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| Fuentes cercanas al doble campeón amateur en los Estados Unidos y Cuba confirmaron que su liberación de la prisión de Aurora, Colorado, se produjo en horas de la tarde del viernes |
Por Jorge Ebro.
La libertad debe saberle muy dulce a Joahnys Argilagos. A estas horas el boxeador cubano ya debe estar en casa de amigos y familiares en Houston tras ser liberado de un centro de detención para inmigrantes, donde estuvo retenido poco más de tres meses.
Fuentes cercanas al doble campeón amateur en los Estados Unidos y Cuba confirmaron que su liberación de la prisión de Aurora, Colorado, se produjo en horas de la tarde del viernes y que se dirigía a casa de una tía en la ciudad de Texas.
“Gracias a Dios ya hablamos con él y pronto estará con nosotros’‘, apuntó una fuente de la familia. “Estamos muy contentos de que este capítulo haya finalizado y que Joahnys finalmente pueda continuar su carrera de boxeador en este país’‘.
Aurora había sido el tercer punto de destino para Argilagos desde que se presentara en un puesto fronterizo de Estados Unidos para pedir asilo político como vía de entrada a este país, pero el proceso que solía ser de puro trámite para los cubanos se ha complicado enormemente tras la derogación de la llamada ley de pies secos, pies mojados.
El doble titular de los 49 kilogramos, de 21 años, se había presentado en una ocasión delante de un juez y poseía una segunda cita el 22 de agosto, aunque ahora parece que su situación se ha aclarado desde el punto de vista legal.
Lógicamente, su familia temía que el púgil fuera deportado a Cuba, a pesar de las potenciales implicaciones para una figura de su talla deportiva, que abandonó una delegación de la isla en Tijuana que se preparaba para los Juegos Centroamericanos de Barranquilla.
Medallista dorado en las citas de Doha 2015 y Hamburgo 2017, Argilagos conquistó un metal bronceado en la cita estival de Río de Janeiro 2016 y una plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Supuestamente, Argilagos tendría un sólido caso por su pertenencia a una delegación oficial, magnificada por ser la selección nacional de boxeo -un verdadero emblema para las autoridades de la isla-, que le convierte en una figura pública de relieve.
Desde Orlando “El Duque’‘ Hernández, hasta Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, no es primera vez que a un deportista de alto rendimiento se le penaliza con la prohibición de practicar deporte de por vida por cualquier tipo de acusación o intento de fuga.
En el caso de estos dos últimos, fueron retornados a la isla por las autoridades migratorias brasileñas, luego de que fueron sorprendidos en las calles de Río de Janeiro durante los Juegos Panamericanos en un ambiente muy confuso.