El ídolo de Las Tunas desmiente los rumores sobre su salud y discute su ausencia de los equipos Cuba de esta temporada Foto: István Ojeda. |
Dejamos esta entrevista a su consideración:
Título original:
Danel Castro: “Que le digan la verdad al pueblo”
Por Glenda Boza
Esta entrevista comenzó con una propuesta de matrimonio. “Dile [a Danel] que me caso con él”, le dije, vía SMS, a un amigo periodista, para que le transmitiera la petición al jugador de Las Tunas.
Su respuesta —la de Danel— vino un mes después: “Ven a entrevistarme, pero trae las alianzas”. Es la única broma que nos permitimos. Trabajo es trabajo; él se toma en serio la pelota… y las entrevistas.
Esta conversación podría estar llena de mediaciones. En los play-off de la pasada Serie Nacional (la edición 57), Danel Castro le sacó las lágrimas a miles de tuneros —y tuneras—. Su actitud en el cajón de bateo hizo recuperar la fe perdida y soñar a todo un pueblo con el título nacional.
Danel Castro fue —y es— un héroe en Las Tunas. ¿Y qué mujer no quisiera un héroe para casarse? Avisado el lector.
Fijados el lugar y la hora Danel esperó paciente con una tasa de café. “No me he dado un trago porque quiero estar claro en todo lo que te diga”. Buen comienzo, buen augurio.
Danel sabe que esta entrevista no saldrá en los medios tradicionales, pero confía en que su voz se difundirá. Quiere hablarme, para empezar, de la última mentira que sobre él le han dicho al pueblo pero, como buen entrenamiento, uno empieza con movimientos suaves para calentar. Ya lo bueno saldrá oportunamente.
Esta serie quedó marcada por tu bateo oportuno y, sobre todo, el jonrón con bases llenas en el sexto juego de la final, ante Granma. ¿Cómo reaccionó la gente?
La gente lo asumió bastante bien. Con Industriales me decían: “gracias a ti, Danel, vamos a la final” y con el jonrón: “Gracias a Danel vamos al séptimo juego”. Yo iba en mi carro —un Geely, blanco, de uso, que el INDER le entregó hace poco por sus méritos—, me veían, me paraban, querían tirarse fotos, a veces hasta paramos el tránsito. Eso fue una locura aquí. El pueblo de Las Tunas es muy agradecido. El día del jonrón fueron 60 y tantos mensajes y 60 llamas perdidas que no pude responder porque eran demasiadas. Amistades de aquí y de allá… Gestos muy bonitos.
¿En una entrevista dijiste que pensaste en tu papá?
Yo pensé en mi padre, pero primero pensé en esa acción de Carlos Martí de pasar a [Jorge] Jhonson para lanzarme a mí. Lo había hecho una vez y yo le había conectado, después lo repitió y fallé. Sabía que esta vez tenía que conectar porque para mí eso era una falta de respeto. Pensé que eso no se hace porque los números estaban a favor mío y, aunque yo tenga mis 41 años, todavía tengo…
Me concentré en conectar un sencillo y pensé en mi papá que era enfermo a la pelota y siempre me decía que yo no empujaba la bola para el right field. Yo siempre le decía “no soy bateador del right field, yo soy jalador de bola” y él me ripostaba “sí, pero tienes que empujarla”. De esas cosas uno se acuerda y mira, la empujé, así es la vida.
¿Qué representó para ti esa final? ¿Qué se pudo hacer para ganar? ¿Qué faltó?
Había que creérselo. Llegar a la final, discutir el título, y después cualquier cosa podía pasar. Siempre lo pensé así. No se dio como yo quería, ser campeón, pero siempre pienso que hay cosas difíciles y si no llego más allá, que no sea por no haberlo intentado. Tengo al menos que llegar lo más cerca posible.
Quería ganar con Las Tunas, siempre he querido, es mi camiseta, con la que he luchado. Creo que le faltó experiencia al equipo por ser la primera vez. Pasaron muchas cosas. Había momentos en que había que quitar un pitcher, momentos en que había que dejarlo.
No estoy diciendo que [Pablo] Civil lo haya hecho mal, lo hizo super bien, fue el mejor resultado histórico de Las Tunas, pero nos confiamos con los primeros que ganamos en el Mella. Al llegar a Bayamo yo no podía pensar en otra cosa que el juego diario, el turno al bate, todo. Cuando ya nos habían ganado dos quisimos apretar y así no se hace. El objetivo era al menos ganar uno allá, pero no se dio.
