Estas son apenas proyecciones sobre estos muchachos que pertenecieron en su mayoría a escuadras juveniles en Cuba, pero se estima que algunos obtendrían bonos por encima del $1 millón |
Por Jorge Ebro.
A veces de manera tímida y en otras más pronunciada, la llegada de promesas cubanas a los sistemas de granjas se convierte en la esperanza de continuidad del béisbol de la isla en Grandes Ligas, a pesar de la nulidad de relaciones entre ambos países.
Cuando a partir del 2 de julio abra sus puertas el nuevo período de firmas internacionales los cubanos volverán a decir presentes, aunque nunca en la fuerza numeral de potencias como República Dominicana o Venezuela, naciones que sí poseen mecanismos para acercar sus prospectos a la mejor pelota del mundo.
De acuerdo con varios sondeos hechor por El Nuevo Herald a evaluadores de talentos, miembros de la industria y agentes, el número de cubano que pudiera alcanzar acuerdos con organizaciones podría superar la docena.
Estas son apenas proyecciones sobre estos muchachos que pertenecieron en su mayoría a escuadras juveniles en Cuba, pero se estima que algunos obtendrían bonos por encima del $1 millón, mientras que otros oscilarían entre los cientos de miles, según la condición financiera del club interesado.
Cabría resaltar que todos llegan a este mercado con 17 o menos años de edad y eran considerados el futuro de las Series Nacionales y de los equipos Cuba, de modo que estas ausencias se harán sentir en la isla con fuerza en diversos grados.
-Los estimados proyectan al lanzador derecho Sandy Gastón como un lanzador muy codiciado. El derecho de Matanzas, con una recta de miedo, pudiera superar tal vez los $2 millones, una cifra excelente para los tiempos que corren.
Se estima que los Marlins han puesto mucho interés en este chico, pero todavía no se ha podido confirmar hasta qué punto la franquicia de Miami estaría dispuesta a ofrecer por este serpentinero.
-Más claro parece el futuro de Osiel Rodríguez, un derecho de Ciego de Ávila cuyo nombre suena muy fuerte del lado de los Yankees de Nueva York por una cifra superior al $1 millón.
-Jardinero de muchas herramientas, los Gigantes parecen haberle echado el ojo al espirituano Jairo Pomares, quien pudiera recibir un bono superior a los $900,000 como parte de la reconstrucción a la cual parece abocada San Francisco.
-Danny Larrondo estaría cerca de acompañar dentro de Nueva York a Rodríguez. El prospecto de Villa Clara es principalmente lanzador, pero también puede jugar varias posiciones del cuadro. Su bono podría estar alrededor de $550,000.
-Otros nombres que resaltan son los del tercera base habanero Bryan Ramos (Medias Blancas, $300,000); el tercera base de la Habana Malcom Núñez (Cardenales, $300,000); el torpedero avileño Frank Pérez (Houston, $275,000), el receptor de La Habana Alberto Lemay (Medias Blancas, $250,000); y el jardinero de Pinar del Río Léster Benítez (Detroit, $150,000).
Queda por ver, además, si los hermanos Víctor Víctor y Víctor Mesa Jr. entrarían en este período de firmas -tal vez solo el mayor- o tomarían más tiempo de preparación antes de negociar su entrada al béisbol profesional.
Pudieran aparecer más nombres en la lista, pero estos potenciales acuerdos refuerzan el corrimiento del mercado de peloteros cubanos hacia figuras más jóvenes, así como deseo de muchos prospectos de la isla a marcharse sin esperar las seis temporadas requeridas para convertirse en agentes libres con plenos derechos.
Estos nombres, por otra parte, son apenas la avanzada de otros que podrían firmar antes de que finalice el período de firmas el 15 de junio del 2019, y que juntos con la docena de cubanos y cubanoamericanos que llegaron en el pasado Draft Amateur aseguran el futuro de la isla en las Mayores.