¿Qué se impone?- la incertidumbre, la angustia, la agonía, el deseo infatúo y trágico de querer suicidarse ante la pésima calidad de los juegos |
Por Alexander García Milián
La incertidumbre nos golpea a todos en la vida; sí señores, es una sensación de las más pesadas por las que puede pasar ser humano alguno. La incertidumbre genera impaciencia, desesperación, explosión de emociones encontradas, dudas, miedos, temor… Según Freud en su clásico Más allá del principio del placer y otras obras; la tentativa del suicidio vive presente en cada sujeto, unos opacan mejor esa idea, otros sucumben; es que la incertidumbre que nos depara la vida misma ante el de dilema de la muerte, es la gran dosis de angustia que lapida a todo ser humano; la preparación, el poder enfrentar los retos que depara la vida con raciocinio y alto grado de cordura es lo que pone el límite…
Las asociaciones calan con precisión en las expectativas que generan en el fanático cubano la aún joven Serie Nacional de Béisbol. En la edición 58, con menos de tres subserie jugadas, unos siete juegos para ser exacto,- ¿Qué se impone?- la incertidumbre, la angustia, la agonía, el deseo infatúo y trágico de querer suicidarse ante la pésima calidad de los juegos; el bateo excesivo que infla los guarismos ofensivos de muchos conjuntos, los errores tácticos y técnicos que son elementales, básicos de categorías juveniles… Al menos como fanático lo siento así, nada me hace ver que las cosas cambiaron, no hay un atisbo de luz por ningún lado; la suerte parece echada y solo la purga de los “cabezas trilladas” de la Comisión Nacional; el relevo es necesario señores, mentes frescas, innovadoras, mentes que quieran cambiar lo que debe ser cambiado; solo de este modo llegará de una vez la esperanza…
¿Cuál será el camino?... estimado lector, la pregunta nos roe los huesos, invade todo, y siento con más fuerza que nadie lo sabe todavía, que por mucho tiempo, por muchas ganas y deseos que se le pongan las cosas irán para peor…
Una Serie donde el setenta por ciento de los juegos hasta este momento televisados (sumo los siete de Telerebelde y los 4 del Canal Habana, pues no cuento la subserie entre Industriales y Mayabeque); esos juegos han concluido con abultados marcadores, con despliegue ofensivo propio de jugo interbarrios en cualquier esquina de la Isla… Un pitcheo pobre, débil, carente de elementos vitales para marcar diferencia (control, velocidad, inteligencia) no retrotraen de nuevo al estigma de la incertidumbre… ¿Qué esperar?... ¡Ahh! Seguro que venga Papa Noel en navidad y traiga de regalo una Serie Nueva…
Hace poco conversaba, en este mismo foro expresaba que la Liga Azucarera de Béisbol, sin mofa alguna, la sorna emerge por si sola; ese torneo posee más interés, se juega con más ganas, se ven mejores partidos que en la Serie Nacional.
En mi caso, yo amante furibundo de la pelota como usted, nací y me críe en un central azucarero de la provincia de Matanzas, allí conocí de cerca los fundamentos del juego, vi por primera vez un partido jugado “ al duro” entre el equipo del ingenio y otro del central Sergio González, también de Matanzas; ello dentro de la Liga Azucarera y señores, la pasión, la entrega, la competitividad, es inconmensurable, se los aseguro… en momentos así, tengo certeza y añoranza total de aquellos juegos…
Al estilo propio de Freud y Jung, la introspección es necesaria; hablamos de ellos desde hace rato, pero la prestancia de este argumento es más veras cada segundo. La pasión por el béisbol es colosal en el cubano, seguir a Industriales, a Pínar, a Villa Clara o Santiago es parte de la idiosincrasia del aficionado cubano, pero la Serie como va, solo nos deja mirar un poco, reír, hablar para criticar como nunca y cero de esperanzas… De igual modo se disfrutara pero la amargura será peor cada día, y la luz más lejana minuto tras minuto parece apagarse y entonces vuelve la pregunta… De una vez… ¿adonde vamos?
Solo quisiera que los señores Aragón e Higinio Veléz me respondieran esa sencilla pregunta, por respeto, por decencia, por dignidad, porque no me sacó del pecho esa imagen de los jugadores cubanos celebrando la medalla de plata en Barranquilla como la entrada a la gloria; me asquea eso, me lacera, siento deseos de gritar y mandar bien lejos a todos,… Bueno si tuvieron el decoro de responder los señores…