¿Por qué crees entonces que los Leñadores, que tuvieron una gran generación hace unos años, no habían llegado a una final sino hasta ahora?
Hay una gran diferencia entre aquella generación y esta. Aquella tenía bateo y defensa, pero no pitcheo. La actual tiene las tres cosas. En aquellos tiempos se jugaba muy individual, había atletas que bateaban bastante, pero uno solo pensaba en uno mismo. Me incluyo porque cuando estás en un equipo que pierde más de lo que gana, tú dices: “el equipo va para abajo, pero yo tengo que seguir”. Esa es la gran diferencia: este es un colectivo más unido, aunque a veces se recuestan a un deportista y eso no puede ser.
¿Cómo haces para jugar bien bajo presión?
Todo está en el temperamento de la persona, eso lo define. Hay quienes son más sanguíneos. Yo soy tranquilo, flemático, analizo mucho. Lo importante es lo que puedas sentir, ser corajudo, eso es lo más significativo y un poco de suerte.
Aunque dices que va con la personalidad de cada cual, ¿se puede aprender a ser “oportuno”?
Eso no se aprende. Va con la persona, hay que nacer así. Esa es la diferencia entre Yosvani Alarcón y yo, él es sanguíneo, muy agitado, y yo soy más flemático y tranquilo. Pero no se puede ser tan flemático ni demasiado sanguíneo. Tienes que estar en el medio.
Hay quienes no conectan y entonces se van destruyendo ellos mismos y dicen: “La fallé, la fallé, la fallé…”, y, al otro turno, vuelven a fallar. Entonces eso se les va metiendo en la cabeza. Ahí es cuando sale la gallardía, ser corajudo y decir: “ya fallé dos veces, pero voy ahora a darla”. Hay quienes no tienen autocontrol sobre eso.
Pero esa habilidad tuya te ha permitido ser un líder en el equipo.
En situaciones apretadas ellos confían en mí, pero a veces no puedes depender solo de una persona. En una situación tensa me dicen “Danel resuelve, Danel resuelve”, o cuando conecto un jit oportuno me dicen: “Ves que tú no te puedes retirar, ¿quién va a ser el tercer bate?”, pero cuando yo no esté igual tienen que seguir haciendo bien las cosas. Si yo tuviera 22 o 23 diría “acuéstense a dormir que esto es mío”, pero ya tengo 41 y solo puedo aportar un grano de arena, así como deben hacerlo otros. Hay momentos en que quisiera robarme la segunda base o irme para tercera pero no puedo. No es que no corra, pero ya perdí esa costumbre, ya no practico eso. A mis 41 años si a fildear y batear tuviera que agregarle ese otro entrenamiento, serían demasiadas cosas.
¿Y no extrañas jugar en alguna posición?
Me siento cómodo como designado. A pleno sol es muy incómodo jugar. En la primera etapa de la serie jugaba dos juegos y descansaba uno. Me gusta jugar pero siempre que se pudiera en la tarde, después de las seis. Yo sé que tenemos muchas limitaciones, pero jugar al mediodía, a pleno sol, con 34 grados, influye en la salud del atleta, en el estado del pelotero. Así no es fácil. Hay que ponerse ahí a jugar para sentir lo duro que es.
¿Entonces el retiro es inminente?
Todavía lo estoy pensando. En parte quiero seguir jugando porque mi mente y mi corazón dicen que juegue, pero en parte me dicen que ya es tiempo de retirarse. Terminé la serie nacional en un buen momento y hay que pensar en muchas cosas, sobre todo en mi preparación para que no caiga el rendimiento. Eso es lo que me tiene un poco estancado para decidir qué hacer. Quisiera jugar solo como homeclub, aquí en Las Tunas, pero cuando yo lo decida me retiro. Estoy esperando que Pablo Civil converse conmigo.
¿Alguna meta antes del retiro?
No. Yo no tengo que demostrar nada. Los 200 jonrones es lo que queda. Otra cifra es jugar tantos años como pueda, tratar de quitarle algún record a Enriquito Díaz (risas), etc., pero no viene al caso en estos momentos.
