Este cambio señala el regreso de Despaigne a la Costa Oeste, quien inició su carrera en las Mayores con los Padres de San Diego |
Por Jorge Ebro.
Los Marlins están detrás de la pista de Víctor Víctor Mesa, pero le han dicho adiós al último pelotero cubano que sobrevivía en el roster de 40 peloteros, al enviar a Odrisamer Despaigne a los Angelinos de Los Angeles por una suma de dinero aún no revelada.
El habanero, que llegó a Miami en el 2016 luego de que fuera dejado libre por Baltimore, intentó ser parte del equipo grande de manera estable, pero una serie de lesiones impidieron que pudiera establecerse ni como abridor ni como relevista.
Ciertamente, en esta temporada Despaigne no pudo lanzar a gusto al punto de exhibir una efectividad de 5.31 en apenas 20.1 entradas -tuvo una apertura a principios de contienda- de faena con 18 ponches y ocho bases por bola.
La temporada pasada tampoco comenzó bien para el habanero, quien sufrió una lesión que le obligó a integrarse algo más tarde y terminó con una efectividad de 7.94 antes del Juego de las Estrellas, aunque tras la pausa mejoró a 3.59.
Este cambio señala el regreso de Despaigne a la Costa Oeste, quien inició su carrera en las Mayores con los Padres de San Diego, equipo con el que fijó una marca personal de 18 aperturas en el 2015.
Despaigne debutó en Series Nacionales con los Industriales en el 2007 e integró varios equipos nacionales de su país, hasta que escapó de una escuadra que participaba en el Torneo de los Puertos de Rotterdam en el 2013.