Es la cara cansada del director del equipo Cuba; el hombre que debía sacarnos del bache, el que nos haría soñar y de nuevo, otra vez la esperanza murió |
Por Alexander García Milián
Es una cara cansada, hastiada; la fatiga se difumina como un polvo de maquillaje por sus pómulos flácidos, su boca cerrada, sus labios apretados; Carlos Martí, parece ser; lo es para muchos, lo fue,- incluso para mí- ya no; la verdad es uno más de esos que succionan como virus , el alma, el sí, el no, de la pelota nacional. Es una cara cansada, que parece nueva, la hacen ver nueva pero es una cara cansada el máximo símbolo de la renovación del béisbol en Cuba.
Es la entrevista más indeseada, la que no se quiere dar, el, la persona de más años en las series Nacionales; el “hombre proa” de los mafiosos que integran la comisión nacional; y vuelvo a decir “mafiosos” a Higinio Veléz, Yovany Aragón y compañía, pues entre ellos se mueven las influencias dentro y fuera de la Isla; ellos son los que “cortan el bacalao”; los que dicen la última palabra. Y hasta que no se pruebe lo contrario no me detendré en concederles ese calificativo,- ¡Ahh! Teniendo en cuenta, muy en cuenta que no hay que ser de la familia Bonnano ni Corleone para pertenecer o ser parte de un clan…! Ahh! En la entrevista,… la entrevista del morbo y la dejadez…las cosas se mueven así…
Martí es el hombre del momento, el de los estruendosos sí; esos que emite con voz gutural, ronca; tal parece que se asfixia, se ahoga y reconoce, bueno hace que reconoce un error, se enamoro de Benítez, de Blanco, de Avilés, pero,…pero,… pero;… las justificaciones son parte ya,- como pi – de todos los directores del Cuba.
Parece un hombre serio; y entonces pienso que de apariencias esta llena esta vida, de apariencias que se vuelven percepciones absolutas sobre algo; de igual modo sigo pensando que luce como un tipo de carácter; - ¿Qué sucede?, pues lo cogió la pandemia,- ¿ Cuál pandemia?- la de los acomodados en el “ trono” , los que no quieren ceder ni el brillo de sus espuelas…Martí lo expresó tal cuál,… paso desapercibido para muchos pero lo expresó así:- “… Este segundo lugar,… demuestra que no estamos tan mal como se piensa…”;… Y la burla resuena tanto como esa voz que aún apagada, en plena televisión se escucha como una nota de clarinete en las entrevistas…
¡Sorna!, ¡Burla!, ¡Carcajada atroz!, así percibí la respuesta de Carlos Martí. Entonces lector, el señor de la cara cansada, de la liviandad en el decir trata de engañar una vez más,… o; ¿Qué trata de hacer?;… Nada amigos, el “doctor” Martí, quiere cuidar su puesto, mantener la espalda asegurada; quiere llegar ahora a Granma y volver a dirigir, luchar con fuerzas por el título, el tercero, hacer que todo paso , que estamos bien…. ¡ Estamos bien !,…escuchen señores ,…! bien!.... ¿ Es posible?
Quería decir algo al respecto desde hace días, la inspiración brotó ahora; como callarse ante algo tan pérfido; algo que pintan muy normal pero es la parte de la justificación perfecta para seguir “acabando” con el béisbol en la Isla. Lo enjundioso del polémico tema está en que Martí debe ser el hombre de Lima, el del Premier 12, el que buscará la clasificación olímpica para Tokio y según es técnico no se debe hacer nada, todo marcha bien,… hay que seguir patinando en el lodazal… nada más.
Es una cara cansada, una cara de las tantas que se ven a diario en la esquina de una acera, a un costado de la carretera; puede ser una cara cualquiera, así, cansada y todo pero no, es la cara cansada del director del equipo Cuba; el hombre que debía sacarnos del bache, el que nos haría soñar y de nuevo, otra vez la esperanza murió, se fue desmoronada como el papel mojado un día cualquiera de lluvia.