A pesar de tu actuación en la serie nacional y en los play-off no integraste ninguno de los dos últimos equipos Cuba, ni a la serie del Caribe, ni al tope con Nicaragua. ¿Sientes que te marginaron?
¡Ay, mija! Yo tengo mi humilde opinión. A la Serie del Caribe sabía que tenía un 70 por ciento de las posibilidades en contra. Carlos Martí tiene que llevar a los suyos y tiene su segunda base.
Por su parte, la Comisión Nacional de Béisbol tiene una estrategia de trabajo con los muchachos por un ciclo de 4 años. Para mí eso no existe. Para llevar a un equipo y ganar, tienes que llevar la gente que esté bien. Eso es también para que viajen y en un futuro no se queden —para hablar en plata—. Pero yo creo que el que esté bien debe ir y el que no, que se quede. El que se quiera ir del país que se vaya, ese es su problema. A mi entender, son errores que se están cometiendo.
¿Cuál es el miedo de decirle a la gente que no va a jugar porque no está bien, sea quien sea? Creo que hay que tener el valor para decir: “usted se queda”. [El béisbol] es un juego de sincronización, de todos los días, y si hay gente que no está bien no puede hacer el equipo.
Pero además, imagínate a Danel Castro en una Serie del Caribe. Llego, salgo de emergente y conecto. Al otro día tengo que jugar por encima de [Carlos] Benítez y el que sea. Imagínate.
Como yo estoy fuera de la preselección me quitaron el estímulo de todas mis medallas y me dejaron la más alta y ya. Si yo hago preselección nacional me tienen que integrar todos los pagos otra vez, todo ese dinero otra vez, entonces cambia todo.
Ahora, la segunda base. Juan Carlos Torriente es un buen pelotero y los dos podemos jugar en segunda, pero a la hora de batear, a la hora de la verdad, aún yo con mis 41…, hay que ver qué pasa, incluso con Benítez que está en su mejor forma. Él sí fildea mejor que yo, ¿pero batear?…
Si no le das la oportunidad a la gente no puedes comparar y saber. Yo siempre lo decía al director del equipo Cuba cuando estaba en el banco: “Usted me da la oportunidad de jugar dos inning nada más, los que me tocan y yo hago lo mío”, pero eso nunca sucedió, y me pasó en varios equipos Cuba. Por mí nunca se perdió un juego.
Ahora mismo puedo prepararme para jugar el año que viene y seguir dando galletas sin mano.
¿Crees entonces que han sido injustos contigo?
Yo no voy a decir que si han sido injustos ni nada eso. Lo que no he logrado es porque no he podido. No pudieron nunca ser injustos con Antonio Pacheco. Quisieron, pero no pudieron, porque para eso había que ser más grande que Pacheco. No me gusta que los peloteros se quejen porque han sido injustos con ellos. Si eres grande, demuéstralo. Pueden haber injusticias, pero si es así salgo, bateo una y otra vez, y demuestro.
Para el tope con dos equipos de México —Diablos y Guerreros— se cuestionó tu ausencia y la de otros atletas. Hace poco Roger Machado desmintió que Dachel Duquesne estuviera esperando un contrato. ¿Qué pasó contigo?
Me preguntaron si yo tenía una sacrolumbalgia. Dicen que lo dijeron en la radio o la televisión. No sé si fue el comisionado nacional, el médico del equipo Cuba, o no sé quien, pero es bueno que el pueblo de Cuba sepa que Danel Castro está en óptimas condiciones. No digan mentiras, digan la verdad al pueblo. Incluso hablé con el comisionado provincial para que aclarara esa situación.
Ah, si me llamaban para estar en ese evento [ante equipos de México] yo no iba a ir, por todas las cosas que han pasado, porque podía haber estado, al menos, en el equipo que fue a Nicaragua. Pero que no digan mentiras para justificarse ante el pueblo, que no sean así, que digan la verdad. Eso es una falta de respeto a la gente y a mí. Yo estaba listo para que me llamaran en cualquier momento.
Para empezar quiero aclarar que aplaudo los resultados históricos y oportunos de Danel Castro, que a pesar de jugar la mayor parte de su carrera con un equipo no ganador, siempre fue un pelotero de demostrar su valía en el terreno y comparto el criterio que muchas veces fue echado a un lado y no tener oportunidades en equipos cuba. COMO MISMO LE PASO A MUCHOS TANTOS PELOTEROS.
