El jardinero cubano se ha convertido en la más reciente sensación del mercado. |
Por Luis Alvaro Fernández
Tras pasar prácticamente desapercibido desde su fuga en agosto de 2017, se conoció que el guantanamero Julio Pablo Martínez ya es agente libre, y podrá firmar con cualquier organización de las Grandes Ligas a partir del 6 de marzo.
El jardinero de 21 años, veloces piernas, brazo poderoso y poder ocasional, ya había despertado el interés de los scouts desde la Copa Mundial de la categoría Sub-18, en Taichung, 2013. Ahí se destacó como segundo bate y right field, junto a prospectos como Luis Robert, Yoan Moncada, Yusniel Díaz, Vladimir Gutiérrez, Randy Arozarena, Víctor Víctor Mesa, Yolbert Sánchez y Moisés Ezquerréz.
En 2013, Martínez debutó con los Indios de Guantánamo en la 52 Serie Nacional de Béisbol, pero tuvo poca oportunidad, sobre todo por la eliminación de su equipo en la primera temporada donde se utilizaron refuerzos después de 45 partidos. Bateó .214/.296/.286, sin jonrones y con solo siete empujadas, pero ya en su tercer año comenzó a mostrar su valor, tanto a la ofensiva, como a la defensa.
Entre la serie 54 y la 56, Martínez cerró noveno en hits (245), octavo en carreras anotadas (164) y cuarto en bases robadas (49), dejando además una campaña de 12 jonrones (2016) y otra de 24 bases robadas (2017, su última). Integró el Juego de las Estrellas en octubre de 2016, y bateó el único hit de Orientales, un jonronazo contra el zurdo matancero Yoanis Yera, halándole el primer lanzamiento. En esa misma tarde, debido a las pésimas condiciones del terreno por la lluvia en el estadio Victoria de Girón, se lesionó y casi pierde la mitad de la segunda fase, ya de refuerzo con el conjunto de Camagüey.
Ese rendimiento fue suficiente para su contrato con el team de Trois-Rivieres, perteneciente a la Liga Independiente de Béisbol Canadiense-Americana, con quien debutó el pasado 6 de junio de 2017.
En medio de esta ola de varios cubanos que están recibiendo la oportunidad de entrenar con los principales equipos de sus franquicias en la actual primavera, Julio Pablo Martínez se convierte en un jugador con mucho talento que exhibir entre sus compatriotas. El próximo 21 de marzo cumplirá apenas 22 años, y sus cinco temporadas son suficientes para ser interés de alguna organización de MLB.
Así que, mientras 35 de los nacidos en la Isla se foguean e intentan ganarse un puesto de cara a la temporada, Julio Pablo Martínez tratará de pulir su juego a la espera de un contrato. Lo que sigue es un resumen de sus aciertos y de los puntos en los que aún debe afinar.
Su swing todavía no tiene un impacto definido
Un jugador de 23 jonrones en 1.016 bolas puestas en juego durante cinco campañas en el béisbol cubano, no es exactamente ese bateador que tendrá un poder indiscutible en la MLB. Cuando Martínez salió de Cuba, poseía un swing de contacto medio, poder ocasional y, en general, una agresividad creciente. Aunque tomó más bases por bolas cada año, su tasa de ponches no descendió. En 1.184 veces al bate, según Baseball-Reference, se ponchó en el 13.5% de las ocasiones, dejando un 0.2% de boletos sobre esa tasa de strikeouts, lo que revela su impaciencia.
Produciendo un .342 BABIP hasta ahora en su carrera, ¿qué habría sido de sus métricas si hubiera eliminado algunos ponches? Tal vez Martínez resulte alguien con menos poder que José Adolis García, pero con más éxito llegando a las bases y anotando carreras para su equipo.
¿Cuál es su verdadero valor defensivo?
Por la velocidad que tiene en el circuito, Martínez fue en Cuba uno de los jardineros de mejor alcance entre todos los que vieron acción de 2012 a 2017. Tiene un brazo poderoso, preciso, y buena capacidad de lectura de los elevados, tanto como de las bolas de línea y los roletazos. Puede jugar en el center field, pero si tuviera que moverse a alguna de las bandas, el right field sería la más indicada. ¿Usted ha visto fildear a Dexter Fowler o Curtis Granderson? Julio Pablo podría ser tan bueno como ellos cubriendo el outfield, pero con un brazo más respetable.
¿Cuántas bases podría robar Martínez?
El robo de almohadillas será uno de los grandes retos del guantanamero, pues en las Mayores hay decenas de jugadores que pueden batear extrabases y brillar en medio de esta nueva era de jonrones. Martínez deberá, por tanto, correr y explotar su velocidad si quiere enganchar un buen contrato y jugar varios años el mejor béisbol del mundo.
En la historia de las Mayores, apenas 160 jugadores han conseguido robarse 30 o más bases sin pegar jonrón en una temporada. El último en hacerlo fue Ben Revere, quien robó 40 con los Mellizos en 2012.
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