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Peña estuvo toda la temporada del 2013 con Detroit, se convirtió en un favorito de la afición y uno de los preferidos por sus propios compañeros. |
Por Jorge Ebro
Bryan Peña tiene ese aire de quienes han jugado toda una vida en Grandes Ligas. Decidido a alejar el último capítulo de su carrera profesional, el receptor cubano acaba de firmar un pacto de Liga Menor con un equipo que conoce muy bien: los Tigres de Detroit.
Por el momento, todo indica que Peña comenzaría la temporada en Triple A, pues los felinos cuentan con los establecidos James McCann y John Hicks en la receptoría, pero el cubano ha demostrado tener muchos recursos y rebasado varios obstáculos, de modo que un llamado en algún momento al equipo superior no puede descartarse.
Con 12 temporadas en sus rodillas, Peña es uno de los decanos de la embajada cubana en las Mayores y se le reconoce como un agente aglutinador y positivo en todos los clubes por los cuales ha pasado.
Su problema en las últimas dos temporadas han sido las lesiones, que le han confinado a un sitio inferior de su talento, al punto que en el 2017 solo pudo actuar en la Triple A de los Reales de Kansas City, donde terminó con una línea ofensiva de .274/.308/.298 en 134 turnos al bate.
Peña estuvo toda la temporada del 2013 con Detroit como reemplazo de Alex Avila, pero disfrutó de algunos momentos importantes y se convirtió en un favorito de la afición y uno de los preferidos por sus propios compañeros.
Con los Tigres, Peña conectó para .297 con cuatro cuadrangulares y 22 impulsadas en 71 encuentros detrás del plato, la tercera mayor cantidad de su carrera por detrás de sus 115 y 108 juegos en el 2014 y el 2015 respectivamente con los Rojos de Cincinnati.
De por vida, Peña exhibe una línea ofensiva de .259/.299/.351 en 638 encuentros, pero ahora, a sus 36 años, Detroit lo contempla más como un mentor de sus jóvenes prospectos en la granja, aunque con un hombre de su tenacidad, todo es posible.
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