Por Aliet Arzola.
En la larguísima historia de Industriales en series de béisbol, un total de 18 hombres han ocupado el puesto de mánager y, entre todos, Rey Vicente Anglada es el más ganador, tanto en campaña regular (388 triunfos en siete certámenes) como en postemporada (44 éxitos y cuatro finales), con la salvedad de que ningún director conquistó más cetros –cuatro–que Ramón Carneado.
El efecto Anglada marcó la última gran etapa dorada de la pelota capitalina, que vivió un éxtasis impresionante desde el 2002 hasta el 2008, cuando «El Rey» estuvo al frente de la novena azul y llevó tres títulos a las vitrinas del llamado equipo insignia del béisbol cubano.
Una década después de su última temporada en el rol de mentor, el otrora estelar camarero ha regresado al puente de mando citadino, consciente del tremendo reto al que se enfrenta, pues la afición industrialista está sedienta de éxitos, teniendo en cuenta que el equipo no sube a lo más alto del podio desde la Serie 49.
«Es una gran responsabilidad, pero la asumimos como cualquier otra tarea que se nos ha presentado antes», reconoce con mucha sangre fría el mítico 36 azul, quien prefiere no perder tiempo en promesas y enfocarse en el arduo trabajo que se debe realizar para alcanzar el tope.
Una de sus pautas en esta nueva etapa es darle el máximo protagonismo a los jugadores, idea que defendió en todo momento desde sus inicios como director.
«De quienes hay que hablar es de los peloteros. Mi filosofía siempre ha sido confiar en mis hombres y apoyarme en sus opiniones, y ahora más, pues ellos, los de más experiencia, se han mantenido jugando mientras yo he estado fuera de la Serie», precisa Anglada, quien se ha rodeado, además, de un grupo de expertos entrenadores.
«El cuerpo de dirección juega un papel importante más allá del mánager, que por lo general es el más nombrado. Aquí tenemos un colectivo bastante sólido y buscamos que no sea un mero grupo, sino que se comporte como un equipo. Hasta ahora lo estamos logrando y jugamos nuestro papel, pero insisto, los protagonistas son los peloteros », asegura el mentor capitalino.
Hasta este lunes, en sus primeros 13 episodios en esta Serie 58, Anglada había logrado que sus Industriales sean los más temidos desde el rectángulo ofensivo, pues son los que más carreras anotan (100) y los que más batean (354), números que dejan bien claro el arsenal y la excelente forma física de los toleteros azules.
Su asedio ante los rivales ha sido constante, con 11 partidos de cinco o más anotaciones, incluidos siete en los que han superado las ocho carreras. Sin embargo, su promedio de 6,07 rayas permitidas por cada encuentro prueban la enorme fragilidad de su cuerpo de lanzadores, detalle que les impide respirar en paz.
«Este equipo no tiene nada que ver con el que dirigí hace diez años. Aquel era un conjunto joven, pero con mucho talento. Ahora hay muchos deseos y más experiencia, tal vez, lo cual nos puede ayudar en un campeonato parejo y con mucha juventud en sentido general. Para nosotros, lo primero es clasificar, ya después veremos lo que se puede lograr».