Urquiola se recupera en Miami y estaría de alta médica este mismo fin de semana

Alfonso Urquiola, así como el beisbol, son nuestros, de todos los agradecidos y de los patriotas, de los que aman este deporte, y de los que respetan la entrega y el sacrificio en el terreno de juego.
Alfonso Urquiola, así como el beisbol, son nuestros, de todos los agradecidos y de los patriotas, de los que aman este deporte, y de los que respetan la entrega y el sacrificio en el terreno de juego. 
Por Secundino Pichardo.

La noticia de su ingreso en un hospital de la ciudad de Miami, corrió por las redes sociales a velocidades meteóricas, Alfonso Urquiola, no solo fue aquel segunda base que inmortalizó el número ocho de su chamarreta durante años en nuestra selección nacional, es también el director que ha sacado del pozo a equipos provinciales y lo ha llevado a la gloria, el tipo humilde que estrecha las manos de los fanáticos a su paso, el de la inteligencia innata, el buen cubano que se sienta a fumarse un tabaco y predice cosas en un terreno de beisbol, el buen padre y el esposo perfecto; Urquiola también es el que tiene la lengua inquieta, el que no le pone barniz al verbo, el que llama ¨come pollos¨ a aduladores y oportunistas y le dice ¨corruptos¨ a los directivos de la comisión nacional, es aquel que siempre tiene una espada desenvainada para cortar el marabú que crece a su alrededor, el que viaja a Miami y el que un día abandonó su cargo ante los demonios que lo acechaban.


Ahora, yace convaleciente en una cama de hospital del otro lado del estrecho de la Florida, y los medios oficiales en la isla hacen mutis, mientras las noticias de falsas alegrías en las masas trabajadoras inundan periódicos y espacios televisivos.

¨Gracias a dios ha estado evolucionando muy bien, todavía se encuentra hospitalizado, pero está mejorando. Ese dolor en la boca del estómago que estaba presentando, le ha ido disminuyendo¨-Declaró a SwingCompleto, su esposa Belkis Espinosa Gonzalez.

¨Fue una pancreatitis, y con el favor de dios, esperamos que para el fin de semana ya esté de alta médica. Anoche hablé con él, y se siente bastante bien a pesar que todavía le quedaba un dolorcito leve. Me dijo que si dios quiere, ya salió de lo más malo¨-Puntualizó.



En un inicio, su cuadro médico fue agudo y de extremo cuidado, no reportar algo así en Cuba, y no dar seguimiento a la salud de este ídolo de multitudes, me parece un acto de absoluta cobardía y desprecio, una vergüenza y una canallada más de los absurdos censores que abundan por los rincones más insospechados de esta tierra nuestra. 

Urquiola, así como el beisbol, son nuestros, de todos los agradecidos y de los patriotas, de los que aman este deporte, y de los que respetan la entrega y el sacrificio en el terreno de juego. 

¡Que dios le de mucha salud!

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