Verdaderamente, Yulieski Gurriel prendió los motores de su ofensiva y ayer, en la jornada sabatina de las Grandes Ligas, lo demostró en la derrota de los Astros de Houston 5-4 Foto tomada de Zimbio |
Por Juan Páez / @jmanupz
Verdaderamente, Yulieski Gurriel prendió los motores de su ofensiva y ayer, en la jornada sabatina de las Grandes Ligas, lo demostró en la derrota de los Astros de Houston 5-4 contra los Medias Rojas de Boston. El inicialista de los siderales le dio continuidad a su racha de juegos con imparable y quedó cerca de la ansiada marca de los .300 de average.
Ante los patirrojos, pegó par de hits en cuatro visitas legales al plato, con una empujada y una anotada, para llegar a nueve encuentros seguidos con al menos un indiscutible. Durante esa cadena, como dato particular, no ha dado extrabases. De hecho, no conecta uno desde el 20 de mayo. Con el de ayer, son 11 compromisos en fila sin un batazo de dos o más esquinas, su seguidilla negativa más grande en las Mayores, por encima de la que impuso el año pasado (10).
Con esta actuación, su promedio llegó a .292, lo más alto que ha estado desde el segundo día de la ronda regular (.333), y va con rumbo a los .300.
Desde que comenzó este positivo episodio de nueve encuentros para el “Yuli”, liga para .359, con 14 sencillos en 39 oportunidades oficiales, cinco remolques, seis anotadas, una base por bolas y seis ponches.
Golpe sobre la mesa
Jorge Soler demostró ayer todo su poder, en la victoria de los Reales de Kansas City 5-4 sobre los Atléticos de Oakland. El jardinero capitalino solo dio un hit en trío de idas al box, pero ese imparable fue su noveno estacazo de vuelta completa en la campaña, con una empujada y una anotada, un boleto y par de abanicados.
Aunque no deslumbra con su promedio en los últimos desafíos, el slugger atraviesa un buen momento con su fuerza. Suma cuatro vuelacercas en sus pasados ocho juegos, con seis impulsadas e igual número de recorridos al cuadro. Pero para Soler, eso tiene un aparente precio: acumula 10 chocolates en ese periodo.
Lo positivo para el toletero es que esta temporada será de topes personales, al menos así sus proyecciones lo indican. Está a cinco dobles de un nuevo tope (18), a cuatro jonrones de superar los 12 que conectó en 2016 y a 22 empujadas de las 47 que totalizó en 2015.
No ve luz
Yasmani Grandal sigue cargando la cruz de un prolongado de slump que acabó con el buen andar que tuvo en el primer mes de la zafra, cuando era uno de los mejores bateadores de los Dodgers de Los Ángeles. El receptor de los californianos, que ayer apalearon 12-4 a los Rockies de Colorado, está inmerso en un bache ofensivo desde el 1 de mayo.
Para ser más precisos, Grandal —el sábado de 5-1— ha pasado prácticamente por debajo de la mesa e inadvertido en sus últimos 25 encuentros. En esa cantidad de duelos, solo disparó 14 incogibles, con cuatro bambinazos. Remolcó 10 carreras y anotó 12, pero se ponchó en 24 oportunidades.
Lo positivo es que registra 15 bases por bolas desde entonces, pero su promedio con el madero está en .182.
Así le fue al resto de cubanos que vio acción en la jornada del sábado en las Grandes Ligas:
Yasiel Puig (LAD), José Iglesias (DET), Yoan Moncada (CWS) y José Abreu (CWS) dieron un hit cada uno. Puig empujó una carrera, mientras que a Abreu lo retiraron por la vía del tercer strike en par de oportunidades.
De 4-0: Kendrys Morales (TOR) y Aledmys Díaz (TOR). De 3-0: Guillermo Heredia (SEA) y Yonder Alonso (CLE).