Las dudas (lógicas) del Equipo Cuba ¿Alcanza para ganar los Centroamericanos?

El equipo Cuba, una vez más, lleno de dudas y lagunas, entrena con la vista en los Centroamericanos
El equipo Cuba, una vez más, lleno de dudas y lagunas, entrena con la vista en los Centroamericanos
Foto: José Raúl
Por Aliet Arzola.

Sin sorpresas, la Federación Cubana de Béisbol develó sus efectivos para defender la corona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia (comenzarán en un mes), la cual nuestro país ha ganado en cada una de las últimas seis ediciones en las que ha participado.


Digo sin sorpresas porque no me llama la atención el hecho de que se incluyan tres potenciales antesalistas, la misma cantidad de receptores y solo un trío de jardineros y de bateadores zurdos, cuestiones más debatidas tras la conformación del elenco.

Desde hace algún tiempo, el mentor Carlos Martí había sentenciado que se apoyaría en tres máscaras, guardándose las espaldas por si llegara alguna lesión, pero la mayoría de la afición –a la que me sumo– no comparte este criterio, menos ahora que estamos a las puertas de enfrentar un torneo corto, de solo una semana.

En este evento, de todos contra todos a una sola vuelta y sin partidos de cruce, contar con tres receptores es un planteamiento excesivamente conservador, pero no sorprende, porque ya en infinidad de ocasiones se ha apostado por esta vía con disímiles cuerpos de dirección.



No obstante, en esta oportunidad se ha variado un tanto la fórmula, pues hay dos hombres de corte defensivo (casi siempre se han llevado a dos máscaras con poder al bate), detalle que limita un tanto las variantes para fabricar carreras, crucial en un evento que debe ser netamente ofensivo a juzgar por las características de los competidores.

A mi juicio, lo más negativo de incluir tres receptores es que se le resta un puesto a los jardines, donde había material para escoger a un bateador sólido, preferiblemente zurdo, porque aquí solo contamos con Guillermo Avilés, Frederich Cepeda y Roel Santos como toleteros de la llamada mano equivocada.

También hay cierta aglomeración en el cuadro (ocho jugadores), con tres hombres que pueden jugar en la antesala, y dos per cápita en el resto de las posiciones. De todos ellos, es cierto que Yurisbel Gracial y Avilés pueden pasar a las praderas, pero sus cualidades defensivas en los bosques son limitadas.



Estos son los principales contratiempos que visualizo en la conformación de la escuadra, cuya arma más poderosa será la velocidad en función de la ofensiva, fórmula que los equipos nacionales deben explotar una y otra vez por la ausencia de sluggers en nuestros campeonatos, acentuada ahora con la ausencia de Alfredo Despaigne.

Y ojo, hablamos de velocidad, pero ello no implica solo correr rápido las bases, sino hacerlo con inteligencia, explotando los robos, velando por las fallas del rival y limitando las propias.

La gran incógnita es si bastará con este arsenal para ganar en Barranquilla, escenario al cual se llegará con un rodaje importante, tras varios meses jugando en la Serie Especial y luego de afrontar varios partidos de preparación ante Venezuela, Colombia y los universitarios de Estados Unidos.


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