¿Cerrador o Abridor?¿Qué le espera a Raisel Iglesias en el 2018?

Pensar que a Raisel pudo afectarle el exceso de apariciones, es debatible. En 2015 y 2016 sumó más entradas que el año pasado y totalizó 21 aperturas entre ambas temporadas.
Pensar que a Raisel pudo afectarle el exceso de apariciones, es debatible. En 2015 y 2016 sumó más entradas que el año pasado y totalizó 21 aperturas entre ambas temporadas.
Por Juan Páez

Para nadie es un secreto que Raisel Iglesias emergió en 2017 como uno de los cerradores más confiables de las Grandes Ligas. Durante gran parte de la temporada, estuvo realmente hermético como el apagafuegos de los Rojos de Cincinnati, cuyo mánager, Bryan Price, le dio un uso a la antigua. Era normal que el antillano lanzara más de una entrada, pero tomando en cuenta de que la carga de trabajo pudo afectarle, ¿cómo lo manejarán esta campaña?.


El nacido en Isla de la Juventud, de 28 años de edad, trabajó 76.0 episodios y apareció en 63 juegos, en los que registró 28 salvados, 27 bases por bolas y 92 ponches. Su efectividad fue de 2.49. Solo dos taponeros más tuvieron mayor número de innings lanzados que el derecho: Brad Hand (79.1) y Alex Claudio (78.2).

AñoEdadEquipoWLERAGGFSVIPHRERHRBBIBBSOWHIP
201727CIN332.4963572876.05722215271921.105
Total:9123.141187334249.220189872381
En cuanto a los rescates de 2.0 o más capítulos, sumó ocho. Nadie tuvo más que él. De hecho, el segundo en ese departamento fue el zurdo Mike Montgomery, quien ni siquiera era el cerrador de los Cachorros de Chicago y se anotó tres salvamentos de ese tipo. Solo cinco serpentineros en la Gran Carpa coleccionaron al menos dos: Claudio, Chris Devenski, Ken Giles, Montgomery e Iglesias.



¿Le habrá afectado?

Pensar que a Raisel pudo afectarle el exceso de apariciones, es debatible. En 2015 y 2016 sumó más entradas que el año pasado y totalizó 21 aperturas entre ambas temporadas. Pero a la hora de argumentar el lado negativo, el del pensamiento de la carga de trabajo, salen a relucir los guarismos del isleño.

En sus primeros 42 presentaciones en 2017, desde el 3 de abril hasta el 26 de julio, su promedio de carreras limpias permitidas fue de apenas 1.45, debido a que concedió solo ocho anotaciones merecidas en 49.2 innings. Los contrarios le batearon para un minúsculo .169 y le pegaron seis extrabases. Y aceptó rayitas en cinco de esas 42 veces que se paró en la loma.

Pero todo eso cambió en los últimos meses de la ronda regular. Ya con los Rojos sin ningún chance de llegar a postemporada, en los 21 desafíos para cerrar la zafra, entre el 30 de julio y el 1 de octubre, su efectividad fue una abultada 4.44. En 26.1 tramos de trabajo, le anotaron 13 veces limpiamente y los oponentes ligaron para .269 de average. En ocho de esas 21 apariciones, le dieron la vuelta al cuadro al menos en una oportunidad.



¿Qué viene?

Es probable que el mánager Price decida darle un uso más conservador a Iglesias en la próxima campaña del big show, tomando en cuenta de que tiene mayores opciones en el bullpen gracias a las adiciones de los veteranos Jared Hughes y David Hernández, quien posiblemente trabaje como el preparador del cubano, y a las nuevas caras que intentarán ganarse un puesto en los entrenamientos primaverales.

El estratega podría tener más confianza en su cuerpo de relevistas y reservar al diestro solo para el noveno episodio, a fin de que su dominio pueda mantenerse durante todo el año sin perder la gasolina.

Esta es la zafra de consolidación para Iglesias, en la que se podrá saber si podrá ser definitivamente la compañía de Aroldis Chapman como la pareja cubana de cerradores y de si, aparte, podrá ser el taponero estelar de Cincinnati cuando este club termine su reconstrucción y vuelva a competir en las Mayores.




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