Alberto Bisset, al globo o al duro, es un caballo de batalla

Es Alberto Bisset que vuelve una y mil veces, se va a Italia, se queda en casa, vuelve, juega los Playoff con Cienfuegos, luego gana con Ciego, luce bien después con Villa Clara. Es Bisset el que un día allá por 2004 o 2005, apareció tirando 95 millas, luego se chivó el brazo, bueno se lo chivaron
Es Alberto Bisset que vuelve una y mil veces, se va a Italia, se queda en casa, vuelve, juega los Playoff con Cienfuegos, luego gana con Ciego, luce bien después con Villa Clara. Es Bisset el que un día allá por 2004 o 2005, apareció tirando 95 millas, luego se chivó el brazo, bueno se lo chivaron

Por Alexander García Milián

No es Leonardo di Caprio, no es el filme que le dio el primer y único Oscar a di Caprio. Pudiera ser el ave fénix, una reencarnación pero no, tampoco es el ave fénix, es solo Bisset y no el compositor francés; es Alberto Bisset, el pitcher santiaguero.


Es Alberto Bisset que vuelve una y mil veces, se va a Italia, se queda en casa, vuelve, juega los Playoff con Cienfuegos, luego gana con Ciego, luce bien después con Villa Clara. Es Bisset el que un día allá por 2004 o 2005, apareció tirando 95 millas, luego se chivó el brazo, bueno se lo chivaron.

Alberto Bisset, líder en juegos ganados en la Serie 58, Alberto Bisset campeón con Santiago, campeón con los Tigres. Una cara redonda, un cuerpo medio entapujado; Alberto Bisset se vuelve eso, imagen, estampa pero es más, mucho más.

No es Vladimir García, ni Freddy Asiel, ni Frank Montieh, no es nada o lo hacen nada como la bruma y el polvo. No es nada pero vuelvo, es todo, es ganas y fuerza de voluntad. Alberto Bisset es ganas de jugar el béisbol, de salir al box y con mañas sacar out a todo el mundo, aunque sea ya con 85 o 86 millas, con curvas y slider cortantes. Es fuerza de voluntad, mucha fuerza de voluntad… es eso creo, y basta porque de pronto así como la última sílaba es lo último.



Alberto Bisset regreso esta Serie al Latino y nadie recordó su paso como refuerzo de Industriales; pocos adujeron algo sobre la etapa azul de Bisset. 

Bisset es voluntad pues saca fuerzas, toma aire cuando nadie lo cree.

Al santiaguero lo ven en la lomita y muchos creen que es un juego al suave, que la bola de globo de Bisset no llegara al home. 

Pero Bisset es un caballo de batalla de verdad, de los duros, es Lou Gehrig, es más, siempre más, aunque parezca menos.



Bisset siempre a la sombra de Vera, de Dany Betancourt, de Ormary Romero; es el fantasma que vivió escondido, se asomó algún que otro momento, se tapó el rostro y siguió escondido. 

Bisset se fue, volvió, se echó a Santiago encima en esta temporada, es ahora refuerzo de Sanctis Spiritus y no ha lucido como en la primera ronda pero es Bisset… ¿Y?, bueno cuando todos tiemblen Bisset, el señor de la cara de papa Bisset, el gordito Bisset, el nagüe sacará el pecho por estos y por aquellos.

Bisset para respetar, para quitarse el sombrero, Bisset volvió a nacer y es figura…

Aplausos…


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