Por Sigfredo Barros.
A juzgar por lo acontecido en sus enfrentamientos anteriores ante equipos de Taipéi de China y Japón, la selección universitaria norteamericana de béisbol posee un excelente cuerpo de lanzadores que se le harán muy difíciles a los bateadores cubanos a partir de hoy, cuando comience en el estadio Lati-noamericano el tradicional tope entre ambas naciones.
Los estadounidenses han efectuado nueve partidos de preparación con balance de ocho victorias y un revés. En esos nueve desafíos sus serpentineros han trabajado en 80 entradas con efectividad de 1,12 carreras limpias (solo diez anotaciones limpias), 97 ponches y 27 bases por bolas, 43 jits permitidos y 163 de average rival.
El mentor Paul Mainieri ha rotado a 20 hombres que han actuado en la lomita (14 de ellos trabajan para 0,00 durante 55 innings), de tal manera que ninguno ha excedido los siete capítulos de labor. Uno de ellos, el cerrador Parker Carraci, impresiona a primera vista, pues solo se le han embasado dos hombres en cuatro y dos tercios, para un promedio oponente de 071.555555555
Otros destacados son el derecho Zack Hessn (cinco episodios perfectos), así como el zurdo Jake Agnos y Max Meyer, quienes, pese a permitir tres carreras limpias en diez entradas, han logrado 23 ponches en el mismo trayecto: 11 para Agnos y 12 de Meyer.
Por si fuera poco, todo el staff solo ha aceptado tres extrabases (un doble, un triple y un jonrón) en nueve encuentros.
Sin duda, este pitcheo supondrá una dura prueba para el combinado cubano, que no ha visto en toda su etapa de preparación rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, a tiradores de tan variadas características y de tanta velocidad, cualidades que siempre han distinguido a los cuerpos de serpentineros de Estados Unidos.
Al contrario, ofensivamente los norteños no traen una batería de mucho brillo, a juzgar por los números que exhiben hasta el momento, con un discreto promedio de 217 (60 imparables en 276 turnos oficiales al bate), con siete dobletes y un solitario cuadrangular, conectado por el jardinero Daniel Cabrera, líder en impulsadas del colectivo con cinco.
La última alineación del director Mainieri frente a Japón colocó al jardinero central Zach Watson como hombre proa y detrás al guardabosque derecho Dominic Fletcher. En el centro de la alineación, del tercero al quinto, estuvieron el receptor Adley Rutschman, Daniel Cabrera (jardín izquierdo) y Andrey Vaughn (inicialista).
La parte de atrás del orden al bate contó con el antesalista Josh Hung, quien decidió un choque ante los nipones con un triple; el camarero Braden Shewmake, Spencer Torkelson en función de bateador designado, Bryson Stott, torpedero y el noveno en la tanda.
El tope está pactado a cinco partidos, los cuales serán el examen final de la selección caribeña antes de partir al reto regional en territorio cafetero.
Hasta el momento, el conjunto dirigido por Carlos Martí ha afrontado seis juegos oficiales de preparación contra Venezuela y Colombia, que culminaron con balance parejo de tres victorias e igual cantidad de derrotas.
Todos los choques contra los estadounidenses se efectuarán en el estadio Latinoamericano, desde hoy y hasta el 14 de julio.