POR ESTO (Y MUCHO MÁS) ESTAMOS COMO ESTAMOS: Desgracias y sacrificios del beisbol infantil en Cuba

En Cuba, el deporte en categorías inferiores no ha sido atendido de la mejor manera en todos los casos y esto ha provocado que el esfuerzo o sacrificio no radique exclusivamente en los jugadores, sino también de los padres
En Cuba, el deporte en categorías inferiores no ha sido atendido de la mejor manera en todos los casos y esto ha provocado que el esfuerzo o sacrificio no radique exclusivamente en los jugadores, sino también de los padres
Texto y fotos: Cinthya García.

Ser deportista requiere sacrificio en cualquier nivel o disciplina. En Cuba, el deporte en categorías inferiores no ha sido atendido de la mejor manera en todos los casos y esto ha provocado que el esfuerzo o sacrificio no radique exclusivamente en los jugadores, sino también de los padres. Muchos de ellos son los encargados de conseguir el uniforme y demás implementos deportivos que los más pequeños necesitan para formar equipos. Lo anterior no es tarea fácil, teniendo en cuanta los precios en que estos se comercializan.


En el caso del béisbol, para que un menor represente a su municipio en el campeonato provincial, debe tener, al menos, un uniforme, zapatos específicos, un bate, un guante, y en caso de ser el receptor, debe usar una protección adecuada como caretas y rodilleras. Todo esto, por lo general, depende de la amplitud de los bolsillos familiares. Según algunos entrenadores, muchachos con gran talento no han podido estar en las nóminas por el hecho de no poseer implementos deportivos.

Además, el director y los integrantes del equipo tienen que agenciárselas para resolver pelotas. A veces las intercambian con otros equipos dentro del torneo, otras las obtienen como regalo de algún pelotero retirado del juego activo.

Aun así, cada día después de la escuela y todos los fines de semana, los padres acompañan a sus hijos a entrenamientos y torneos. El traslado tampoco es fácil. “Nos ponemos entre todos y alquilamos una guagua, porque si esperamos por el transporte público no llegamos a tiempo a los juegos”, comenta uno al que le ha tocado bien de cerca esta situación. 


Luego llegan a los terrenos previstos, los cuales no siempre tienen las mejores condiciones por el tamaño de la hierba o la falta de gradas, y el umpire designado para arbitrar el partido no está. Se retrasa.

En medio de estos sucesos, los niños dan lo mejor de sí. El equipo de béisbol de la categoría 11-12 del municipio Boyeros se coronó el pasado sábado como campeón de la provincial frente al elenco de Regla. A fin de cuentas, un padre nunca podría pararse en home y conectar luego el batazo decisivo.
















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