Yoan Moncada tiene noche agridulce, Puig se mete en slump, resumen cubano MLB

El oriundo de Abreus pegó dos dobles para llegar a 14, sus únicos imparables en cinco viajes legales al plato. Registró dos impulsadas y fue retirado en igual número de ocasiones por la vía del tercer strike
El oriundo de Abreus pegó 2 dobles para llegar a 14, sus únicos imparables en 5 viajes legales al plato. Registró 2 impulsadas y fue retirado en igual número de ocasiones por la vía del tercer strike
Foto tomada de Zimbio
Por Juan Páez / @jmanupz

Yoan Moncada ayer vivió, literalmente, las dos caras de la moneda. En la derrota que sufrieron los Medias Blancas de Chicago 6-3 en manos de los Indios de Cleveland, el madero del infielder resonó, pero también fue víctima de nuevo de lo que usualmente más le ha hecho daño durante la temporada 2018 de las Grandes Ligas: los ponches.


El oriundo de Abreus pegó dos dobles para llegar a 14, sus únicos imparables en cinco viajes legales al plato. Registró dos impulsadas y fue retirado en igual número de ocasiones por la vía del tercer strike. 

Con estos dos nuevos abanicados, su cuenta llegó a 100 y es segundo en ese nefasto departamento en las Mayores, solo por debajo del slugger Joey Gallo, quien suma 109 con los Rangers de Texas. De hecho, solo estos dos jugadores han llegado a la centena de abanicados en la presente campaña.

En lo que ha sido un fatídico mes para Moncada, este lidera todas las Grandes Ligas en ponches en junio, con 27. 



En la treintena en curso, el joven de los patiblancos liga apenas para .203 de average, por 15 imparables en 74 idas oficiales a la caja de bateadores, más seis extrabases e idéntica cifra de vueltas al cuadro.

Lo de Yoan es verdaderamente preocupante. Si se mantiene jugando con la misma regularidad y los ponches continúan llegando a este ritmo, las proyecciones sugieren que terminaría la ronda regular con 225 chocolates.

Ese número representaría un nuevo récord tanto en su equipo como en las Grandes Ligas, debido a que rompería la marca en general que impuso Mark Reynolds en 2009, al poncharse 223 veces con los Diamondbacks de Arizona, y dejaría atrás el tope de los Medias Blancas, en poder de Adam Dunn, con 222 abanicados en 2012.



De capa caída

Luego de comenzar junio a todo tren, Yasiel Puig bajó considerablemente la marcha de su ofensiva con los Dodgers de Los Ángeles, que ayer dividieron una doble cartelera con los Cachorros de Chicago. 

En esta doble tanda, el jardinero derecho, en total, se fue de 7-1, con un doblete, dos bases por bolas y una carrera empujada.

En sus últimos ocho juegos, Puig tiene apenas cuatro incogibles en 27 oportunidades oficiales, lo que resulta un pobre average de .148, con tres dobletes y un estacazo de vuelta completa, además de cinco remolques y trío de anotadas. Su porcentaje de bateo bajó de .266 a .250 a causa de este slump por el que atraviesa el polémico slugger.



Así le fue al resto de cubanos que vio acción en la jornada del martes en las Grandes Ligas:

José Abreu (CWS) se fue de 5-1, con empujada y tres ponches. Dio un largo batazo que, en principio, contó como cuadrangular, pero lo revirtieron al ver en la repetición que en realidad fue un foul por el jardín izquierdo.

Yonder Alonso (CLE), Adeiny Hechavarría (TB) y Yasmani Grandal (LAD) dieron un imparable cada uno. Alonso ligó de 4-1, con impulsada, anotada y dos abanicados. Hechavarría le pegó un doble a Justin Verlander, su único hit en cuatro chances legales. Y Grandal terminó de 7-1 en el doble juego de los Dodgers, con un biangular y cuatro chocolates.

En blanco: Aledmys Díaz (TOR) y Kendrys Morales (TOR), de 4-0 y 1-0, respectivamente. Yulieski Gurriel (HOU), de 3-0, y Guillermo Heredia (SEA), de 2-0.


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