La barrida de Industriales a Villa Clara, contada por un aficionado Naranja

Lo primero que pensé: son unos cobardes... Lo último que pensé, … ¿ Cuándo Villa Clara?, le plantara “ cara” a Industriales…
Lo primero que pensé: son unos cobardes... Lo último que pensé, … ¿ Cuándo Villa Clara?, le plantara “ cara” a Industriales…
Foto: Calixto Llanes
Por Alexander García Milián

Así, entre la pesadez al decir y lo abrumador de sentirse perdedor; entre Alan Sillitoe, el existencialismo que una vez más nos roe, entre la soledad del corredor de fondo que tanto enseña y nos deja en materia de lo que significa tener un sentido de vida; así Villa Clara volvió a perder ante Industriales…otra vez de nuevo, Anglada, lo azul, La Habana, el Latino fue mucho para los villareños.


En la Serie pasada- la 57- Industriales también pasó la escoba y no obstante, para esta subserie pasó, el histórico estaba 86 a 80- bastante cerrado, claro a favor de los capitalinos. Tal parece que le han tomado el gusto a barrer que lo hicieron como tomarse un vaso de agua, martes, miércoles y jueves…

Lo primero que pensé: son unos cobardes, lo segundo, son mi equipo, soy su fan hasta la muerte pero que falta de “bomba”; en el primer juego con dos out y dos carreras por encima, nadie pudo sacar el tercero y cuatro sencillos de forma consecutiva sentenciaron el partido; en el segundo la defensa le hecho por tierra el excelente juego que tiraba Yosber Zulueta; para rematar en el tercer partido cuando la esperanza se esfumaba llegó el empate en el octavo para luego otra vez, caer en el décimo 5 a 4 … Lo último que pensé, … ¿ Cuándo Villa Clara?, le plantara “ cara” a Industriales…

En 2002 y 2004; dos barridas de 4-0 en las finales le dieron la gloria total a los de la capital; todavía pervive ese batazo entre dos de Enrique Díaz contra Montes de Oca para mandar a guardad una nueva corona – la oncena-;… Lo que sigo pensando: que falta de “corazón” pero igual es mi equipo y moriré siendo naranja au que el amarillo ahora mismo sea-como nunca- el color que más le calcé.



Fueron días aciagos estos para mí; soy fanático de Villa Clara desde que tengo uso de razón; con claridad , desde esa semifinal que perdiera contra Holguín en 2002; he sufrido y he gozado- esas victorias contra las Aplanadoras; esa final contra Matanzas pero esto del Latino, cuando Paret me hizo creer que esos años de Jova al frente de los Naranjas podían volver; esto fue como si vertieran plástico derretido en mi piel y la metáfora se queda corta; es que nosotros los aficionados- los de corazón – los sentimos en el alma.

He visto debutar a “Riquimbili” Betancourt, a Leonis Martín, a Aledmis Díaz; tantos que brillan o brillaron en las Grandes Ligas; también vi a esa generación dorada de Juan Yasser Serrano, de Fredy Asiel, de Misael Siverio, de Robelio Carrillo; admiró a Pestano desde entonces, también a Borrero, al mismo Paret; Villa Clara es mi equipo,… lo será pero que falta de todo para jugar en La Habana, estos días atrás.

La esperanza que resta, es la de terminar con una buena racha en estos últimos juegos- Matanzas, Pínar, Camagüey ( le quedan 2 partidos)- son equipos a los que se les puede sacar provecho por su forma actual- tener al menos 6 o 7 juegos de aquí- algo positivo-; Luego, Ciego, Las Tunas, Granma y Artemisa, deben ser escollos más pesados pero en 12 juegos dividiendo 6 y 6; al final serían doce victorias más, se llegaría a 27 y con esa cifra la clasificación directa parece todavía segura.



Luego en los refuerzos; pedir otro buen abridor para redondear con Fredy y Alain una tríada de lujo; un cerrador para acompañe a Mirabal en funciones de relevo y dos jardineros de producción ofensiva, así como un torpedero o jugador de cuadro de nivel… Ese sería otro Villa Clara- sin dudas-; así, espero que esta novela negra del Latino no se repita y que la imagen de cobardes que aún tenga se vaya de mi mente… Tal vez, incluso, en la final, juguemos con Industriales y… ¿No sé?, con los segundos refuerzos, todo es posible… Al menos a eso me aferro.

Estimado lector, estas no son Las Confesiones de Claude de Zola, ni las Cartas de amor de Napoleón a Josefina; simplemente es el sentir de un fanático que no quería dejar pasar la oportunidad de expresar- otra vez- una pasión inconmensurable con el béisbol.


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