debajo de sus reales posibilidades. Que Las Tunas salga vivo del Latino dependerá en gran medida de un cambio de chip de estos limpiabases.
Lo imperceptible: ¿Alguien notó que tras los pasos de los peloteros no se levantó la tierra en ninguna zona del diamante del Mella? Pues si no se percataron de ello es porque la grama del parque tunero ni se enteró de que se estaba jugando béisbol allí. El terreno quedó como un plato tras las intensas labores de recuperación y acondicionamiento por las lluvias del fin de semana. La medialuna lució impecable y, en sentido general, los jugadores elogiaron el estado del campo, en el cual no parecía haber caído ni gota de agua.
La previsión: Con el empate a uno globlal, Industriales ha llevado la serie justo al punto donde quería, porque ahora los tuneros sentirán mucha presión en la caldera del Latino. El Coloso del Cerro, tras la victoria azul, será un hervidero el próximo jueves, cuando seguramente se subirá a la lomita Freddy Asiel Álvarez, notable en su primera apertura, malograda después por el bullpen.
Pero Pablo Civil no llega desprovisto a la cita. El manager de los Leñadores previó una situación de este tipo y reservó al experimentado derecho pinareño Vladimir Baños, quizás el hombre más capacitado en el actual staff tunero para aguantar los decibles del Latino. Es cierto que Baños tiene un historial de salidas desperdiciadas en partidos de postemporada, pero su pasado más reciente ha sido distinto, con actuaciones dominantes, incluso, en la arena internacional.
Debido a este detalle, creo que Las Tunas puede sorprender y abrir con victoria en La Habana, aunque no creo que logren barrer, por lo que las acciones deben regresar al Mella.
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