La afición en Granma pierde la paciencia y abuchea a su 4to bate

El equipo de Granma anda mal, muy mal (10 victorias y 15 derrotas), con posibilidades matemáticas todavía de clasificar, pero las esperanzas desaparecen cuando uno ve su comportamiento en el terreno
El equipo de Granma anda mal, muy mal (10 victorias y 15 derrotas), con posibilidades matemáticas todavía de clasificar, pero las esperanzas desaparecen cuando uno ve su comportamiento en el terreno
Foto: Juan Moreno
Por Yasel Toledo.

Lázaro Cedeño, líder en jonrones de la anterior Serie Nacional de Béisbol (SNB) con 20, tercero en total de bases recorridas gracias a sus batazos (176), cuarto en carreras impulsadas (71) y entre los diez primeros en otros departamentos como cantidad de veces en impulsar las anotaciones del empate o la ventaja (16), es el pelotero que mejor simboliza en estos momentos la mala temporada de los Alazanes de Granma, actuales bicampeones del país.


El fornido bateador, oriundo del municipio de Río Cauto, todavía no ha conectado ningún “bambinazo”, su único “extrabase” es un tubey y apenas ha impulsado ocho carreras, a pesar de desempeñarse casi siempre como cuarto o quinto en la tanda.

Lo peor no son esas estadísticas, muy pobres en verdad, sino como luce en el cajón de bateo, con impaciencia y suines que no parecen dignos de él, de su fortaleza y calidad.

En el partido más reciente, que terminó con derrota de tres a cuatro ante Pinar del Río, se fue en blanco en cuatro intentos. Con corredores en primera y tercera bases conectó fly al camarero, y luego con compañeros en primera y segunda dio roletazo al torpedero que sirvió para doble play… En fin, el muchacho, participante en la anterior Serie del Caribe y en diversos topes amistosos de Cuba, no anda nada bien.



La noche última, dolía ver como decenas de aficionados lo “abuchearon” en el estadio Mártires de Barbados, cuartel general de los Alazanes, que debiera constituir siempre fortín de apoyo a cada integrante del conjunto.

Ni el deseo desmedido de ver a los suyos ganar ni la impotencia…, ni nada es suficiente para asumir actitudes como esa. ¿Acaso esas personas no recuerdan cuántas veces vibraron con sus jonrones o con los batazos decisivos en la final de la anterior SNB, cuando resultó determinante para conseguir el segundo título consecutivo?

Todos deben comprender que nadie debe sentirse peor que Cedeño, nadie desea ver la pelota del otro lado de la cerca más que él…, y eso ya se nota en sus gestos, en los suines apresurados, en sus miradas leves a las gradas….



Lo que más necesita ese atleta es apoyo, como lo hacía un aficionado este lunes: “Lachy, yo sí confío en ti”, “yo voy a ti”, le decía en una ocasión.

El equipo anda mal, muy mal (10 victorias y 15 derrotas), con posibilidades matemáticas todavía de clasificar, pero las esperanzas desaparecen cuando uno ve su comportamiento en el terreno.

Solo Carlos Benítez, Guillermo Avilés y Osvaldo Abreu muestran un buen rendimiento ofensivo, además de Yoelkis Céspedes, quien apenas ha tenido 23 turnos, como consecuencia de una lesión.



Resulta alentador percibir los deseos de algunos, como Wilfredo Sánchez, quien anoche se desempeñó como torpedero y conectó dos hits –tiene apenas cuatro turnos en todo el certamen-, o Miguel González, un muchacho que por primera vez juega en los jardines y lo hace con decoro.

Este martes los Alazanes, con muy bajos resultados hasta el momento en todos los departamentos de juego, enfrentarán otra vez a Pinar del Río, el cual aparece en el penúltimo lugar, con ocho sonrisas y 15 fracasos.


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