ResponderBorrarPor estos motivos anteriores siempre he dicho y diré que los Serbio Borges, Miguel Valdez, Higinio Velez y ahora más reciente Aragon, fueron y son un flagelo para el béisbol cubano.
Pero volviendo a la entrevista, de lo cual creo debemos enfocarnos en los tiempos actuales y con respeto periodista este es mi criterio.
Empieza la entrevista diciendo que “No me he dado un trago porque quiero estar claro en todo lo que te diga”. Por favor periodista y atrás usted la pone peor diciendo Buen comienzo, buen augurio. A buen entendedor con pocas palabras basta, primero a usted como periodista no hubiese puesto esa frase de Danel, segundo cuando alguien dice eso de sí mismo, creo que no lleva mucha, materia gris en su cerebro.
Felicidades por la reacción del pueblo tunero y por como lo quieren y como él quiere a su pueblo, honor a quien honor merece, por eso le dieron un carrito que nunca le dieron a muchos otros que les paso lo mismo.
Pregunto quién es danel castro para criticar si había que quitar este pitcher o aquel, AUNQUE SEGÚN EL NO CUESTIONA EL TRABAJO DE PABLO CIVIL. Esto me empieza a sonar a engreído, jactancioso y prepotente, aunque aún no estoy convencido.
Este es un colectivo más unido, aunque a veces se recuestan a un deportista y eso no puede ser. Dice Danel refiriéndose al equipo las tunas actual , y después más abajo la periodista le pregunta con quien anda en el equipo Las Tunas y dice que solo, sin antes decir que en un equipo Cuba con los Orientales, SIN DUDAS cada vez me suena más a egocéntrico y creído tunero.
Sobre seguir jugando él dice que solo en las tunas espera que Pablo Civil hable con él, con quien con Danel el dios tunero, además crees que un manager puede tener un jugador para que juegue la mitad de los juegos, es decir entiendo cuando el equipo está fuera de las tunas, juego domino y me doy los tragos y cuando el equipo llega a Las Tunas, sientan a algún joven para que juegue el rey, no crees Danel que quieres hacer con tus coprovincianos lo mismo que han hecho contigo.
Sobre los juegos que no ha sido invitado, molesto pues no fue a la serie del caribe, ni Nicaragua y creo que tiene razón, al menos a Nicaragua hubiera ido, pero sin embargo dice que si lo convocan a jugar la serie especial a esa no va, claro no hay viaje por medio.
Cosas bienvenidas de la entrevista los consejos sobre el uso de peloteros de experiencia, sin embargo también puede haber buenas personas de academias, no se puede ir a los extremos.
Positivo de la entrevista dedicarse a entrenar niños, pero necesita dejar uno de sus vicios LA BEBIDA.
Cierto de la entrevista que fue marginado muchas veces.
Muy de acuerdo con Danel porque quitarle lo que se ha ganado si se busca un contrato
Y para finalizar periodista creo que no ayuda mucho a Danel colocando esa foto en la entrevista, donde obviamente terminaron en un Ditu o alguna instalación en divisas compartiendo su vicio de la bebida, pues estaba loco por terminar la entrevista para darse un palo como decimos los cubanos, pero peor si es fidelista que hace en la foto con un cinturón de las bandera de los estados unidos.
Si exige que digan la verdad , que la diga el también .
Buenas tardes:
ResponderBorrarSeñor anonimo, seguramente y por lo bien estructurado de su comentario me atreveria a decir que es ud un periodista y mas, un enviado por alguien o algunos a rebatir la entrevista que acabo de leer,creo que sus comentarios acerca de Danel y el periodista que lo entrevista es un intento de burla a todos los aficionados y fanaticos de la pelota en Cuba, estoy seguro que cada cubano es capaz de leer y entender a fondo lo que aqui se ha escrito y no es necesario que ud tras una identidad oculta haga una interpretacion para todos los que han leido este articulo, beber ron no es un delito, ni consumir en u centro de divisas tampoco en un lugar que han creado para eso, no estoy de acuerdo con sus comentarios y creo que todo buen cubano que vea con los ojos del baseballestara de acuerdo con lo que ha dicho Danel, ud mas bien ha actuado como un i stu.ento de la prensa organisada y dependiente, todos sabemos que en nuestro pais se ha sido injusto con muchisimos peloteros destacados que merecieron y no recibieron, respete la i teligencia de los demas...