Tras la derrota en la Serie del Caribe, los cubanos ponen la mira en el evento de Barranquilla 2018 |
Guadalajara.- EN MEDIO de las muchas opiniones generadas por el desempeño de Alazanes de Granma en la Serie del Caribe disputada aquí el béisbol cubano guía sus pasos más inmediatos rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
La justa con acciones en la capital del estado de Jalisco dejó sentimientos encontrados, pues si bien es cierto que el equipo dirigido por Carlos Martí no pudo abrirse las puertas de la final también quedó claro que su rango daba para conseguirlo.
No fue casual que encabezara el segmento clasificatorio con saldo de tres victorias y un revés, este frente al dominicano Águilas Cibaeñas, confirmado como su “bestia negra” en un duelo conclusivo dominado hasta el sexto inning por los “equinos”.
Lo sucedido desde su primera salida, exitosa sobre el venezolano Caribes de Anzoátegui, hasta el instante en que los de Quisqueya dieron un vuelco al marcador en la porfía del adiós, alentó sueños a base de una entrega alegre y comprometida elogiada por entendidos y aficionados.
Otra vez fue esquiva la sonrisa decisiva, y ello justifica cuestionamientos porque se trata del deporte más disfrutado en Cuba y ni siquiera ascender un escaño (del cuarto al tercero) cierra la herida de la insatisfacción cuando algo mejor estuvo al alcance.
Abundan criterios que van desde la integración misma del elenco hasta decisiones técnicas, y sobre sobre todo ello deberá reflexionar la Dirección Nacional, pero la imagen proyectada realzó a Cuba en un contexto exigente signado por competidores con mucho oficio.
Más de 30 hombres vinculados a organizaciones de Grandes Ligas y otros tantos con la condición de agentes libres dicen sobre la calidad reunida en un escenario al que Cuba tributó la única formación carente de figuras nacidas en otros países.
Por el contrario, seis concursantes formados al amparo de su sistema deportivo figuraron como contrarios tras incursionar en un mercado cerrado desde el bloque estadounidense al intercambio natural imperante para el resto del continente.
Como siempre sucede hubo desempeños por debajo de lo esperado y destaques individuales, con el experimentado Frederich Cepeda consolidado como pilar de mil quilates, mas todos habrían cambiado cualquier mérito personal por el festejo colectivo.
Apoyados en esa fortaleza se diseña el camino hacia Barranquilla, cuyo pasaje más cercano se concretará entre el 23 y el 25 próximos en Managua, capital de Nicaragua, con un tope de tres partidos contra la dotación anfitriona.
A inicios de marzo dos equipos conformados por integrantes de la preselección cubana se las verán en La Habana y Matanzas con Diablos Rojos de México y Guerreros de Oaxaca en cuadrangular pactada bajo el nombre de Unidos por la pasión.
Se trata de un paso llamado a consolidarse como fruto de las relaciones con la Liga Mexicana, y concebido ahora como preámbulo de una triangular interna que ampliará las opciones de observar a más aspirantes a defender los colores de la Isla en el compromiso más importante de la temporada.
Por cierto, será México el primer escollo de los cubanos en la lid cafetera, el 20 de julio, como parte de un todos contra todos que también le colocará ante Panamá (21), Puerto Rico (22), Venezuela (24), República Dominicana (26), Nicaragua (27) y la anfitriona Colombia (29, en la fecha del cierre).
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